Empieza la moda de los ‘bautizos civiles’

Los conocidos como “bautizos civiles” se intentan posicionar como una alternativa al ritual de bienvenida católico al recién nacido. Tienen cada día más seguidores, entre ellos la actriz y periodista Cayetana Guillén Cuervo, cuyo hijo Leo se ha convertido en protagonista del primer bautizo civil en la ciudad de Madrid. La repercusión mediática de la ceremonia puede impulsar esta nueva tendencia de sustitución de un rito religioso por un equivalente secular.

MADRID · 08 DE JUNIO DE 2009 · 22:00

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Es el caso que ha tenido más resonancia, pero no el primero. Quién implantó la tendencia fue el Ayuntamiento barcelonés de Igualada y le siguió el municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid. En este segundo caso, desde que en febrero de 2007 se estableciese esta ceremonia, ya han sido 40 las familias que han decidido dar la bienvenida a su hijo con una ceremonia civil de “otorgamiento de carta de ciudadanía”, que es como realmente se denomina este acto, y la demanda es creciente, según han asegurado desde este Ayuntamiento. El objetivo del acto es que los padres con hijos con edades comprendidas entre los 0 y 6 años puedan sellar un compromiso escrito por el que se comprometen a defender los derechos de los niños. CONTENIDO DE LA CEREMONIA Durante la ceremonia, el alcalde o concejal lee algunos de los artículos recogidos en la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia (1989) e invita a los padres y familiares del niño a que la vida del niño sea lo más placentera posible, procurando el bienestar del menor. Fuera de lo que es el protocolo de un acto civil, las familias también pueden incluir lecturas elegidas personalmente o incluso música. El bautizo finaliza con la firma de la Carta Municipal de Ciudadanía del Niño y la Niña, en el caso de Rivas, cuyo Consistorio entrega además un obsequio en el que se incluye un pequeño regalo y un pack informativo con todos los servicios y programas locales destinados a la infancia. ZEROLO, IMPULSOR EN MADRID De “bienvenida democrática” calificó el concejal madrileño Pedro Zerolo el acto que ofició en la Casa de la Panadería para el hijo de su amiga Cayetana Guillén Cuervo. En el caso de la capital, la ceremonia tuvo más un carácter simbólico que oficial porque el Ayuntamiento de Madrid aún no cuenta con un registro para que el acta quede oficializada. De hecho, el PSOE pedirá en el próximo Pleno del Ayuntamiento que se regulen los “bautizos civiles” ante la “demanda creciente” de este tipo de actos. ANDALUCÍA TAMBIÉN SE AÑADE A las comunidades citadas se ha añadido también Andalucía. David, un bebé de dos meses, se ha convertido en el primer andaluz en recibir el “bautizo civil” en una ceremonia celebrada en El Borge, un municipio de la comarca malagueña de la Axarquía de unos mil habitantes. El acto ha seguido los mismos pasos que se han dado en otros ayuntamientos y los padres han explicado que escucharon a través de la radio que el Ayuntamiento de El Borge (de Izquierda Unida) había aprobado un reglamento para la celebración de bautizos civiles no lo dudaron un instante. “Nos pusimos en contacto con el alcalde, José Antonio Ponce (IU), que nos puso todas las facilidades, por lo que decidimos venir aquí, ya que donde vivimos, en Málaga, no existe una oferta similar”, ha señalado el padre, de 32 años y profesor de Derecho Penal en la Universidad de Sevilla. REACCIÓN DE LOS FAMILIARES Pablo ha manifestado que entre los familiares, la iniciativa causó sorpresa al principio, aunque en general, fue bien acogida “y sólo a dos allegados que son muy devotos de la religión católica les pareció algo negativo”. La madre ha añadido que ella y su marido no están de acuerdo con los mensajes que se transmiten en el rito católico del bautismo, y espera que este tipo de ceremonias, muy habituales en otros países, se institucionalicen. MEZCLA CON LA TRADICIÓN Sin embargo, no todo en este acto civil ha supuesto una ruptura con las tradiciones, ya que David ha sido bautizado con un vestido de cristianar, el mismo que empleó su abuela materna, su madre, su tía y otros familiares. “Mi madre tiene un ‘collage’ con las fotografías de todos los que nos hemos bautizado con este vestido y queríamos que también estuviera mi hijo”, ha apuntado Laura, de 30 años y abogada.

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