Cañizares, cardenal de Toledo y Prefecto del Papa: «Si España dejase de ser católica, dejaría de ser España»

No es frecuente escuchar declaraciones tan contundentes por parte de la jerarquía católica española, que desde tiempos del nacional-catolicismo habían dejado de escucharse en esa manera de entender España, en la que se une y vincula el ser español a la fe católica de forma casi indisoluble.

MADRID · 29 DE ENERO DE 2009 · 23:00

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Homenajes y actos de despedida completan por estos días la ya de por sí apretada agenda del hasta ahora cardenal de Toledo Antonio Cañizares desde que fuera elegido y nombrado por el Papa Prefecto para el Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos. En una reciente entrevista publicada por el diario «L´ Osservatore Romano», el cardenal afirmó, haciendo memoria de su paso por la Archidiócesis de Toledo, que desde allí «se entiende muy bien que, si España dejase de ser católica, dejaría de ser España». No es frecuente escuchar declaraciones tan contundentes por parte de la jerarquía católica española, que desde tiempos del nacional-catolicismo habían dejado de escucharse en esa manera de entender que España, desde el “¡Santiago y cierra España!”, pasando por los "Reyes católicos" y por ls “Santa Inquisición”, había unido y vinculado el ser español a la fe católica de forma casi indisoluble. Hizo esta afirmación Cañizares en relación, no podía ser menos, a la "figura imponente de la reina Isabel (la católica)" que cuando iba a Toledo se alojaba en la catedral, y "siempre que bajaba desde Castilla hasta Andalucía pasaba por Guadalupe; allí es donde autoriza el viaje de Colón, con la condición de que las tierras que descubra sean evangelizadas". Es más, según el prelado de Toledo, España «se construye precisamente desde la fe católica; pues, aunque habían coexistido estructuras políticas diversas (refiriéndose a la invasión musulmana), la identidad española estaba marcada por la eclesialidad, por la vinculación a la sede de Pedro», es decir, por su relación con el Estado del Vaticano como sede del Papa de Roma. Sin el Vaticano y Roma España pierde su esencia y su ser en opinión del hasta ahora cardenal de Toledo. Pero no sólo se trata de España, sino que el cardenal también se refirió a las implicaciones de estas raíces católicas «al otro lado del Atlántico». Al respecto, señaló que «la Iglesia (católica) en España debe ser consciente de ello y proponer sin ningún temor su riqueza propia», es decir, «Jesucristo, que se entrega a nosotros por amor» a los países de Latinoamérica. En este aspecto, al hilo de los viajes de Colón a América auspiciados por los Reyes católicos, Cañizares expresó que "así se inicia la mayor empresa de toda la historia de España, que es la evangelización de América y, consiguientemente, la creación de una nueva humanidad que, sin negar lo bueno y grande que pudiese haber en aquellas civilizaciones indígenas, las abriría al horizonte de la redención", señala monseñor Cañizares. Para el nuevo prefecto para el Culto Divino en El Vaticano, "España desempeña un papel muy relevante al otro lado del Atlántico", a lo que añade que, durante una conferencia en la Universidad Católica de Chile se dio cuenta de que la católica "España es su punto de referencia".

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