La iglesia es Apostólica

La única, santa, iglesia católica y apostólica (XIII)

22 DE MARZO DE 2013 · 23:00

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Tal como iniciábamos nuestra anterior, cuando definimos el vocablo “católico”, comencemos por ver qué se entiende por “apóstol” ya que de ese sustantivo masculino se deriva el adjetivo calificativo “apostólica”. El DRAE lo define así: Del latín apostŏlus, y este del griego ἀπόστολος, apostello, alguien enviado (1). ¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE ‘APÓSTOL’ EN LA BIBLIA? En las Escrituras traducidas del griego apostellō es una palabra compuesta de stellō(levantar, preparar, adelantar) y de la preposición apo (desde, afuera) y que significa “enviar, despachar, hacer partir” a personas o a cosas. En el griego clásico, para definir una delegación particular de autoridad, y darle énfasis a la causa para dicha delegación se usa el verbo apostellō; mientras que para el hecho de “enviar” se usa el verbo pempō, muy común en el griego secular. En la traducción griega del Antiguo Testamento del siglo tercero a.C. conocida como la Septuaginta (LXX), se usa apostellō y exapostellōunas 700 veces, casi exclusivamente para traducir el verbo hebreo šālaj(“extender”, “enviar”). “Los traductores de la Septuaginta entendieron que este verbo no describe tanto el acto de enviar como el propósito de darle autoridad al mensajero; el nombre apostolos se encuentra solamente en 1ª Reyes 14:6”.(2) El sentido aquí es el de embajador, representante de quien le envía con poderes. Sandra Hack Polaski cita, entre otras, la opinión de algunos eruditos en cuanto a que el significado de “apóstol” no se desarrolló en la congregación de Jerusalén, sino en la atmósfera de misión a los gentiles en la iglesia de Antioquía de Siria. A manera de conclusión, ella dice que la mayoría de discusiones sobre el apostolado de Pablo comienzan observando que para este enviado de Dios su autoridad apostólica se basa en el Evangelio que él proclama (3). La palabra Griega “apostello” aparece en el Nuevo Testamento 78 veces (en singular y plural) y “apostolado” 3 veces. En el Nuevo Testamento el vocablo “apóstol” tiene un uso especial cuando se utiliza de Jesucristo, los Doce y Pablo, y un sentido no técnico que se aplica a otras personas. 1ª.Jesús es llamado apóstol: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús”. Jesús, el Hijo de Dios, fue enviado por el Padre; vino en obediencia a quien le envió, y cumplió con su cometido. Porque Él fue un apóstol pudo decir: El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.”(4) 2ª. Pedro hace referencia a aquellos del círculo más íntimo de Jesús: los 12 apóstoles. “Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.”(5) Para elegir al sustituto de Judas Iscariote debía de ser una persona que hubiese estado con Cristo desde el principio del ministerio hasta su ascensión al cielo. 3ª. A pesar de no haber estado entre los doce, Pablo es considerado apóstol cuando Lucas se refiere a él, después que Jesús le sale a su encuentro cuando él iba camino de Damasco (6); sobre esa aparición Pablo testificará después; y por esa razón él mismo se presentará como Apóstol de Jesucristo (7). 4ª. Bernabé tampoco estuvo entre los doce. Sin embargo vimos que Lucas lo llama apóstol cuando lo menciona con Pablo en Listra y cuando ambos fueron enviados a la iglesia en Jerusalén. No hay información de que Bernabé haya obrado milagros como Pablo; tampoco que haya contribuido con alguna Escritura (8). 5ª. Hay una serie de pasajes del NT en los que se menciona a diversas personas que son enviadas como mensajeros, aunque no exactamente apóstoles: a) “En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros (apostoloi)de las iglesias, y gloria de Cristo.” b) Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero (apostolon), y ministrador de mis necesidades;” c) “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió (apostalken) el Padre, así también yo os envío (pempo)(9). A ninguno de ellos se menciona haciendo milagros o dejando alguna Escritura. Estos casos revelan con total claridad que apostello se usa tanto para apóstol como para enviado. 6ª. Cuando Pedro propone elegir un sustituto de Judas Iscariote, había unos 120 reunidos en el aposento alto. Todos ellos habían sido testigos –como los doce- del ministerio, muerte y resurrección de Jesucristo; exceptuado el ya nombrado. Cualquiera de los presentes en esta reunión calificaría como apóstol ya que cumplían con la condición expresada en 2ª. Y, como ellos, podría haber muchos más que por diversas razones no estaban allí presentes. Esto ocurre antes de Pentecostés, pero el apóstol Pablo está en perfecto conocimiento de todo (10). 7ª. Por último, el NT incluye una categoría de “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.”(11)Es una referencia a los impostores de siempre, y de todo lugar, cuyo único fin es lucrar con la verdad, acomodándola según las circunstancias. Esta calaña no opera desde afuera sino desde adentro de las congregaciones. En Apocalipsis se consigna que la iglesia en Éfeso los había padecido por mucho tiempo (12). Se hacen llamar Apóstoles, acceden a niveles de autoridad y son apoyados por seguidores que forman verdaderos “clubs de fans”. Sin embargo, son maestros que enseñan doctrinas humanas que contrarían la pureza del Evangelio de Jesucristo y los apóstoles; tuercen la sana doctrina para satisfacer sus propios intereses. Ahora bien, si solo nos atuviésemos a la definición del diccionario, podríamos interpretar que la iglesia es apostólica porque fue fundada por los doce discípulos de Jesucristo; o por San Pablo y Bernabé; o solo por San Pablo; y hasta podríamos agregar que fue fundada por los propagadores de la doctrina de Jesucristo. Y nos equivocaríamos todas las veces. El fundador de la iglesia de Jesucristo es Él mismo. Cristo es la Roca donde funda su iglesia, como el mismo apóstol Pedro enseña, aplicando la palabra profética más segura: “Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;”(13). El apóstol Pablo tampoco tenía dudas al respecto (14); e, inclusive, revela que esa Roca es la misma mencionada en el AT: “y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.”(15) Él, además, como cabeza del ángulo que mantiene unido todo el edificio, forma parte del fundamento apostólico; como hemos visto ya en “La iglesia es Una” (16). ¿CUÁL FUE LA MISIÓN DE LOS APÓSTOLES? Hemos venido trabajando bajo el título “única, santa iglesia católica y apostólica” con que el Credo niceno constantinopolitano llama a la iglesia que fundó y edifica Jesucristo, porque vemos que ella resume el carácter inclusivo característico de la iglesia novotestamentaria (17). De ninguna manera creemos –como sostiene cierto conservadurismo- que el Credo fue escrito y aprobado para dividir las aguas entre los seguidores de Cristo. Una mirada más realista ve en él, resumida de manera proverbial por quienes salvaron entre ellos muchas diferencias antes de suscribirlo, la verdad que puede atraer a los seguidores de Cristo a sentirse un cuerpo. La unidad puede salir a la superficie siempre que se concilie el contenido del Credo a la luz de toda la Escritura. Ocurre que, desde los comienzos de la larga historia de la iglesia de Cristo, se fueron sucediendo numerosos desvíos doctrinales provocados por quienes interpretaban de manera privada e interesada la Revelación. Aquella humana insistencia antes de la partida de Jesucristo por saber si el Reino sería restaurado a Israel, se reprodujo con similar ansiedad en quienes creyeron ver en el fenómeno post-Pentecostés el advenimiento de una nueva estructura de poder. Los primeros querían saber el rango que ocuparían junto al Rey, una vez que el reino de Israel fuese restaurado. Los segundos, se inquietaban por no tener una organización con liderazgos visibles; la que fue tomando forma al tener que resolver cuestiones más urgentes, como eran los encontronazos internos producidos entre el rígido ritual de los conversos judíos y el relajado secularismo de los conversos gentiles. Por lo expresado, porque somos humanos –como lo eran aquéllos- no es casualidad que hoy haya por doquier movimientos “de renovación” y “de restauración” apostólica. Son estructuras centralizadas en una persona, o en un matrimonio, en una familia o en élites ejecutivas; que funcionan como exitosas empresas lucrativas. Al fin y al cabo, podemos coincidir en las definiciones de “apóstol”; pero si caemos en la tentación de darles un uso discrecional, y dejamos de lado a las Escrituras, nunca nos pondremos de acuerdo sobre el carácter “apostólico” de la iglesia. Esta disputa no es nueva, ya ocurría en las iglesias locales formadas tras las misiones evangelizadoras, en cumplimiento del mandato de Cristo. Él advirtió desde el principio: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (18) “Los apóstoles de hoy enseñan que su don es el de más alto rango y autoridad. Este carisma, casi desconocido después del primer siglo, ha vuelto a surgir como parte de la restauración de los cinco ministerios de Efesios 4:11-13(19). Es vital para el crecimiento y dirección de la Iglesia. El reclamo de suprema autoridad para los apóstoles crea cierta tensión entre ministros pentecostales y carismáticos. Los apóstoles modernos harían bien en prestar atención al paradigma paulino. Además, tanto en el Catolicismo Romano como en la comunidad evangélica el título ‘apóstol’ se ha empleado para honrar a héroes de la obra misionera.”(20) En adelante, hemos de ver a la luz de la Escritura las características apostólicas de la iglesia que es una, santa y católica. A manera de anticipo, diremos que el apostolado fue ejercido en obediencia al mandato de Cristo y no apoyado en métodos terrenales. Por el contrario, los apóstoles enfrentaron problemas que hubiesen abortado su misión, de no haberse aferrado a la Palabra, al Señor que los envió (y estuvo siempre con ellos), y al Espíritu de verdad que los guió a través de burlas, afrentas, persecuciones, encarcelamientos y martirio. Veremos la manera en que el Espíritu fue extendiendo la obra redentora a otras ciudades y culturas, dentro del vasto Imperio Romano. No fue una misión solventada por el gobierno de turno; por el contrario, se sufragó con la sangre de los fieles que rechazaron una vida larga y placentera, y prefirieron la muerte antes que negar al Señor Jesucristo. En nuestra próxima continuaremos, D.M. con: “La iglesia es Apostólica”. La paz del Señor a todos. ------------------------------------------------------------- Notas Ilustración: los símbolos de la eucaristía, ordenanza central en la iglesia apostólica; antenamisionera.wordpress.com 1. Definición del Diccionario de la Real Academia Española: 1.m.Cada uno de los doce principales discípulos de Jesucristo, a quienes envió a predicar el Evangelio por todo el mundo. 2.m.U.también referido a San Pablo y a San Bernabé. 3.m.San Pablo. ORTOGRAFÍA. Escríbase con mayúscula inicial: ‘el Apóstol de las gentes, o el Apóstol de los gentiles’. 4.m.Predicador, evangelizador. ‘San Francisco Javier es el apóstol de las Indias’. 5.m.Propagador de cualquier género de doctrina importante 2. D. Müller, “Apostle”, The New International Dictionary of New Testament Theology, vol. 1, ed. Colin Brown (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1975), págs. 126-27. La Septuaginta es una traducción del Hebreo del Antiguo Testamento al Griego. Esta traducción fue hecha entre los años 200-250 A.C., por cerca de 70 eruditos; de ahí el término Septuaginta, abreviado en numerales romanos LXX. Fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos y asentada en versiones posteriores a la forma actual del texto hebreo-arameo del Tanaj o Biblia hebrea 3. Sandra Hack Polaski, Paul and the Discourse of Power (The Biblical Seminar 62; Sheffield, Inglaterra: Sheffield Academic Press, 1999), págs. 24-25. 4. Hebreos 3:1; Juan 5:23b; F. F. Bruce, The Epistle to the Hebrews (New International Commentary on the New Testament; Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1991), en la página. 91 dice:“En relación con el ministerio de Cristo es evidente e indiscutible que él es el representante de Dios el Padre como su plenipotenciario entre los hombres (con plena autoridad, Mateo 28:18), en tanto que en su calidad de sumo sacerdote representa a los hombres ante Dios.” 5. Hechos 1:21-22 6. Hechos 9:17; 14:14 7. 1ª Corintios 15:5-8; 1ª Corintios 9:1,2; Gálatas 1:1; Efesios 1:1; Colosenses 1:1; 1ª Timoteo 1:1; 2ª Timoteo 1:1; Tito 1:1 8. Hechos 14:14; 15:1-41; se le adjudica a Bernabé la epístola que lleva su nombre, un tratado cristiano que se conserva en el Codex Sinaíticus (siglo IV), actualmente en Londres. Escrito en griego, consta de 22 capítulos y dos secciones (AT y NT) y está colocada después del Apocalipsis y antes del Pastor de Hermas (obviamente, ninguno de los dos considerados como canónicos) 9. a) 2ª Corintios 8:23; b) Filipenses 2:25; c) Juan 20:21 10. Ibíd. 5; 1ª Corintios 15:1-9 11. 2ª Corintios 11:13 12. Apocalipsis 2:2 13. 1ª Pedro 2:6-9 14. Romanos 9:33 15. 1ª Corintios 10:3,4 16. Ver en este mismo blog: La iglesia y los lugares de culto (33 y 34), “El edificio de la iglesia es Uno” 17. Creo en un solo Dios; Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. 18. Marcos 14:38 19. “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” 20. Dr. Emilio Antonio Núñez C.,Profesor de Teología, Seminario Teológico Centroamericano.“El movimiento apostólico contemporáneo” KAIRÓS N° 30 / enero - junio 2002

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