Menéndez y Pelayo: libros erasmistas y luteranos

Llama la atención que Menéndez y Pelayo, el más importante polígrafo y conocedor de la bibliografía española, omita tantos libros de erasmistas y luteranos en su libro de La ciencia española.

13 DE JUNIO DE 2011 · 22:00

,
Aún así, sigue siendo una verdadera fuente y algunos de ellos tomamos de su obra para exponerlos aquí, comenzando en el siglo XV y terminado en el XVI. Sobre Comentarios Bíblicos, que son los menos entre la infinidad de libros de piedad, hay que destacar, que una mayoría de trabajos, si se exceptúa la políglota de Alcalá, son posteriores a 1550 en el campo español católico, aunque esto resulte sorprendente por estar prohibida la Biblia en lengua vulgar a partir de esa fecha. En el siglo XV, cuando en Europa hay una verdadera explosión de los estudios bíblicos, España solo tiene algunos como Pedro de Osma, el Tostado y pocos más, acompañados por judíos y conversos. SIGLO XV Traducción catalana de la Biblia, por Fr. Bonifacio Ferrer. Concordancias bíblicasde Juan de Segovia. Comentariosdel Tostado (Alfonso Fernández de Madrigal a todos los libros históricos de la Sagrada Escritura (son 21 volúmenes). El cardenal Juan de Torquemada (Expositio brevis et utilis super Psalmos). Martín Alfonso de Córdoba que enseñó teología en Toulouse (comentarios y cuestiones sobre las Epístolas de San Pablo). Pedro de Osma comienza los trabajos de corrección del texto de la Vulgata. Jaime Pérez de Valencia (exposición de los Psalmos, al Cantico de los Canticos, etc., etc.) SIGLO XVI Trabajos para la Políglota Complutense (1520): Alfonso de Zamora, Pablo Coronel, Demetrio El cretense, Antonio de Nebrija, Juan de Vergara, Diego López de Stúñiga, etc., etc.—El texto griego de la Políglota de Alcalá parece ser el primero del Nuevo Testamento impreso en el mundo (1514). Traducción interlineal de la mayor parte del Antiguo Testamento, por Alfonso de Zamora y Pedro Ciruelo, anterior en parte a la de Santes Pagnino. Controversia de Diego López de Stúñiga con Erasmo sobre el texto griego del Nuevo Testamento, las Quinquagenas de Antonio de Nebrija. Edad de oro de los mismos estudios en nuestras escuelas cristianas. Per Antón Beuter, en sus Annotationes ad Sacram Scripturam (1547), presenta el primer ensayo de un manual isagógico. El cisterciense Cipriano de la Huerga realiza en mayor escala el mismo propósito en su Isagoge in totam Scripturam.— Del mismo insigne varón hay impresos (1561 y siguientes)comentarios al profeta Nahúm y a varios Psalmos, a Job, al Cantico de los Canticos, etc., etc., e inéditos muchos más.—Lloramos perdido el más extenso e importante de sus trabajos, al decir de sus contemporáneos, la Simbólica Mosaica.—Escribió también De la Música entre los hebreos.— OtraSimbólica escribió Fr. Andrés de Azitores, también cisterciense (1597). Fray Héctor Pinto, de la Orden de San Jerónimo (comentarios al sentido literal de la mayor parte de los profetas, a la luz de los textos hebreo, caldeo y griego: 1561 a 1574). Cosme Damián Hortola: Paráfrasis y comentario al Cantico de los Canticos (Venecia, 1585). Alfonso Salmerón (Prolegómenos a toda la Escritura y riquísimo comentario teológico al Nuevo Testamento, en 16 volúmenes, 1597). El cardenal Francisco de Toledo, además de sus trabajos en la corrección del texto de la Vulgata, dejó un importante comentario sobre el Evangelio de San Juan (1588), corrigiendo muchas cosas de la Concordia Evangélicade Cornelio Jansenio. Jerónimo de Prado emprende su memorable comentario a Ezequiel, que termina otro jesuita, Juan Bautista Villalpando, imprimiéndole en Roma, 1596, con gran magnificencia tipográfica y artística, acompañado de largas disertaciones sobre la Arquitecturadel Templo, sobre la topografía de Jerusalén y sobre las monedas, pesos y medidas de los hebreos. Trabajos de Manuel Sa en la corrección de la Vulgata: Sus Scolios a los Cuatro Evangelios (1596).Sus Notationes in totam Sacram Scripturam (1598), en que recoge muchas lecciones, varias con presencia de los diversos textos y ateniéndose sólo al sentido literal. Benito Pererio: Comentario a Daniel y estudio sobre la cronología de este libro (1586).—Comentario y disputaciones sobre el Génesis (1589).—Cinco tomos de Disputaciones selectas sobre la Sagrada Escritura (1620). Francisco De Ribera: Comentario histórico, moral y alegórico a los Profetas Menores (1590) Tratado del Templo (1592). A la misma escuela de comentadores jesuitas pertenece, oscureciéndolos a todos, Juan Maldonado, en su Comentario a los Cuatro Evangelios, eternamente memorable, no sólo por la profundidad teológica y el valor polémico, sino por el estudio crítico del texto, como el mismo Ricardo Simón reconoce.—Hay otros comentarios impresos e inéditos de Maldonado; pero se ha perdido su Liber hebraicarum lectionum, destinado a notar las diferencias entre la verdad hebraica y los Setenta. Elaboración de la Políglotade Amberes (1572): Benito Arias Montano, rey de nuestros escriturarios, corrige la interlineal de Santes Pagnino, y forma un verdadero aparato bíblico con sus numerosas disertaciones sobre la Másorah, sobre los idiotismos hebreos, sobre el lenguaje arcaico, sobre pesos, medidas y monedas, sobre la geografía de Palestina, sobre arquitectura e indumentaria de los judíos, sobre la cronología, etc., etc.—Otros trabajos bíblicos de Arias Montano: comentario a los doce Profetas Menores, a Josué, a los Jueces, a Isaías, etc., etc. Versión latina poética de los Psalmos, conforme a la verdad hebraica. Controversias sobre la Políglota Antuerpiense y sobre la Biblia de Vatablo.—El helenista León de Castro, perseguidor de los hebraizantes españoles: su Apologeticus pro lectione christiana (1585).—Sus comentarios a Isaías y a Oseas (1570 y 1586). Carta de Fr. Diego De Estrada en aprobación de la Biblia Regia. Las víctimas de León de Castro.—Martín Martínez de Cantalapiedra: sus Hypotiposes Theologicaesive Regulae ad intelligendas Scripturas Divinas (1565). Gaspar Grajal.—: sus opiniones sobre la Vulgata: sus exposiciones del Libro de Job, del Cantico de los Canticos, del Eclesiastés, etc. Interviene Juan de Mariana en la cuestión sobre la Vulgata: sus Escolios al Antiguo y Nuevo Testamento (1619). Discípulos de Arias Montano.—El Padre Sigüenza: su Hermenéutica. Fray Diego De Zúñiga, agustino: Comentario al Libro de Job, explanando y conciliando entre sí los textos hebreo, caldeo, griego y latino (Toledo, 1584).—Comentario al profeta Zacarías(1577). Fray Francisco Ruiz, de Valladolid, benedictino: Regulae intelligendi Sacras Scripturas ex mente Sanctorum Patrum tum Graecorum, tum Latinorum (1546). Fray Pedro de Barahona Valdivieso: De arcano verbo, sive de vivo Dei sermone (1595).—Comentario a la Epístola de San Pablo a los Hebreos, conforme al texto griego y la versión siriaca.—Interpretación literal, mística y moral del Salmo LXXXVI. Rodrigo Dosma Delgado, canónigo de Badajoz: De auctoritate Sacrae Scripturae (1594): es un tratado isagógico. Jerónimo Osorio, obispo de Silves: Paráfrasis de Job, de los Proverbios, de la Sabiduría, de los Salmos y de varios Profetas (1584) Jerónimo Oleaster[i](de Azambuja), dominico, uno de los Padres del Concilio de Trento: en sus Commentaria in Pentateuchum Moysi se aplica a buscar el significado genuino y primitivo de cada palabra hebrea, remontándose hasta las etimologías y corrigiendo en muchos casos la versión de Santes Pagnino (1556).— Comentó por el mismo sistema la Profecíade Isaías. Francisco Foreiro (de la Orden de Santo Domingo), Padre del Concilio de Trento, tradujo nuevamente del hebreo la Profecíade Isaías (1563), del modo más literal que pudo, ilustrándola con un comentario filológico sobre los idiotismos de la lengua hebrea y presentando juntas su versión y la de la Vulgata, para que se juzgase de la pureza y sinceridad de ésta.—Dejó inédito el mismo trabajo sobre Job, los Salmos, los libros Sapienciales y los Profetas. Fray Gregorio de Trexo: Comentario a los cuatro Evangelios (1554) Pedro Martínez De Brea, doctor complutense: Enarratio in Beati Judae Thadæi Apostoli Canonicam Epistolam (1582). Juan Bustamante de La Cámara, médico complutense: De animantibus Sacrae Scripturae (Zoología bíblica), 1595. Don Andrés Capilla, obispo de Urgel[ii]: Comentario a Jeremías, cotejando el texto de la Vulgata con la letra hebraica, la de los Setenta y la paráfrasis caldaica (1586). El mismo trabajo hizo Juan Bautista Fernández Navarrete, lectoral de Córdoba (1602). Fray Jerónimo de Guadalupe, primer profesor de Sagrada Escritura en El Escorial: Comentarios al Profeta Oseas (1581).— Comentarios al Evangelio de San Lucas (1595). Gaspar Grajal: Comentario a Miqueas (1570). Fray Luis de Sotomayor, dominico, adversario de Foreiro y de Oleaster; pues, aunque hebraizante, no admitía otras interpretaciones que las de los Santos Padres.—Interpretación del Cantico de los Canticos (1599).—Comentarios a las Epístolas de San Pablo (1610). Fray Andrés de Vega, franciscano: Comentario a los Psalmos (1599). Antonio de Guevara, prior de San Miguel de Escalada: De vulgatae Latinae lectionis auctoritate(1585).—Expuso la Profecía de Habacuc y el primer capítulo del Génesis. Sebastián Pérez: De sensibus Sacrae Scripturae (1587). Antonio Honcala: Comentario al Génesis (1555). Pedro Serrano: Comentario al Levítico (1572). Ídem al Apocalipsis (1563). Fray Antonio De Fonseca, dominico: Anotaciones a los Comentarios del Cardenal Cayetano sobre el Pentateuco (1539). Francisco de Torres (Turrianus), jesuita: De sola lectione Legis et Prophetarum Judaeispermittenda (1555). Martín Alfonso del Pozo: Elucidationes in omnes Psalmos Davidis (1587).


[i]Menéndez y Pelayo lo considera español pero es portugués y ejerció como terrible inquisidor en Lisboa. Así mismo Francisco Foreiro debemos colocarlo entre los portugueses.
[ii]Jaime Villanueva en su libro “Viaje literario por las iglesias de España” dice de este obispo: “Don Andrés Capilla, Obispo de Urgel, hijo de esta casa, he visto los Comentarios de Isaías, impresos en 1586 por Humberto Gotard in Cartusia Scalce Dei. Debió ser llamado el artista para imprimir aquí el libro bajo la dirección de su autor, porque hasta ahora no consta de otros libros que se imprimiesen aquí, si bien en la historia manuscrita del monasterio hay memoria de haber tenido en el siglo XV imprenta propia, la cual dejó en él un ilustre Abad y protonotario Apostólico que pasó por aquí antes del año 1491. De esto no hallo mas en las memorias del monasterio.” Pág. 458 ¿Será un error o realmente hizo comentario a Isaías y Jeremías?

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Orbayu - Menéndez y Pelayo: libros erasmistas y luteranos