Jesús y el Reino de Dios: ‘Tienen que nacer de nuevo’

Jn 3: 1-13, 7:45-53, 19:38-42

13 DE SEPTIEMBRE DE 2013 · 22:00

,
En este pasaje bíblico nos encontramos con Nicodemo. Era una persona importante en Jerusalén y seguramente pertenecía al concilio político - religioso del pueblo judío. Como maestro estaba en la línea farisea y quizás un poco alejado de los miembros del sanedrín que dirigían el templo. No sabemos si Nicodemo estaba buscando un aliado en la persona de Jesús. “Los fariseos veían a los sumos sacerdotes del Templo como corruptos. Mientras que los fariseos buscaban reformar la práctica religiosa de la gente, los dirigentes del Templo estaban contentos con el espacio que los Romanos les habían dado y seguramente ganaban relativamente bien”[i]. Es posible que Nicodemo tuviera una fe incipiente siendo receptivo por las señales que Jesús hacía(Jn 2:23) y por lo que dijo en el Templo (Jn 2:18-19). Pero también, tendría cuidado de identificarse con alguien que podría ser catalogado como enemigo de la clase religiosa. Nicodemo fue de noche a visitar a Jesús (Jn 3:2) Nicodemo le expreso a Jesús que lo reconocía como “un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él”. Jesús se podría sentir halagado con tal reconocimiento pero le dijo: “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios” (Jn 3:3) ¿Por qué el Señor lo recibió de esta manera? Nicodemo basaba su afirmación sobre las señales que hacía. La escritura dice que “Jesús no se fiaba de los que creían en él por las señales, porque conocía el interior del ser humano” (Jn 2:23-25)[ii]. Nicodemo no podía avanzar con solo el hecho de reconocer señales o bien basarse en lo bueno que hacen otros, ya sean instituciones o personas. Este no era el punto. El tema central es que tenía que comenzar de nuevo y volver al inicio. Si Jesús iba a compartir con Nicodemo el verdadero significado de su venida entonces tenía que romper sus esquemas y el marco de referencia de aquel.No podía avanzar hacia Jesús con su posición social y conocimiento. Nicodemo tenía que eliminar su manera de ver las cosas. Implicaba ir al Señor con una actitud de humildad y reconocer que nuestros marcos referenciales (trasfondo, experiencia, tradición y vivencia) no son suficientes. Nuestro trasfondo cualquiera que sea no garantiza que vivimos en una correcta relación con Dios y con nuestro prójimo. Jesús nos vuelve a decir: “Tienen que nacer de nuevo” (Jn 3:7). Su identidad como judío y fariseo fue cuestionada. Es necesario recordar que los fariseos constituían un grupo religioso que la mayoría de los judíos admiraba.Jesús nos confronta con nuestra identidad, quien realmente soy y que pretendo. Nos habla de la importancia de ver el Reino de Dios. El evangelio de Juan nos presenta a un Jesucristo que nos desafía.Si alguien no cree lo confronta a ver la presencia de Dios en lo que hace y dice (Jn 1:50) ¿Por qué Jesús procede así? Porque somos pecadoresy es por eso que el Reino de Dios no puede venir como algo más para agregar. No es adicionar algo a la vida. Es arrepentirnos y cambiar de dirección. Surge como confrontación y desafío. Si queremos entrar en el Reino no podemos dar un paso más en la vida como la hemos llevado. Jesús busca una transformación que va más allá de ser religioso o de asistir a los cultos. Es una invitación a ir al principio, comenzar de nuevo, un proceso de crecimiento y transformación. El Reino de Dios nos confronta y a su vez nos invita a todos. Nos invita a nacer de nuevo y a participar en la misión de Dios. “Nicodemo no se tenía que ver como un maestro de Israel sino como alguien herido con necesidad de curarse por el poder de Dios”[iii]. Es un llamado a reconocer nuestra limitación, renunciar a nuestras pretensiones y dejar que Jesús nos salve. La venida de Jesucristo sigue generando una crisis en el mundo de hoy. La crisis es esta: hay que definirse.Nicodemo representaba a toda una clase dirigente. No podía salvarse con su posición elevada. Pero también nos representa a todos nosotros porque el corazón del hombre traspasa toda clase social y es el mismo corazón. Jesús también invita a su iglesia a ver el Reino de Dios. Si alguien cree también lo sigue confrontando y desafiando (Jn 4:48).Nos invita a iniciar un proceso. Nicodemo aparece más adelante y se arriesga a favor de Jesús(Jn 7:50-51). Los dirigentes querían arrestar a Jesús y menospreciaban al pueblo (Jn 7:32, 48-49). Los que tenían que ser pastores de Israel y buscar el bien de la gente hacían lo opuesto.No ponían sus estudios y capacidades al servicio de las ovejas necesitadas. Su posición era para jactarse, distinguirse y maldecir a la gente (Jn 7.49). Ellos buscaban su propia gloria (Jn 5:44, 7:18). “La contradicción entre la actitud de las autoridades y la de Jesús no puede ser más radical: vivir la fe como medio de promoción propia es lo opuesto a vivirla como servicio de amor a los demás”[iv].Jesús nos confronta a revisar nuestra vida: ¿servir a los demás o buscar nuestra propia gloria? Las autoridades pretendían realizar un proceso legal sin escuchar al acusado. Nicodemo aparece en defensa de Jesús y abre una grieta en la estructura del poder. Nicodemo se transformó en discípulo. Lo encontramos finalmente junto a José de Arimatea. Ellos tomaron el cuerpo de Jesús para darle sepultura (Jn 19:38-42). Esto requería valor y fue parte de un proceso que lo transformó en seguidor de Jesús. En el momento de la crucifixión vio la gloria de Dios encarnada en la persona de Jesucristo (Jn 12:32). Juan, seguramente narra estos acontecimientos con la esperanza y propósito de provocar una trasformación en los cristianos secretos de su tiempo. No podemos domesticar el Reino de Dios a nuestra forma de pensar y ser. Su Reino viene para todos, incluso para nuestros enemigos y somos llamados a ser testigos. La crucifixión y resurrección de Jesucristo nos atraen a El mismo y el poder del Espíritu Santo nos debe llevar de todas partes a todos lados Jesús pretende dirigir el Reino Universal por lo tanto Jesús nos confronta.Su Reino es una invitación abierta para aceptar sus prioridades. El Reino de Dios es un proyecto universal para todas las etnias, culturas y lenguas. PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN ¿Qué significa creer? ¿Qué implica el nuevo nacimiento? ¿En qué casos Jesús nos confronta? ¿Debemos volver a nacer, ir al inicio y comenzar de nuevo? ¿Cuáles son nuestros marcos referenciales o trasfondos que nos pueden dejar atados y no avanzar en el Reino de Dios? ¿Qué cosas nuevas tiene que hacer el Espíritu de Dios en nuestras propias vidas y la vida de la iglesia? ¿Cuáles son los puntos en los cuales necesitamos redención, arrepentirnos, cambiar de dirección y volver a nacer?

[i]Slade, Stan: Evangelio de Juan, Comentario Bíblico Iberoamericano, P. 81, Ediciones Kairos 2006
[ii]Slade, Stan: Evangelio de Juan, Comentario Bíblico Iberoamericano, P. 80, Ediciones Kairos 2006
[iii]Slade, Stan: Evangelio de Juan, Comentario Bíblico Iberoamericano, P .88, Ediciones Kairos 2006
[iv]Slade, Stan: Evangelio de Juan, Comentario Bíblico Iberoamericano, P. 179, Ediciones Kairos 2006

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Misión GloCal - Jesús y el Reino de Dios: ‘Tienen que nacer de nuevo’