La llegada de los visigodos fue más pacífica que la de los vándalos, aunque no estuvo exenta de actos violentos. Al principio, los visigodos no intentaron imponer sus creencias a la población civil hasta ver unida toda la Península bajo su dominio, exceptuando Galicia que se encontraba dominada por los suevos.
En época de Eurico, las leyes restrictivas hacia los hispanos se incrementaron. Aunque todos los reyes no actuaron de la misma manera. La política de Alarico fue mucho más tolerante, incluyendo entre sus funcionarios a nobles hispanos, además publicó un código llamado el
Breviario de Alarico, que aunque discriminatorio, puso algo de orden a la confusa monarquía visigoda.
La normativa de Alarico terminó por imponer una ley distinta para visigodos e hispanos, lo que aumentó aún más las diferencias entre los dos pueblos, pero permitió su convivencia pacífica durante algún tiempo
La conversión al catolicismo del rey franco Clodoveo, puso en peligro la seguridad del reino visigodo. Los francos atacaron el territorio visigodo en la Galia con la ayuda de varios obispos católicos que querían deshacerse del yugo arriano. Alarico persiguió a los obispos rebeldes y comenzó la guerra entre visigodos contra francos.
La muerte de Alarico en la batalla de Vouglé dibujó las fronteras definitivas de los reinos franco y visigodo.
Amalarico llegó al trono con el apoyo de Clodoveo, gracias a su matrimonio con la hija católica del rey franco, pero las críticas de muchos nobles visigodos, que veían en el nuevo rey un títere de los francos, hizo que éste cambiara su política de alianzas. Amalarico se distanció de su esposa, la maltrató e impidió que practicara el rito católico.
Según la leyenda, la reina envió un paño ensangrentado a sus cuatro hermanos para mostrar el trato de su esposo y pedirles ayuda. Dos de los hermanos, el rey de París Childeberto y Clotario, respondieron al llamado de la reina y derrotaron al rey visigodo, causándole la muerte.
La llegada al trono de Leovigildo en el 570, supuso una nueva era de prosperidad en el reino visigodo, pero también aumentó la tensión entre católicos y arrianos.