Demografía y bioética (VII)

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¿Existe el derecho a tener hijos?

Demografía y bioética (VII)

En relación con esta pregunta se dan en la sociedad opiniones contrapuestas.

10 DE JULIO DE 2010 · 22:00

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De una parte están los de tendencias conservadoras que creen en la no existencia de tal derecho. Afirman que los derechos son sobre las cosas y no sobre las personas y que, en cualquier caso, sería mejor hablar del derecho de los hijos a tener padres. Sin embargo, los mismos que así opinan, cuando se plantean el control de la natalidad, dicen que la procreación es un derecho y un deber casi ilimitado, rechazando como inmoral cualquier medida anticonceptiva. Por su parte, los progresistas de tendencia más liberal que defienden el derecho a procrear como algo ilimitado y que consideran correcto desear tener un hijo “a cualquier precio”, a la hora de pensar en la planificación familiar prefieren cualquier método que limite el número de hijos aunque sea de forma drástica. ¿No hay algo de contradictorio en ambas posturas? La interpretación liberal es claramente individualista ya que todo lo hace depender de la iniciativa privada de cada persona. Según esta mentalidad, la procreación sería un derecho individual ilimitado que podría ser ejercido indistintamente por cualquier mujer, casada o sola (soltera, separada, divorciada o viuda) por medios naturales o con técnicas de reproducción asistida. No obstante, la otra alternativa ve en la procreación un fenómeno de carácter exclusivamente social porque se da en el seno de la familia que es la célula básica de la sociedad. Se ha señalado una tercera opción que aparece como la interpretación más equilibrada acerca de la procreación. Aunque en el terreno estrictamente jurídico no exista el derecho a tener hijos, de la misma manera que sí existe el derecho a tener una familia, lo cierto es que la paternidad o maternidad no se puede reducir a un mero derecho individual ni tampoco disolverla en el interés de la sociedad. Es verdad que la procreación tiene una clara dimensión social, pero a la vez no cabe la menor duda de que es también fuente de realización personal. Por lo tanto, en el tema del derecho a procrear es fundamental que se dé este equilibrio sobre las intervenciones en el proceso reproductor humano tanto para favorecerlo (técnicas de reproducción humana asistida) como para impedirlo (control de natalidad). Es indiscutible que existe un derecho natural a procrear pero siempre y cuando se utilice de manera sabia, equilibrada y racional. Una procreación irracional puede llevar a la muerte a muchos niños inocentes que sean concebidos sin ser deseados. Pero también una esterilidad autoimpuesta con fines egoístas es contraria a la voluntad de Dios. La Biblia no especifica, ni mucho menos, la cantidad de niños que deben tener los matrimonios cristianos. Esto se deja siempre a la responsabilidad de los padres.
Artículos anteriores de esta serie:
 1Demografía y control de la natalidad 
 2Crecimiento de la población mundial 
 3El pesimismo de Malthus 
 4Las pirámides de edad  
 5Biblia y política demográfica 
 6Planificación familiar responsable 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ConCiencia - ¿Existe el derecho a tener hijos?