Las «otras maternidades» (V)

En 1986 se habló de esta insólita y, por aquel entonces, bastante increíble posibilidad. De hecho, la idea fue llevada ocho años después al mundo de la ficción cinematográfica por el conocido actor Arnold Schwarzenegger, quien encarnaba el cómico papel de una hombruna madre parturienta en Junior (1994). La prensa había publicado la noticia de que en el futuro sería posible implantar cigotos humanos en el cuerpo del varón "/>

¿Hombres embarazados?

Las «otras maternidades» (V)

En 1986 se habló de esta insólita y, por aquel entonces, bastante increíble posibilidad. De hecho, la idea fue llevada ocho años después al mundo de la ficción cinematográfica por el conocido actor Arnold Schwarzenegger, quien encarnaba el cómico papel de una hombruna madre parturienta en Junior (1994). La prensa había publicado la noticia de que en el futuro sería posible implantar cigotos humanos en el cuerpo del varón

23 DE ABRIL DE 2010 · 22:00

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Al parecer, algunos investigadores estarían interesados en introducir embriones obtenidos mediante fecundación “in vitro” en ciertas cavidades, con suficiente espacio y que pudieran dilatarse convenientemente, del cuerpo masculino. Se sugirieron como preferidas la región que alberga a los riñones o ciertas partes del intestino. Sería como una especie de embarazo ectópico. Durante todo el proceso el paciente se trataría con elevadas dosis de hormonas sexuales femeninas, lo cual podría repercutir en el desarrollo de sus pechos y el parto se realizaría lógicamente mediante cesárea. Los expertos denunciaron inmediatamente aquellos posibles riesgos que amenazaban a todo el proyecto. Se señaló el grave peligro de hemorragias internas, así como la posibilidad de que los huesos del feto en formación sufrieran importantes deformaciones por carecer del necesario espacio vital. A pesar de tales inconvenientes parece que las investigaciones en este sentido no se han terminado y que ciertos estudiosos procuran conseguir hombres embarazados. Más recientemente un embriólogo británico, el Dr. Robert Winston, ha manifestado que la medicina ya dispone de la tecnología necesaria para implantar un embrión con su correspondiente placenta en el abdomen de un hombre, hacerlo desarrollarse sin problemas y alumbrarlo mediante una cesárea (El País, 22.02.99). A la pregunta de cuáles serían las posibles ventajas de esta técnica, se señala la posibilidad de que las parejas homosexuales puedan dar a luz a sus propios hijos, así como las parejas heterosexuales en las que la mujer padezca algún problema que desaconseje la gestación. Aparte del posible peligro que pudiera entrañar y de la grave distorsión que supone de la naturaleza humana, el asunto no merece siquiera ser tratado desde el punto de vista ético debido a lo descabellado, irracional y poco serio que parece. Algunos especialistas en embriología opinan que esta posibilidad técnica plantea graves problemas éticos. En este sentido las palabras del profesor Niceto Blázquez al respecto, son suficientemente significativas: "la ética tiene poco que decir cuando la mofa sustituye a la naturaleza y la especulación mental degenera en chatarrería biomédica" (Blázquez, N. Bioética fundamental, BAC, Madrid, 1996: 444).
Artículos anteriores de esta serie:
1La maternidad de alquiler
2¿Hay aspectos positivos en la maternidad de alquiler?
3Biblia y maternidad de alquiler
4Parto tras la menopausia: ¿madre o abuela?

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