De dragones y libros

Si el dragón se paseara por el Principado durante el 23 de Abril, vacilaría entre llamar a ese día, el día del libro o el día de la rosa, pero nunca el día de Sant Jordi (San Jorge / St. George, patrón de Cataluña y Aragón, de Inglaterra y de Canadá, de Grecia, Rusia y hasta de la China).

18 DE ABRIL DE 2008 · 22:00

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Como es costumbre este día en Catalunya, rosas y libros son regalados con prontitud. Las calles se visten con senyeras donde rosas sin zarzal pueblan cada esquina, y libros -millares de libros- son expuestos sin mesura, con un arrojo que sólo ese día poseen. El 23 de Abril ya ha sido declarado por la UNESCO Día Mundial del Libro, efeméride también de nacimiento y muerte de dos gigantes de la literatura: Cervantes y Shakespeare, abanderados de dos ingentes lenguas a suerte de su expansión: español e inglés. Otras lenguas, como griego y hebreo antiguos -por no decir arameo- han quedado relegadas, pero otros escritores corrieron mejor suerte: La Biblia, escrita por reyes y pescadores, ministros y campesinos, aristócratas y profetas, funcionarios y poetas, médicos, sacerdotes y otros de quienes poco o nada sabemos. Estos libros (término Biblia), escritos durante 60 generaciones, no destacan por su contrastado rigor histórico, tampoco por su trascendencia profética. No es por su ética o moralidad muy por encima de las civilizaciones donde tienen lugar. Tampoco por su sabiduría ancestral, ni por su sugestivo valor poético, ni por otros tantos aspectos. Por encima de todo, destacan porque se percibe el mismo Autor. Y es ahí porque de ningún otro escrito se ha puesto tanto esmero para erradicarlo y desacreditarlo como el que se ha volcado sobre la Biblia, y hoy, este libro continua siendo el libro más leído, editado, traducido, referenciado, interpretado y perseguido -único en cada uno de estos aspectos entre sus semejantes-. Y es que, a pesar de haber pretendido escarnecer las palabras de Dios, siguen hablándonos de la palabra de Dios encarnada, rebrotando única entre sus semejantes cuál rosa de Sarón. Siempre me ha parecido ver que el día de la rosa es un día un tanto más alegre que otros, aunque siempre empañe la oportunidad mercantil y el acto artificioso, en general quien recibe una rosa se puede sentir contenta porque hay alguien que ha pensado en ella, hay alguien que la quiere. Este libro nos habla que hay alguien que piensa en cada uno de nosotros. Hay alguien –el mismo Dios- que nos ama profundamente. Nos entregó su rosa más preciosa, la más bella, la única que cubría nuestra suciedad. Aquella rosa tuvo que ser también cortada, su vida sesgada. No para darnos un instante de felicidad sino para darnos vida y vida en abundancia. Si quieres encontrar esa única rosa, sin duda la hallarás en este único libro. El libro que narra la historia del dragón que fue vencido, en Catalunya y hasta en la China.

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