Sólo eso, que no es poco

Sólo tengo mi boca, Para el beso, la palabra, el te quiero, Para mecerte, sonreírte, Sólo tengo mi boca. Sólo tengo mis ojos, Para mirarte, seguirte, soñarte, Para tus lágrimas, las mías, Sólo tengo mis ojos. Pero es que todo me parece poco para tenerte ¿Podrá un solo corazón abarcar tu mirada? ¿Podré ser yo, sólo yo, ante tu pequeñez infinita? Y cuando me sonrías, cuando me toques, me busques y Reclines en mí tu cabeza, Sólo tendré mi cuerpo para recibirte ¿Será suficiente para un gesto eterno? Sólo tengo lo que soy, Mi debilidad, más patente, aún, ante tu llanto. Y cuando cierres los ojos, Al arrullo de mi voz, sostenido por mis manos ¿Tendré fuerzas suficientes para mi abrazo? ¿Tendré amor suficiente para enamorarte, enseñarte, convencerte? Por fin, sólo tengo, pequeño, la verdad de no estar sólo, La certeza de que otras manos ya te sostienen, Otros ojos te velaron antes de ser, Y otra boca ya pronunció tu nombre Sólo eso, que no es poco.