La tumba del rey Herodes

El pasado 8 de Mayo se hizo pública la noticia del descubrimiento donde se encuentran los restos del mausoleo de Herodes el Grande. El hallazgo fue realizado por el profesor Ehud Netzer, en nombre del Instituto Arqueológico de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

19 DE MAYO DE 2007 · 22:00

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Netzer lo buscaba, en diferentes campañas desde 1972, hasta que lo encontró situado en el noreste de la ladera del monte Herodión, donde Herodes construyó un palacio-fortaleza que recibió su nombre, y que sería su residencia de verano y su tumba. Este palacio-fortaleza está construido en el lugar donde venció a las fuerzas de Antígono, cuando era perseguido en su camino hacia la fortaleza de Masada. Posteriormente se presentó en Roma y con ayuda de Antonio, fue nombrado rey de Judea. Recuperó Jerusalén enfrentándose de nuevo a Antígono, último descendiente de la dinastía hasmonea, que con ayuda de los Partos se había revelado contra el yugo romano. Herodión está situado en la cima de una colina semiartificial, con aspecto de cono volcánico, a 15Km al sur de Jerusalén y a unos 5Km de Belén. La fortaleza tiene unos 62mts de diámetro y su muralla es doble, levantándose 30 mts de altura sobre las rocas de la colina. En su interior había 7 plantas. Las dos inferiores eran cimientos subterráneos, reforzados por techos abovedados.
Al terminar la muralla cilíndrica, se rellenó por fuera con un terraplén de tierra y grava, alcanzando aproximadamente hasta el 5º piso. Viéndose solo 1/3 de su altura desde el exterior. En su interior Herodes construyó un Palacio con todo lujo de detalle. El recinto está dividido en dos partes. En una de ellas había un patio ajardinado. En la otra las distintas dependencias, incluyendo una pequeña casa de baños. Cuatro torres vigilaban el horizonte. Tres de ellas semicirculares, adosadas a la muralla, y la cuarta circular, de 18 mts de diámetro, coronada de varias plantas desde donde se podía ver el desierto de Judea, el mar muerto y las tierras de Moab. En la excavación se detecta, que el mausoleo fue desmontado en época muy antigua, quedando solo el basamento, trozos de un sarcófago de unos 2,5mts de piedra caliza rojiza, adornada por rosetones con una cubierta triangular. Tanto por su forma como por el material empleado se trata de una tumba similar a la de los reyes en Jerusalén. No se ha localizado ninguna inscripción en el Herodión, aunque se espera que aparezcan en trabajos sucesivos. El sarcófago está roto deliberadamente en centenares de pedazos. Esto pudo ocurrir durante la destrucción del monumento, en la rebelión judía contra los romanos entre el 66 al 72 AC. La primera excavación arqueológica en el Herodión la realizó el padre Virgilio Corbo del Instituto Bíblico Franciscano entre 1963 al 1967. El complejo del Herodión, además de la fortaleza, tiene a los pies un conjunto palaciego de varios edificios, y un amplio estanque de 70mts de largo 46 de ancho y 3 de profundidad. El estanque era surtido por un acueducto de unos 6 Km, que traía el agua desde la fuente de Artas. En su centro dispone de una plataforma de 15mts de diámetro, con columnas, donde se accedía con barca, y estaba destinado al relajamiento y diversión. Todo el conjunto palaciego contaba con hermosos jardines alrededor de las dependencias, y de un gran edificio monumental. Herodes realizó en todo su reino grandes obras. Entre ellas, cabe destacar en Cesarea el puerto, la muralla semicircular, un templo en honor a César, un anfiteatro, un teatro, un estadio y un mercado. A Samaria la renovó con la muralla, el templo, el foro típico de ciudad helenística, y el estadio, cambiando el nombre de la ciudad por el de Sebaste (Augusta). En Jerusalén realizó obras tan importantes como su palacio, la ciudadela de Torre Antonia, junto a la zona templaria, que la renovó y amplió con tal lujo de detalles que Tácito, autor romano, dice de él “ Un templo de riquezas inmensas”. Además construyó un hipódromo, un teatro y anfiteatro, así como la reconstrucción de los muros. Igualmente podríamos mencionar de Masada, Jericó, etc. La principal fuente histórica es la del historiador Flavio Josefo, que describió el entierro de Herodes en el año 4 A.C. (esta fecha incluye la corrección de la cronología ordinaria calculada por Dionisio el Exiguo en el siglo VI). Josefo narra la suntuosidad del acto fúnebre que incorporó todos los ornamentos reales en la procesión. El féretro era de oro con incrustaciones de piedras preciosas, una cubierta de púrpura bordada en varios colores. El cuerpo envuelto en una túnica púrpura, llevaba una diadema y una corona de oro junto con el cetro en la mano derecha. Alrededor de féretro iban los hijos y un gran grupo de amistades, y también su guardia personal. Herodes era hijo de Antipáter el Idumeo, oficialmente judío de religión, pues su pueblo fue convertido a la fuerza por Juan Hircano en el 125 AC. Subió al trono en el año 37 AC. Fue muy cruel y odiado. Eliminó la casa Hasmonea (dinastía legal de Judea) y a todos sus adversarios. Sus manías persecutorias le llevó a dar muerte a su amada esposa Mariamne, y a sus hijos Alejandro y Aristóbulo. Cuando estaba cerca su muerte, sabiendo de la alegría que ésta produciría a los judíos, mandó encerrar en el hipódromo a los principales de ellos, para darles muerte en el momento de su propia muerte, consiguiendo que hubiera duelo en su funeral. Felizmente la orden no fue cumplida. La Biblia menciona en el Evangelio de Mateo 2:1 que Jesús nació en el reinado de Herodes, y que éste, al ser informado por unos magos (Mt 2:7) del nacimiento del rey de los judíos, sintió temor a un posible rival y mando ejecutar, en Belén y sus alrededores, a los niños menores de dos años.

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