"Los videojuegos violentos favorecen los pensamientos y
sentimientos agresivos y la excitación sexual,
lo que explicaría el aumento del comportamiento violento
que se ha registrado entre los jóvenes”
Brad Bushman, coordinador de un estudio realizado
por investigadores de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos

El Síndrome de Caín (II)

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Videojuegos y violencia infantil

"Los videojuegos violentos favorecen los pensamientos y
sentimientos agresivos y la excitación sexual,
lo que explicaría el aumento del comportamiento violento
que se ha registrado entre los jóvenes”
Brad Bushman, coordinador de un estudio realizado
por investigadores de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos

El Síndrome de Caín (II)

Estoy conven

25 DE NOVIEMBRE DE 2006 · 23:00

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Fuentes del diario El País informan de lo siguiente: “En 2005 se vendieron en España cerca de 16 millones de videojuegos y más de dos millones de videoconsolas. Para ayudar a los padres ante este consumo infantil, el Gobierno y RTVE han difundido un decálogo para el uso responsable de televisión y videojuegos.” Uno de los nutrientes del síndrome de Caín es la asimilación de la violencia a través de los ojos, pero el grado de asimilación se dispara cuando además podemos interactuar siendo protagonistas y ejecutores de esa violencia. Eso es lo que posibilitan los videojuegos y algunos de ellos contienen una carga extrema de violencia. Sé de sobra que no todos los videojuegos son malos, pero tampoco son todos buenos y algunos sí que superan el límite de lo negativo y pernicioso. A los padres nos toca establecer el filtro para aquello con lo que jugarán nuestros hijos. Eso es lo que quiero desarrollar en las siguientes líneas. En lo concerniente a los videojuegos, hay dos aspectos fundamentales a tener en cuenta: La Cantidad De Tiempo Que Los Niños Dedican A Ese Entretenimiento. El Contenido Y Temática De Los Videojuegos. EL FACTOR TIEMPO Uno de los problemas que suele plantearse respecto al uso de los videojuegos es el exceso de tiempo dedicado al mismo. Anne Folke, cofundadora de un grupo de presión para contrarrestar lo que considera los efectos dañinos de los juegos de video, sostiene que los videojuegos cada vez consumen más tiempo de los menores, que además "Están en una forma física mediocre, no comen de forma sana, crecen gordos y sufren de insomnio". La adicción, o lo que en otros términos viene a llamarse ludopatía o patología relacionada con una afición incontrolada por el juego, es un problema real. Los usuarios de los videojuegos desarrollan también una ludopatía específica que, según la Asociación Navarra de ludópatas, afecta a un 5 % de los niños. Según dicha asociación, estos adictos a los videojuegos corren un riesgo muy grande de que pasen a ser adultos ludópatas. Los videojuegos pueden convertirse en una alternativa a los juegos de grupo y fomentar el aislamiento y la reclusión del niño en su cuarto. Sé que este no es un asunto demostrado, al menos no podemos hablar de un problema generalizado, por lo que no cargaré las tintas en este aspecto, pero estoy convencido de que todo lo que atente contra la sociabilidad del niño atenta contra su desarrollo; por esa razón los padres debemos estar muy atentos a las horas que el niño pasa con los videojuegos y al efecto que ese tiempo tiene en su conducta. Medir el tiempo que los hijos dedican a jugar con su videoconsola es vigilar su salud. Peter Grosch, director general de un grupo de ayuda a la adicción, de la iglesia evangélica alemana en Mecklenburg, comenta lo siguiente: “La videoconsola y el televisor pueden convertirse en adicción, y con muy negativas consecuencias para los niños: Baja el rendimiento escolar, dejan de interesarse por tomar contacto con otras personas, no se interesan por nada.” Un estudio del hospital Charité de Berlín reveló hasta qué punto los videjuegos están presentes en la vida de los niños. Casi el 70 por ciento de los chicos y el 44 por ciento de las chicas tienen una videoconsola. El nueve por ciento revelaba claras indicaciones de que estaban pasando ante la pantalla más tiempo del que debieran. Los propios niños se daban cuenta de que ocupaban demasiado tiempo ante la videoconsola y que esto estaba afectando sus relaciones con sus amigos y su familia. Martin Zobel, sicoterapeuta de Koblenz, expresa su punto de vista con las siguientes palabras: “Esta nueva forma de adicción al juego suele ser a menudo resultado de problemas familiares: No hay niño con un alto consumo de videojuegos sin una razón para ello – Y añade -. Especialmente en peligro se hallan los niños que se sienten descuidados y que carecen de suficiente estímulo o compañía en casa.” La dificultad para combatir este peligro aumenta por el hecho de que muchos padres son malos ejemplos a imitar, puesto que ellos mismos pasan mucho tiempo frente al ordenador o el televisor. Continuará la próxima semana.
Artículos anteriores de esta serie:
 1El síndrome de Caín 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - FaMiLiA - Videojuegos y violencia infantil