Anxos da noite

Cuando sé bien que alguien necesita de mi ayuda, y por algún tipo de razón no puedo hacer lo que quisiera, mi corazón se llena de misericordia y de dolor.

01 DE DICIEMBRE DE 2019 · 08:00

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 “Nuestro Dios es un Dios misericordioso y muestra su misericordia continuamente; los ciudadanos de su reino tienen también que mostrar misericordia”. John Stott.

“Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra”. Deuteronomio 15:11.                      

“Supongamos que a un hermano o a una hermana les falta la ropa y la comida necesarias para el día; si uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman todo lo que quieran», pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve?” Santiago 2.15-16.

En mi bendita tierra estamos casi entrando en el invierno, invierno en todos los sentidos para muchos; y se acerca Navidad, algo que para la mayoría es sinónimo de que no falte nada, de disfrute, de estar rodeados de todos nuestros seres queridos… Mientras que para otros, el frío por dentro y por fuera, y las necesidades de todo tipo, son la tónica habitual de cada día y de cada noche.

Sé perfectamente que en medio de todo esto, hay personas que viven en medio de la necesidad, el alcoholismo, la drogadicción… Simplemente porque han elegido ese camino; y sé demasiado bien lo que es salir a la calle y encontrar muy cerca a personas así, que ocupan las aceras, los portales, ensucian todo y “son molestos”; pero siempre me pregunto cuando paso por algún lugar donde me encuentro con todo este tipo de situaciones, que es lo que les habrá llevado a una complejidad de este tipo. 

Sé ciertísimamente que para muchos, el haber llegado a ese tipo de situaciones límite, ha sido una opción escogida deliberadamente, y también que para otros ha venido “rodado” por la vida, una vida que cada vez se complica más en los mundos en los que vivimos.

Casi cada día recibo pedidos de ayuda de personas en situaciones desesperadas, y también sé que muchas de ellas…. Son, o no son reales del todo. Pero cuando sé bien que alguien necesita de mi ayuda, y por algún tipo de razón no puedo hacer lo que quisiera, mi corazón se llena de misericordia y de dolor, quisiera poder paliar esa necesidad de lo que sea.

Hay algo que aprendí de forma muy especial de mi madre cuando era muy chiquita, la veía pararse, cuando alguien mendigaba en la calle y dar siempre algo….. En su vejez, sigue siendo la misma; y aunque sé de primera mano lo que es que alguien ... Directamente… “Te tome el pelo”, procuro no olvidar el mandato divino de la misericordia y ayudar en lo que Dios me permite.

Siempre admiré las obras tipo el “Ejército de Salvación” que por estas fechas suelen hacer una cena navideña para los pobres y necesitados de la calle en los días mas difíciles y gélidos.

 

Anxos da noite

Hoy quisiera traer ante todos vosotros una obra y ministerio que admiro con todo mi corazón, estoy refiriéndome a un precioso ministerio de REMAR, en castellano, “Ángeles de la noche”, pero en esta ocasión remitido a mi tierra, por eso…. “ÁNXOS DA NOITE”. Intento dejaros las propias palabras de mi buen amigo y consiervo Antonio Pazos Couto, Pastor de la iglesia “Cuerpo de Cristo”, y encargado de REMAR  en nuestra tierra:

“Este servicio lo realizamos conjuntamente entre la iglesia Cuerpo de Cristo y la organización REMAR Galicia, en toda España y en cualquier lugar del mundo donde REMAR esta presente, pero concretamente en Galicia realizamos “Anxos da noite” en Coruña, Lugo, Orense, Vigo, Ferrol y Santiago, por las noches de 22:00 a 24:00 h. Enfocado a personas que viven o están temporalmente en  calle. En todas las ciudades gallegas hay servicios sociales suficientes para albergar a las personas que por diferentes motivos se encuentran en la calle, aun así hay casos concretos de personas sujetas a adiciones alcohólicas o de drogas que no pueden estar en estos servicios por causa de esas adiciones, también personas con problemas mentales que tampoco quieren acudir a estos servicios; es por eso que salimos por las noches a visitarlos en los lugares donde duermen. Lo que hacemos es llevar bebidas calientes (café con leche, leche con cacao) comida, ropa de abrigo seca tipo calcetines,  calzoncillos, chaquetas, mantas, sacos de dormir, etc. Ofreciéndoles también la posibilidad de dormir en nuestra comunidad por esa noche,  o bien quedarse con nosotros a vivir e intentar comenzar una nueva vida. Atendemos alrededor de 50 personas en toda Galicia, la mayoría varones el 90%, cuando vamos generando amistad y confianza  presentamos el evangelio que finalmente es el motivo de nuestro servicio dar pan para el cuerpo pero especialmente pan para el alma.

Básicamente, ese es el servicio de “Anxos da noite”. 

Admiro a estos hermanos y su ministerio, que no sólo se reduce a esto. Agradecen ayuda, las mujeres de nuestra iglesia ya nos hemos puesto a ello en la medida en la que podemos; si puedes y quieres ayudar, será muy bueno...“El que da al pobre, da a Dios”

Os dejo algunas fotos de esta maravillosa labor, que agradezco a Antonio Pazos Couto por cedérmelas para vosotros; mi intención con todo lo que os dejo, no es sólo el poder ayudar, que también….  El que nos concienciemos todos de que son muchas las veces en las que la predicación del Evangelio queda demasiado reducida a meras maravillosas palabras…. Como repetía mi abuela, era un refranero andante...“Obras son amores y no buenas razones”, y en palabras de la Escritura que os dejé al principio, de otro modo y más amplio...

 

Anxos da noite

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Santiago 2:14-17

Pido al Señor que vivió en este mundo en la persona de Jesús, un Jesús que veía a las multitudes, y a las personas en particular y se llenaba de compasión, que nos haga discípulos suyos de verdad, y podamos llevar y transmitir con esa preciosa misericordia y compasión, el maravilloso e incomparable Evangelio de Amor.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Anxos da noite