Quitando el candado de mi vida con su precioso amor

La historia del amor precioso de Dios por todos nosotros, se repite una y otra vez a lo largo de los años, de los siglos.

06 DE OCTUBRE DE 2019 · 10:00

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 “Yo no vengo a este púlpito esperando que quizás alguien de su propio libre albedrío decida volver a Cristo. Mi esperanza está en otra parte. Espero que mi Maestro eche mano de algunos de ellos y diga: ‘Tú eres mío. Yo te reclamo para mí.” Mi esperanza surge de la gratuidad de la gracia, y no de la libertad de la voluntad.” Charles Spurgeon

Cuenta una vieja leyenda Israelita, que muchos han hecho suya, que un día Jesús y el diablo se encontraron en un camino.

El enemigo de la humanidad pregunto con un tono de asombro y también de burla, ¿Qué ves en los seres humanos que te interesas tanto por ellos?, Jesús humildemente respondió, me intereso por ellos simplemente por que son mi creación, sencillamente porque los amo.

Es cierto, contesto el diablo, tú los creaste; pero ¿crees que vale la pena tanto sacrificio?. Mirando alrededor, Jesús contesto… Nada de lo que yo haga por ellos será en vano ¡Claro que vale la pena! El diablo echó una carcajada y dijo:

¿Acaso crees que ellos valoran todo lo que haces? Observa bien a tu creación, ellos siempre te rechazan; es cierto, dijo Jesús; ellos me rechazan, pero no son todos; muchos me aman, y son felices. 

¿Es que no te das cuenta, contesto el diablo, que ellos prefieren estar conmigo? Mira en todos los lugares en donde yo marco el terreno,  todos están allí alegres, nada les falta; ahora mira en tus Iglesias, apenas unos pocos que con el tiempo, también serán atraídos a mí.

Al momento, algunas lágrimas corrieron por el rostro de Jesús; pues Él sabía que sus hijos, que con tanto amor había creado, y por quienes había muerto, ahora huían de Él.

Más tarde, lentamente, bajo la mirada y observo sus manos. Allí estaban los orificios de los clavos que le atravesaron cuando dio su vida en una cruz por los que ahora lo rechazaban; luego miro a su enemigo y dijo, ellos volverán a mí, algún día no soportará más las aflicciones que tú les causaste... Algún día se encontraran tan enredados en problemas, tan desesperados por los errores que tú los impulsaste a cometer, que ya no verán otra solución más que correr a mis brazos; porque yo siempre los esperé. Hace  mucho, derrame mi sangre por ellos en una cruz, ellos me pertenecen.

El diablo continúo su camino hacia el mundo, con la única intención de causar más dolor, de causar más llanto y sufrimientos en las personas; su único objetivo sigue siendo producir desgracia, dolor, dividir hogares, provocar muertes inesperadas…

Jesús quedo esperando en el camino con sus brazos extendidos, su única intención  sigue siendo  llenar de felicidad y gozo a todo aquel que libremente corra a sus brazos; Solamente quiere reconstruir las vidas que el diablo tanto ha dañado. Sólo quiere salvar al mundo del pecado…

Y sentado Jesús junto al camino, mientras sigue esperando por sus hijos, en el polvo y con su dedo sigue escribiendo…

 “Por que de tal manera amo Dios al mundo, que dio a su único hijo, para que el que en Él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna”…

Me parece de lo más tierno esta preciosa historia, ilustración, leyenda, o como queráis llamarla; simplemente, de una forma realmente deliciosa, nos trae a la memoria todo el amor de Jesús por nosotros, nosotros sus hijos, nosotros que una y otra vez le fallamos, nos equivocamos, nos apartamos del camino…

La historia del amor precioso de Dios por todos nosotros, se repite una y otra vez a lo largo de los años, de los siglos… Nosotros fallamos; Él sigue amando… Nosotros somos infieles tantas veces; Él sigue siendo fiel… ¡Sigue siendo fiel!

En estos momentos, una vez más en la historia de mi vida, me sigue conmoviendo en lo más profundo de mi ser el gran amor de mi Señor por mi. 

Es muy cierta la frase de Spurgeon que os dejé al principio de este artículo, no soy yo, ni mi voluntad… En primera y última instancia, es el Amor y la Gracia de mi Señor que me atraen, me seducen, y me vuelven hacia El una vez tras otra.

Os dejo para terminar, un precioso clásico en la espléndida voz de Lynda Randle,  “God On the Mountain”; porque ese es mi Dios y su amor por mi; da lo mismo que sea en la montaña más alta de mi vida, o en el valle más profundo; sigue siendo mi Dios de amor… Yo no puedo hacer otra cosa más que rendirme…. Rendirme… Rendirme... 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Quitando el candado de mi vida con su precioso amor