El consuelo de la oración

¿Por qué subestimamos una de las herramientas más poderosas que tenemos como cristianos?

10 DE AGOSTO DE 2019 · 18:00

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Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que, así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación. 2 Corintios 1:7

Millones de cristianos sufren persecución en el mundo de múltiples formas. Cuando leemos una historia, o un testimonio de uno de ellos, sus tribulaciones nos arrastran a una realidad de la que no somos conscientes en occidente. Dependiendo de nuestro interés, empatía y circunstancia en la que leemos o oímos estos fragmentos de la vida de alguien, solemos sentir más o menos dolor y pena. Tristemente la realidad no deja de ser distinta y nos preguntamos a nosotros mismos:

“¿Qué puedo hacer yo? ¿Cómo puedo cambiar, aunque sea de forma minúscula la vida de alguien? Solo puedo orar”

“Solo me queda orar” es una frase desalentadora en la que has podemos observar matices de derrota. ¿Por qué subestimamos una de las herramientas más poderosas que tenemos como cristianos? No nos equivoquemos, cuando la palabra dice en 1 Juan 5:14: Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye, está hablando de algo real, algo vivo, algo propio del Dios de los milagros.

En la segunda carta a los Corintios Pablo explica esto de la mejor manera posible, a través de una experiencia personal. Pablo sufrió persecución y tribulaciones en uno de sus viajes a Asia y cuándo escribe a los Corintios relatando los hechos expone un punto clave:

Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte; cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos.

Dios los había liberado de un peligro seguro sí, pero aquí Pablo habla de la cooperación a través de la oración de muchas personas, la bendición en el ministerio, ese don que Pablo agradece a Dios y a la intercesión por medio de muchos. Podemos entonces ver de forma simple como Pablo habla de la oración como algo efectiva, pero ya no solo de la oración particular sino de la oración unida como iglesia, como cuerpo de cristo. ¿Cuáles son los efectos de esta oración por medio de muchos?

El primero es fácil, Pablo lo dice claramente. Dios escuchó los clamores y vio que sus corazones estaban dispuestos a Él por lo que en esa ocasión Dios los libró de la muerte. Y aunque esta manifestación sobrenatural de la intervención divina nos impresiona, Pablo habla de otra que Dios también concede a través de la oración de muchos.

Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que, así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.

Pablo no era extraño al sufrimiento a causa de la fe en Jesús. Como Saulo de Tarso persiguió y asesino a muchos cristianos por seguir a Cristo, pero una vez que tuvo el encuentro con Jesús y fue cambiado le tocó sufrir a él las aflicciones de Cristo. Y es que tal y como Jesús sufrió durante su ministerio en la tierra, los que desean seguirle de forma fiel y sincera tampoco lo tendrán fácil. Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús dice la palabra en 2 Timoteo 3:12.

Gracias a Dios no tenemos que enfrentarnos a esto solos, Él está de nuestro lado y nos ofrece consuelo a pesar de las circunstancias. Sin embargo, Dios no nos da este consuelo simplemente para que nos lo quedemos, tal y como sucede con los dones, el propósito de Dios con esto es que nosotros a nuestra vez podamos transmitir lo que hemos recibido, para que podamos transmitir ese consuelo a aquellos que lo necesitan.

 

El consuelo de la oración

Bendito sea el Dios y padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

Así abre la carta Pablo y así concluyo yo con la siguiente reflexión:

Millones de personas de personas están siendo perseguidas por su Fe. Apoyarles de forma económica es importante, pero con tu oración puedes impactar sus vidas de una forma genuina. A través de nuestra oración unida Dios puede hacer milagros, los presos pueden ser liberados, los enfermos sanados y los muertos resucitados. Te animo a creer en esto, a leer sus historias y conocer sus vidas, a orar a Dios intercediendo por la vida de estas personas. Sé parte de un movimiento global, se un compañero de oración de la iglesia perseguida, acompañando su caminar, sufriendo cuando sufran, pero también ofreciendo el consuelo de Dios, ese consuelo que cambió un día tu vida. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - En Tierra Hostil - El consuelo de la oración