Los cisnes y la otra vida

Estas aves han sido desde siempre un símbolo de belleza y fidelidad debido, sobre todo, a la blancura de su plumaje y a su monogamia.

06 DE ABRIL DE 2019 · 19:00

De las varias especies conocidas de cisnes, una de las más raras -aunque emparentada con el cisne blanco vulgar- es el cisne negro de Australia (Cygnus atratus), como este ejemplar del Zoológico de Jerusalén. / Antonio Cruz,
De las varias especies conocidas de cisnes, una de las más raras -aunque emparentada con el cisne blanco vulgar- es el cisne negro de Australia (Cygnus atratus), como este ejemplar del Zoológico de Jerusalén. / Antonio Cruz

el búho, el avetoro, el cisne,

(Lv. 11:17; NVI).

El “cisne” no aparece en la Reina-Valera de 1960 sino en otras versiones de la Biblia, como la NVI y similares. Éstas suelen incluirlo en las listas de los animales impuros (Lv. 11:17; Dt. 14:16), unas veces, en lugar del ibis y otras en vez del calamón. Estas divergencias entre versiones indican la dificultad de traducir correctamente el término hebreo tinshemeth y acertar con la especie de ave a que se refería el autor bíblico. De cualquier manera, el cisne blanco (Cygnus olor) fue siempre un ave relativamente rara en tierras del Creciente Fértil, por lo que hubo poca necesidad de prohibir su consumo. Solamente se le podía ver durante las breves paradas que realizaba en sus migraciones desde el norte de Europa y Asia hacia el sur y viceversa.

Vulgarmente se denomina “cisne” a varias especies de aves anseriformes pertenecientes a la familia Anatidae. La mayoría de ellas son aves acuáticas de gran tamaño, propias del hemisferio Norte. Aunque es difícil establecer con exactitud su distribución original, ya que las poblaciones salvajes suelen confundirse con las introducidas por el hombre y al revés, ciertos grupos introducidos por el ser humano se liberaron y naturalizaron posteriormente. En invierno, las poblaciones del norte se trasladan hacia el sur (mar Amarillo, Egipto, golfo Pérsico, India, Corea y Japón). Debido a su belleza y majestuosidad, los cisnes han sido introducidos por el hombre en estanques y jardines de los cinco continentes.

Estas aves han sido desde siempre un símbolo de belleza y fidelidad debido, sobre todo, a la blancura de su plumaje y a su monogamia. Son aves que se emparejan para toda la vida. La blancura inmaculada de sus plumas sólo se interrumpe en el pico, que es de un naranja intenso, mientras que de él sube una línea negra que le rodea los ojos. Poseen un gran tamaño, en relación al resto de las anátidas, ya que pueden alcanzar hasta un metro y medio de altura y pesar unos 15 kilos, en el caso de los machos. Su cuello largo y esbelto junto a las alas de color blanco puro le confieren majestuosidad. Como son tan pesados, para elevar el vuelo tienen que impulsarse mediante sus patas. A pesar de ello, en el aire realizan un vuelo elegante y limpio. Cuando migran en invierno hacia climas más cálidos, lo hacen en grupos que vuelan a una media de 100 Km/h.

En la Biblia se les concede poca atención a estas aves ya que apenas frecuentaron su geografía. Sus avistamientos suelen ser fugaces. Sin embargo, otras civilizaciones como la griega o la romana llegaron a mitificarlas. En el mundo heleno, los cisnes estaban consagrados al dios de la música Apolo, ya que se pensaba que estos animales poseían también un alma inmortal y que cantaban melódicamente antes de morir, pues preveían las bondades que les esperaban en la otra vida.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ConCiencia - Los cisnes y la otra vida