Carrizos y carriceros bíblicos

Y se alejarán los ríos, se agotarán y secarán las corrientes de los fosos; la caña y el carrizo serán cortados. (Is. 19:6)

El carrizo es una especie de caña pequeña, del género Phragmites y de la familia Poaceae, que abunda en los humedales o regiones pantanosas de Israel y también por todo el mundo, puesto que se trata de una planta cosmopolita. Suele encontrarse junto a los tramos más bajos de los ríos ya que ahí, la menor velocidad del agua permite que sus raíces arraiguen bien. Además, es un vegetal que puede soportar bien ciertos niveles de salinidad, por lo que se le puede encontrar en las desembocaduras y en zonas más salobres. Constituyen un hábitat ideal para muchas aves acuáticas, como patos, fochas, garzas, avetoros o carriceros y carricerines del género Acrocephalus. Estos dos últimos llamados precisamente así debido al lugar que ocupan.

Los carrizales están formados por pequeñas cañas del género Phragmites que abundan en los humedales o regiones pantanosas y a la orilla de ríos como el Jordán. En hebreo se denomina aroth, עָרוֹת, mientras que en la Septuaginta se tradujo al griego como to akhi to khloron pan, τὸ ἄχι τὸ χλώρον πᾶν, es decir, “toda la hierba verde”, en referencia a los densos carrizales que crecían junto a las riberas del Jordán. Únicamente se menciona en el libro de Isaías 19:6 en relación a las profecías acerca de Egipto. La terrible crisis ecológica que ocurrió en este país fue consecuencia del equivocado criterio de los consejeros del faraón. Hoy como ayer los desatinos humanos contra la naturaleza diseñada por el creador se continúan pagando muy caros. No obstante, mientras existan carrizos y carriceros en la tierra, habrá lugar para la esperanza. Los cristianos debemos amar y proteger la naturaleza puesto que ésta nos habla muy claramente acerca de la sabiduría de Dios.

El carricero común (Acrocephalus scirpaceus) es básicamente una pájaro de carrizal, presente en Israel y por todas la cuenca mediterránea, que construye su nido con hierba, cabezuelas de carrizo y musgo, entretejiendo todos estos materiales alrededor de varios tallos verticales de carrizo. Este ejemplar fue capturado con redes por los ornitólogos para realizar un censo de población y después, por supuesto, fue liberado.