Cristo mi camino guió

Mi madre siguió cantando su fe hasta pocas horas antes de fallecer.

16 DE FEBRERO DE 2019 · 19:27

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Mi madre confesó su fe por medio del canto toda su vida. Se crió en la Iglesia Presbiterian El Mesías de Corpus Christi, Texas donde cantó en la iglesia y en el coro himnos antiguos traducidos del inglés. Cuando Dios la llamó al ministerio a lado de mi padre ellos adoptaron otro himnario y comenzaron a cantar juntos. Como familia cantamos juntos los seis en muchas ocasiones. Mi madre siguió cantando a través de su vida y hasta tradujo algunos himnos del español al inglés para poder compartirlos con sus colegas de habla inglesa.

Por eso no es de sorprender que cantó hasta el final de su vida. En los últimos días de su existencia en la tierra, tan pronto escuchaba la guitarra se ponía a cantar. Su memoria le falló en otras áreas, pero ella siguió cantando su fe hasta pocas horas antes de fallecer.

Pero fue el domingo anterior a su muerte que se quedó marcado en mi memoria. Llegaron hermanos de Iglesia la Roca (Colorado Springs, Colorado) después del culto dominical a hacer un culto con ella en el hospital convaleciente donde se estata tratando de recuperar. Después de que la iglesia cantara varios himnos y coros favoritos, ella pidió cantar un himno de su parte. No era conocido para la mayoría siendo era de los cantos de su juventud.

Un día el mundo dejaré;     

A la dorada playa iré ; 

Llegando al cielo cantaré, 

"Cristo mi camino guió".  

 

Cristo mi camino guió; 

Paso a paso me llevó. 

Al final de la jornada, 

A los ángeles diré, 

"Cristo mi camino guió".  

 

Y desde el cielo al revisar 

A mi terrestre caminar, 

Seguro estoy que he de probar: 

Cristo mi camino guió.  

 

Mi senda aquí enderezó; 

Las sombras negras me quitó; 

Mi corazón él transformó; 

Cristo mi camino guió.

 

Sólo cantó el coro, pero lo hizo con esa voz sonora, aunque debilitada, que tanto habíamos disfrutado a través de los años. Lo que no pudimos entender al momento era que ella estaba cantando su confesión de fe, la confesión que la guiaría de esta vida a la presencia del Señor. Seguramente ella había cantado este himno muchas veces de niña y joven. Pero también lo había vivido en el transcurso de su caminar en la tierra. Aunque no nos dimos cuenta en el momento, después entendimos que ella ya estaba anticipando lo que haría tres días más tarde.

Mi madre vio la dirección del Señor a través de momentos difíciles. Ella escuchó el llamado de Cristo y lo siguió el resto de su vida. Ella y mi padre sirvieron a los más necesitados y vieron la mano del Señor en esas situaciones. De joven perdió la capacidad oir a penas que usara un aparato auditivo. Años más tarde le harían una intervención quirúrgica que le perdió recuperar la capacidad auditiva. Cuando era madre joven le diagnostican una enfermedad mortal. Pero ella siguió sirviendo y vio la mano milagrosa del Señor quien la sanó completamente. Pasó el dolor de la muerte repentina de una de sus hijas, dolor que la marcó profundamente y la hizo preguntarse sobre la manera en que Dios estaba obrando. Y al final de su vida se preguntó porqué Dios la estaba dejando pasar por ese proceso.

Pero, a pesar de estos momentos difíciles, ella siempre fue fiel al llamado de su Señor. Y la confesión que aprendió como niña nunca cambió. Ella sabía que Cristo la había guiado. Su vida fue un testimonio de esta realidad. Y por eso pudo cantar con confianza y convicción ese domingo de que pronto daría testimonio a los ángeles de que Cristo la había guiado a través de la trayectoria de casi 82 años de vida.

Probablemente yo lo haré con otro canto, pero al llegar “al final de la jornada” espero también poder encontrar el canto o la palabra que me ayude a confesar a quienes me acompañen que “Cristo mi camino guió….”

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Cristo mi camino guió