Thomas Edison y el reto de superar las dificultades

El valor de todo lo que llegó a ser este genio de la humanidad, creo que lo tiene en un muy alto nivel su propia madre.

26 DE ENERO DE 2019 · 13:00

Retrato de Edison trabajando en 1890, por Abraham Archibald Anderson. / Wikimedia Commons,
Retrato de Edison trabajando en 1890, por Abraham Archibald Anderson. / Wikimedia Commons

Recuerdo ver repetidas veces cuando era niña, y en familia, una película acerca la vida de Thomas Edison, sobre todo desde niño y adolescente, y lo imprescindible que fue para su vida la influencia de su madre….. La verdad es que nos encantaba a todos, es una historia dura y muy tierna a la vez. No recuerdo mucho los comentarios de mi padre, cuando no existían los móviles y todos estábamos calentitos y juntos disfrutando de una misma cosa; tampoco los de mi madre, tal vez era demasiado chica para recordar o percibir lo que comentaban con total claridad. Pero sí recuerdo lo que me gustaba, lo que sacaba para mis adentros y lo que aprendí, viendo aquellas películas.

El valor de todo lo que llegó a ser este genio de la humanidad, creo que lo tiene en un muy alto nivel su propia madre; cada vez que algo salía mal y todos se burlaban, o cuando quedó completamente sordo, y sobre esto hay diferentes versiones, desde una paliza de su padre, hasta una explosión causada por él mismo…. Los brazos de su madre estaban siempre allí entre lágrimas, y protegiendo el dolor y las burlas sobre su hijo.

Hay una anécdota real sobre Edison y su madre, que me enternece profundamente, y creo que ahí está la respuesta a lo que llegó a ser su vida……...

Un día, Thomas Alva Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota; Él le dijo a ella: “Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre.”

Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella “leyó” en voz alta la carta que le trajo su chico:

“Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted”.

Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo.

Un día, él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia, repentinamente, vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio; él lo tomó y lo abrió, en el papel estaba escrito……..

“Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela.”

Edison lloró por horas, entonces él escribió en su diario: “Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo; pero por una madre heroica se convirtió el el genio del siglo.”

En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo y marcarlo para siempre, le dio un giro completamente y ¡le inyectó seguridad y certeza a su hijo! Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto, que creció y murió siéndolo.

Es asombroso el poder que tienen una madre sobre sus hijos, enfrentando en ocasiones los retos más difíciles.

Realmente esta historia me hace llorar, todas las madres nos han conocido y nosotras conocemos a nuestros hijos; conocemos casi todo de ellos; aunque no nos lo digan, simplemente lo intuimos, casi lo palpamos, y dependiendo del modo en que lo enfoquemos, tal vez lo veamos o, como en el caso de Thomas, sea cuando nosotras ya no estemos; pero a pesar de toda otra influencia o circunstancias, seremos la clave secreta en las ocasiones más difíciles que tengan que afrontar nuestros propios hijos.

“El genio es uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración”.

“La caridad es una virtud del corazón, no de las manos”.

“Muéstrame un hombre satisfecho y te mostraré a un hombre fracasado”.

“Quien no se resuelve a cultivar el hábito de pensar, se pierde el mayor placer de la vida”.

Thomas Edison

Thomas Edison nació el 11 de febrero de 1847 en Milan, una pequeña población de Ohio (Estados Unidos).

A los siete años, debido a la falta de trabajo, su familia emigró a Port Huron (Michigan) en busca de un futuro mejor. Allí, el pequeño Edison asistió por primera vez a la escuela, si bien la experiencia duraría poco más de 3 meses. Su madre sería la que, además de guiar su aprendizaje con gran maestría, sembraría en él el germen de su desbordante curiosidad.

A la temprana edad de 12 años comenzó su actividad empresarial vendiendo periódicos y tentempiés en el tren matutino que iba de Port Huron a Detroit. Con el dinero que generaba, más que suficiente para sus necesidades, compraba libros de ciencia y material de laboratorio para sus inventos.

A los 14, tras salvar al hijo del jefe de estación de un fatídico desastre, el padre del menor, en agradecimiento, se ofreció a enseñarle código morse y telegrafía. Este hecho, en plena era de la telegrafía, le aseguró trabajo como telegrafista hasta que a los 19 años decidiera trabajar por su cuenta como inventor autónomo.

A los 21 años patentó su primer invento: un contador eléctrico de votos para el Congreso. Esta invención, sin embargo, fue un completo fiasco, pero le enseñó una gran lección: no volver a inventar algo que la gente no estuviera dispuesta a comprar.

Dos años más tarde, en 1869, por encargo de la Western Union, la compañía telegráfica más importante por aquel entonces, construyó su primer gran invento: el Edison Universal Stock Printer (una impresora para la cotización de valores en bolsa). Los 40 000 dólares que recibió por esta invención le permitieron centrarse en su capacidad inventiva y abrir su propio taller (en Newark, Nueva York). Desde entonces pasó el resto de sus años dedicado completamente a sus inventos, entre los que destacan:

– El micrófono de carbón (1876): permitió mejorar las transmisiones telefónicas.

– El fonógrafo (1877): primer aparato que permitió registrar y reproducir sonidos.

– La primera bombilla eléctrica de larga duración (1879): primera bombilla incandescente con una duración de aproximadamente 48 horas.

– El quinetoscopio (1891): precursor del proyecto de cine.

Finalmente, el 18 de octubre de 1931, debido a una complicación diabética, falleció a los 84 años de edad, pasando a la historia como uno de los inventores más prolíficos de la historia con la abrumadora cifra de 1093 patentes registradas en vida.

Sé bien que para muchos de vosotros no estoy diciendo nada nuevo; pero por alguna razón, he querido pararme a escribir sobre la vida e historia de un hombre y una madre muy admirados por mi; aunque soy muy consciente de que no todos coincidirán conmigo, y la leyenda negra sobre el carácter de Edison entre otras cosas, puedan lograr que unos cuantos empañen su historia.

De esta historia de vida se  desprenden muchas cosas…..

En primer lugar, como hemos visto antes, la gran influencia y sabiduría para bien de su madre.

También me emociona la gran sorpresa que se llevarían unos cuantos que tocaron su infancia y adolescencia para juzgarle y hacerle más que daño.

Ver los juicios absurdos equivocados e injusto sobre alguien que les doblaba en inteligencia, un genio al que consideraban medio loco.

El poder de las palabras, en el momento de leer totalmente al revés aquella carta del colegio recogida por su madre.

El poder de la constancia y la perseverancia ante las dificultades y fracasos que se le presentaban.

E hilando todo esto como mujer y mujer firmemente creyente en Dios, el ver el hilo que lleva una vida desde las entrañas de una madre, llevado a cabo, sí o si, a través de una vida y vida llena de desastres y dificultades, lo que  Dios tenía predeterminado. Desconozco las creencias en Dios de los Edison, pero todo ello es un ejemplo inmenso para mí, que cuando comienzo mi mañana, me voy a enfrentar a unos cuantos retos tal vez difíciles, me gustaría ser una madre como la de Thomas, y tener su tesón y perseverancia para levartarse una vez tras otras, cuando él sabía, él soñaba, éĺ lo trabajaba; en muchas ocasiones ante las burlas de muchos.

Todas estas cosas me llevan a la vida de muchos personajes bíblicos espectaculares, de un modo muy especial a Noé. ¡Cuántas burlas y toda serie de cosas tuvo que escuchar durante años en su obediencia a Dios construyendo un arca en tierra seca. Pero su obediencia y su perseverancia, salvaron en su rendición a Dios, su vida y la de todos los suyos. Esto hizo que la Biblia diga algo tan precioso como…….. “NOÉ HAYO GRACIA A LOS OJOS DE DIOS”

No sé quién eres que me estás leyendo, desconozco tu edad y las circunstancias de tu vida. Espero que todo lo escrito te haya hecho pasar un buen rato; pero sobre todas las cosas, te haya hecho reflexionar sobre unas cuantas fundamentales……..

Jamás olvides que Dios tiene un plan para tu vida desde antes de que nacieras; si te encuentras en un periodo de pensar que todo es un fracaso, eleva tus ojos al cielo y nunca te rindas. Pero sobre todas las cosas, fija siempre bien tus ojos en Aquel que nació con un propósito muy determinado, nacer para morir, morir por ti y por mi en la Cruz del Calvario, llevando sobre si todo el pecado de la humanidad, también el tuyo; y mediante aquel sufrimiento mucho más intenso de lo que nos podamos imaginar, lograr salvarnos, el que resucitó al tercer día. Y, no sólo nos salva, nos justifica, nos redime… Si le entregamos todo muestro ser. Además está pendiente de cada detalle, por demasiado pequeño o demasiado duro de nuestras vida, ahí está Él siempre para cada uno de nosotros. Hoy te invito a ir a Él, encontrarás una Paz, que nadie más te podrá regalar. Puedo probarlo ¡¡Conmigo lo hizo!!

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