Sello, Reforma, mujer

Fue un acto entrañable, hermoso, de importancia, y perfectamente organizado.

19 DE ENERO DE 2019 · 19:30

Carta de Ruth Dodd.,
Carta de Ruth Dodd.

Hace tan sólo dos días asistí a algo tan esperado, como la presentación del primer sello protestante en España, con motivo del V centenario de la Reforma Protestante y 450 años de la Biblia del Oso, en el Liceo de Ourense. Algo que no me podía perder, no solamente por la gran importancia del evento; sino por vivirlo de cerca como miembro de la comisión organizadora; un proyecto que costó mucho en todos los sentidos, liderado por José Luis Fernández Carnicero, con la ayuda de unos cuantos, destacando a José Caride, y sobre todo la imprescindible ayuda del Señor de la Gloria.

Lo cierto es que había asistido a la presentación del libro, hacía algunos días, luego salimos de viaje, y a la vuelta, de nuevo a Ourense.

Entre todas estas historias, mis ojos no estaban demasiado bien, espero que no sea nada, pero en este tiempo hasta la nueva visita al mi oftalmólogo, no puedo poner lentes de contacto, perdí mis lentes buenas para casa con todos los antireflejantes y demás, y sólo me encontraba con unas gafas de sol graduadas, de color azul, unas atrasadísimas, con las que estoy escribiendo, y unas que compré en la farmacia para poder ver mejor de cerca, es decir….. “A medio gas”, y ¡por supuesto! Una mujer tiene que guardar algunas cosas.. ¡Al menos yo! Y en espera de resolver este tema, mis gafas graduadas de sol que ponía disimuladamente en el pelo aparecieron totalmente dobladas y decidí ir sin nada. Claro que veo, pero no leo y ese día tenía que recibir a todos los medios de comunicación, junto a un compañero. Realmente iba tan cansada, que cuando fui consciente de que tenía que ir ”un tanto por fe”, me sentí en la más absoluta debilidad; pero recordé que en mi propia debilidad, se mostraría el poder de Cristo. De modo que allá me fui con mi collar y mi foulard rojos y abriendo bien los ojos. El Señor estuvo conmigo y me lo puso fácil, pasando el tiempo mi vista se aclaraba y podía sentir oraciones fuertes sobre mí.

Hoy quisiera escribiros de todo este acontecimiento tan importante, pero no como me imagino que harán muchos en distintos lugares; sino desde el punto de vista de una mujer.

Días antes había escuchado de una carta de Dña Ruth Dodd, madre de Betty Dodd Caride, y todo este asunto me quedó en el pensamiento.

¿Qué podría decir del acto? Precioso e impecable, hasta detalles que, prácticamente sólo una mujer aprecia, como todo el decorado floral…  Era delicado y precioso, la magnífica sala del Liceo, es realmente bellísima, y estaba llena a rebosar; en la mesa de la presidencia, además de José Luis Fernández Carnicero, había representado todo tipo de autoridades de diferentes ámbitos. Fue excelente la conferencia del profesor, periodista y teólogo, D. José de Segovia, bajo el título, “La influencia de la Reforma en la sociedad actual”. Por allí desfilaron para dejar unas palabras personas representativas de todo y más, alguien en representación del alcalde la ciudad, representantes de filatelia, correos, Presidente de la Sociedad Bíblica Española, FEREDE. Alianza Evangélica y un etc.… Porque no me quiero olvidar de nadie. Algo  delicioso y muy especial fue el momento en el que todo el público en pie, con Mariano Pérez, Músico y Anciano de la Iglesia Evangélica de la calle Trafalgar en Madrid, y dirigido y cantado, en un momento sola, por la increíble voz profesional de Flor Lago San León, del inolvidable himno escrito por Lutero, “Castillo fuerte es Nuestro Dios”, en una preciosa versión. Aquello fue un momento lleno de lágrimas en muchos ojos, los míos lo podían percibir.. También en los míos propios.

Realmente fue un acto entrañable, hermoso, de importancia, y perfectamente organizado. A continuación hubo un aperitivo, donde pudimos hablar, vernos, era para todo el que quisiera, y después, una comida  en el estupendo restaurante del Liceo de Ourense, para algunas personas, entre las cuales me encontraba; lo cierto es que todo fue entrañable y hermoso, todos teníamos sitio asignado y  a mi me separaron de mi esposo y me pusieron al lado de José Luís Andavert, ¡Espléndida compañía! Cuando nos despedíamos, hablé con José Luis Fernández de unas cuantas cosas y le comenté de mi vista, de que tenía que escribir un artículo, y me dijo que si pudiera hacerlo sobre el sello… Me quedé un poco…. Pero entonces me acordé de la carta comprada en una subasta, encontrada, no por casualidad escrita por la sierva del Señor hace muchos años, Ruth Dodd, llena de sellos y con falta de alguno, en tiempos de la guerra civil española, y ahí si que me animé; por ser mujer, por vivir todo esto como mujer, por la carta de una mujer, en recuerdo de las mujeres que tanto hicieron en tiempos de Reforma en España y recordando una de las tesis de Lutero que hilo por alguna razón con la mujer… ¡Esto me gusta!

Puede que para algunos, esta carta de una mujer, pueda no tener demasiada importancia, si la tiene y mucho, y no solo por el motivo de los sellos. La carta en cuestión la encontró José Luis Fernández Carnicero en una subasta en Madrid por Internet y a un precio alto. No lleva remite, pero fue reconocida la letra por la hija de la escritora. Está enviada desde Celanova, desde la Plaza del trigo, donde había Un alcalde Masón, Benito Cancelo. Suponemos que fue enviada desde allí por motivos de seguridad, eran tiempos de guerra y D. Celestino Puente y Dña. Ruth estaban sirviendo por aquellos lugares… La carta llevaba tres sellos de la República, uno nacional, un sello postal para beneficencia, y se encuentra un hueco donde existía otro. Tiempos difíciles de guerra y persecución. En aquel tiempo, comunistas, masones y protestantes eran metidos en un mismo lote, y fueron tiempos difíciles para el Pueblo Evangélico.

Algo que disfruté mucho en estos eventos, fue de comer o cenar con auténticas autoridades en historia, catedráticos de Universidad en la materia, al entrañable Director del Liceo, que es médico. Lo cierto que no recogí todos los nombres y datos, no sabía que iba a escribir sobre esto, pero charlando en animadas conversaciones, y cuando me volví a encontrar en la comida con el Director del Liceo, ver como me recordaba, charlamos un ratito, y ver su interés, comprobar que todo aquello le complacía mucho, y el dar y recibir un par de besos españoles.

Tal vez un hombre escribiría de otro modo, no contaría absolutamente nada de su vista, sus lentillas y sus gafas de sol graduadas completamente dobladas…. Pero soy mujer, y las mujeres tenemos percepciones y modos de escribir y muchas otras cosas completamente diferentes, pero para nada inferiores.

Sé que encontraréis toda serie de artículos y demás buenísimos. Había muchos medios en aquella mañana; destacar y agradecer la presencia y ayuda de Jaime Fernández, Director del programa  de Radio y televisión gallega de las Iglesias Evangélicas de Galicia, Nacer de Novo.

No sé si todo el mundo puede apreciar la importancia de todo esto, la tiene y mucha, y aquello de… ”Somos un pequeño pueblo muy feliz” Hace mucho que me suena a añejo. Me gusta muchísimo más….  “Somos el pueblo de Dios, somos un pueblo especial, llamados para anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó a Su luz...” .

He escrito como mujer, y tal vez en representación de muchas que podían haberlo hecho mucho mejor que yo, pero feliz por ser una mujer que Cristo libertó, liberó, quitó mis grillos de todo tipo, y ¡¡Aquí estoy para servirle!! Me despido el inolvidable Himno de la Reforma…

 

CASTILLO FUERTE ES NUESTRO DIOS

Letra y Música por Martín Lutero

Traducción por Juan B. Cabrera

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar.

Salmos 46:1,2

 

Castillo fuerte es nuestro Dios,

Defensa y buen escudo;

Con su poder nos librará

En todo trance agudo.

Con furia y con afán

Acósanos Satán,

Por armas deja ver

Astucia y gran poder;

Cual él no hay en la tierra.

 

Nuestro valor es nada aquí,

Con él todo es perdido;

Mas con nosotros luchará,

De Dios, el escogido.

Es nuestro Rey Jesús,

Él que venció en la cruz,

Señor y Salvador,

Y siendo él solo Dios,

Él triunfa en la batalla.

 

Y si demonios mil están

Prontos a devorarnos

No temeremos, porque Dios

Sabrá cómo ampararnos.

¡Que muestre su vigor

Satán, y su furor!

Dañarnos no podrá,

Pues condenado es ya

Por la Palabra Santa.

 

Esa palabra del Señor,

Que el mundo no apetece,

Por el Espíritu de Dios

Muy firme permanece.

Nos pueden despojar

De bienes, nombre, hogar,

El cuerpo destruir,

Mas siempre ha de existir

De Dios el reino eterno.

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