Sigue obrando en mí, Señor

Dios quiere más para nosotros sus hijas e hijos. En el 2019 quiero que Dios obre en mí.

05 DE ENERO DE 2019 · 22:50

Foto: Pixabay (CC0),
Foto: Pixabay (CC0)

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;

Pruébame y conoce mis pensamientos;

Y ve si hay en mí camino de perversidad,

Y guíame en el camino eterno.

Los tiempos de transición, como el inicio de un nuevo año, son buenos momentos para reflexionar. El inicio del 2019 nos invita a parar y hacer cuentas sobre nuestra vida y la dirección que Dios tiene para nosotros. El Señor nos invita a reafirmar nuestro compromiso hacia su futuro, un futuro en que seguimos creciendo hasta estar llenos de la plenitud de Dios. 

El Salmo 139 es una invitación hacia ese proceso. El salmista modela la disposición de crecer por medio de tres confesiones y tres compromisos. El caminar a la luz de las confesiones y decidir practicar los compromisos abre la oportunidad para que este tiempo de transición sea uno en que Dios obre profundamente en nosotros.

Los primeros 16 versículos del salmo presentan tres confesiones claves para el que quiere crecer a la manera de Cristo. Todas tienen que ver con el hecho de que Dios nos conoce desde lo más profundo. Primero, confiesa que Dios conoce todo acerca de él (vs. 1-7). Segundo, reconoce que aunque se quiera esconder de Dios no hay lugar donde pueda hacerlo (vs. 8-12). La tercera confesión es que Dios es su creador y que lo formó desde su embrión (vs. 13-16). Reconocer estas cosas es confesar la soberanía de Dios en nuestras vidas, pero también el hecho de que Dios está al tanto de todo lo que somos. Estas confesiones son afirmaciones de quien es Dios y quienes somos nosotros ante Dios. Pero también nos confrontan con la realidad de que no nos podemos esconder de Dios. Aunque podamos engañar a otros, Dios conoce nuestros secretos más profundos. Es sobre la base de estas confesiones que podemos tomar los compromisos de la segunda parte del salmo. 

La segunda parte (vs. 17-24) nos presenta tres compromisos claves para quien desea seguir creciendo a la plenitud de Cristo. Comienza con la alabanza, un reconocimiento de que Dios está obrando en su vida (vs. 17-18).  Sigue con el compromiso de confrontar el mal (vs. 19-22). Termina con el compromiso fundamental del salmo (vs. 23-24). Pide que Dios lo pruebe, que lo examine. Es un reconocimiento de que el crecimiento espiritual se da cuando nos abrimos a que Dios obre en nosotros. 

Al comenzar el año 2019 me siento como una oruga. Sé que Dios me creó, pero también me doy cuenta que Dios tiene algo más grande para mi vida. La oruga tiene su lugar en la creación divina. Pero su finalidad no es quedarse como oruga. Dios quiere que llegue a ser una linda mariposa. Así también, Dios quiere más para nosotros sus hijas e hijos. En el 2019 quiero que Dios obre en mí. Por eso pido que me examine y me pruebe. Dios sabe todo acerca de mí, incluyendo lo que escondo de otros y he tratado de esconder de El. Al abrirme a ese proceso de examen puedo confrontar lo que me desvía del camino del Señor y ser guiado hacia el crecimiento que Dios quiere para mí. En el 2019 quiero que Dios obre en las áreas “escondidas” de mi vida. Quiero llegar a ser la mariposa que Dios está formando. Sigue obrando en mí, Señor.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Sigue obrando en mí, Señor