Nunca llueve en el sur de California

Cuando pienso en la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11 se me cae, y bien caído, por los suelos todo lo relacionado con la falsa teología de la prosperidad.

17 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 13:00

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Na na nai na na naina nai na na  Californiaaa… ¿Quién no recuerda, ha escuchado alguna vez, o lo que sea acerca de esta preciosa y mítica canción de  Arbert Hamond de los años 70?…

Llevo días con unos cuantos pensamientos sobre mi cabeza que se repiten a cada poco, y que no tienen nada que ver, “a priori “ entre sí. Hace mucho que ronda por mis pensamientos el precioso texto del Salmo 16… “La cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado”, sufíciente, precioso y básico para escribir un buen artículo, ¿no es cierto? Pero no puedo evitar el pensar en lo que está ocurriendo en nuestro pequeño mundo con los incendios de California. Esta mañana, en la reunión con “mis” mujeres de la iglesia, estábamos estudiando y compartiendo sobre la vida de Job, y vamos por las conversaciones con sus amigos, hoy tocamos algo tan precioso como lo de… “El borde de sus caminos” cuando alguien recordó la historia real de Spurgeon y su esposa, en el momento en el que le tuvo que escribir un texto bíblico en el techo de la habitación de ambos. También hoy alguien me recordó la de ciudades con nombres de “santos” que hay en la zona de los incendios, algunas como San Francisco y demás ciudades con nombres de “santos” alrededor. Creo que todas estas cosas nos darían para escribir un auténtico estudio bíblico sobre cada tema; pero sabéis bien que no es mi intención, y lo cierto es que no sé como conjuntar o sacar algo en común de temas distintos que confluyen en mi mente en los últimos días, no es fácil; así que he tenido que decir...” Habla Señor, que tú sierva oye”, para poder centrar mis pensamientos y sacar algo que nos pueda hacer bien a todos, a mi la primera.

Quiero comenzar dejando algo sobre la vida de Job, algo que me apasiona, y que estoy estudiando en profundidad. El tema, la preciosa frase en todos los sentidos de .. “ni siquiera conocemos el borde de Sus caminos” , siempre me pareció fascinante, pienso en la vida de muchos creyentes, pienso en la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11 y se me cae y bien caído por los suelos todo lo relacionado con la falsa teoría de la prosperidad, y, siento si alguien no está de acuerdo conmigo; aquí mi ejemplo máximo es Job, y una y otra vez la Escritura nos dice que Job no pecó con sus labios, no le falló al Señor y no dejó de adorarlo en todo momento, ¿Teología de la prosperidad? ¡Lo siento! Va a ser que no. Y aquí se nos juntan una serie de verdades bíblicas impresionantes. Dios sabía, Dios conocía, Él sabía hasta donde, la respuesta de Job ante todo aquello de lo que se preguntaba el porqué una y otra vez. Fue espantoso, pero el cerco del Señor le protegió hasta que pudo decir…. ”Yo sé que mi Redentor vive……! Y más tarde aquello encantador de… “...De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven..” Y no puedo dejar de hilar esto con lo de… !apenas conocemos el borde de Sus vestiduras! Tenemos un Dios que, por más que ahondemos y ahondemos, claro que le vamos a conocer cada vez más, pero creo que cuando lo veamos cara a cara, y sepamos el porqué de aquello y de lo otro, y por mucho que le conozcamos en todos los sentidos, tendremos que postrarnos ante Él y decir lo mismo, de verdad… Apenas el borde de Sus vestiduras…

Cuando pienso en estos temas tan profundos, y he visto en personas queridas y conocidas por mi, el querer indagar y saber tantas cosas que debemos dejar a los arcanos de Dios, terminar confundidas y negando al Señor; Prefiero ir conociéndole y amándole cada vez más, pero respetando una especie de raya que Él me pone, Sus arcanos son Sus arcanos, lo revelado está revelado, y a mi me toca indagar en respeto y amor, y obedecer; no pretender ser “la reina del manbo” porque voy a terminar muy mal.

Cuando en esta mañana, con “mis maravillosas mujeres” recordábamos la historia de Spurgeon, me hizo más que bien. Supongo que esto es bien conocido por casi todos, pero os lo vuelvo a contar:

Spurgeon, “El príncipe de los predicadores” Alguien recordado con admiración y amor hasta el día de hoy, no era perfecto, y como toda persona que destaca bien en algo, también tuvo sus detractores. En una ocasión, esto le pudo demasiado y casi entró en una depresión. Su esposa ya no sabía como ayudarle, hasta que un día se le ocurrió escribir en el techo de la habitación con letras bien grandes… 

 “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” Mat. 5: 11 y 12

Simplemente el mirar hacia arriba cada noche y ver reiteradamente esas palabras, lograron volverlo a poner en pie y continuar con sus precioso ministerio. Y… Sigo viendo “el borde de sus caminos”.

Estamos viendo el mayor de los incendios ocurridos en Californía, algo ha hecho cambiar un micro clima, aquello de que en un mismo día puedes estar en un lugar de clima semi tropical, y de que puedes bañarte en las más cálidas playas en tono desértico por la mañana y subir una montaña tipo alpina en la tarde, en estos momentos se nos antoja como una frase desafortunada; pero quiero ir mas allá, a la guerra de Secesión de Estados Unidos, norte contra sur, guerra fratricida por intereses. El norte, comercio, industralización, abolición de la esclavitud; el sur, grandes mansiones a lo “Lo que el viento se llevó” grandes plantaciones, en especial de algodón, defensores de la esclavitud negra con todos sus horrores. Han pasado muchos años y muchos horrores, ¿no es cierto? Y en estos días vemos con temblor quemarse muchas de aquellas mansiones vidas y gentes desaparecidas, muertas y un horror interminable….. Y sigo diciendo……. “ El borde de Sus caminos...”.

Y me queda por tocar el primero de los temas que dio a luz este artículo…

El salmista dice: “Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tu sustentas mi suerte, las cuerdas cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha tocado” 5-6

Leí, que ha sido costumbre aun en los tiempos  modernos en Palestina en el norte, y en la llanura de los Filisteos asignar la tierra periódicamente con propósitos agrícolas. La tierra así asignada es medida con cordel. El salmista indica que este mismo método se usó para medir la tierra de Canaán cuando fue asignado a las tribus de Israel. Cuando la tierra ha sido medida, la suerte determina qué sección cada hombre tendrá. Aquellos que desean cultivar la tierra se reúnen por lo regular en un lugar de trilla donde la persona encargada de las operaciones tiene un saco de piedrecillas. Se pone en cada piedrecilla una seña especial para indicar la porción de tierra que representa. Entonces las piedrecillas se ponen en otro saco, y se entregan a un niño, quien las va sacando una por una, y las entrega a cada uno de los hombres que desean cultivar la tierra. Cada hombre, al recibir su “suerte” dice: “Dios mantenga mi suerte”. Cada uno descubre pronto si su sección vale la pena o no.

El salmista escribió: “Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado”. En otras palabras: No temo el destino que me toque porque Dios me bendecirá. Es una convicción de fe que trae bendición porque tenemos a Dios de nuestro lado y El nos asegura la victoria.

El Espíritu Santo como testigo da evidencia que ¨Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con ´Él, para que juntamente con Él seamos glorificados¨ (Romanos 8:17).

Las bendiciones de esta gran herencia esta reservada para nosotros en el cielo. Esta siendo preparada para nosotros ahora en el cielo (Juan 14:1-3). Este es un lugar especial en la presencia de Dios.  Nosotros seremos semejantes a Jesús (1 Juan 3:1-3).

Pertenecemos al Padre como Sus herederos. Él nos ha amado, nos redimió, nos adoptó y nos hizo herederos por Su gracia. Esto es algo que él ha hecho completamente por nosotros en Su propia y libre voluntad soberana. Pero nosotros también tenemos a Dios como nuestra propia herencia. El Salmista dijo, Él es ¨mi porción por siempre¨ El Señor Dios, es nuestra herencia.

¿¿Queréis algo más?? ¡¡Creo que es imposible!! Es muy tarde en mi noche y sobre mi mar, pero cuando he intentado juntar tres cosas aparentemente muy diferentes, sólo puedo decir…..

“ El borde de Sus caminos…..”

¡… Es hermosa la heredad que me ha tocado..!

Mi precioso Señor…. ¡¡Te amo, te amo mucho!

¿Quieres poder decir lo mismo que yo? ¡¡¡Simplemente ríndete al pie de la Cruz!!

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