¿Por quién(es) murió Cristo?

El propósito de la muerte del Hijo de Dios.

25 DE AGOSTO DE 2018 · 21:30

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Sólo hay cuatro respuestas lógicas posibles a la pregunta: ¿por quién murió Cristo?

Son las siguientes:

  1. Cristo murió por todos los pecados de todos los hombres.
  2. Cristo murió por todos los pecados de algunos hombres.
  3. Cristo murió por algunos pecados de todos los hombres.
  4. Cristo murió por algunos pecados de algunos hombres.

Si las respuestas tres o cuatro fuesen ciertas, la salvación no sería posible así que las podemos descartar ya de entrada.

Nos quedamos, entonces, con respuestas uno y dos.

 

Postura #1

Postura número uno es la perspectiva de los universalistas, los cuales creen que todo el mundo irá al cielo sí o sí. Puesto que Cristo ha pagado por todos los pecados de todos los hombres, es imposible que los pecadores perezcan eternamente porque Dios sería injusto si exigiese dos pagas por los mismos pecados.  

Los católicos también abrazan la primera postura, no obstante, a diferencia de los universalistas, creen que el ser humano no puede ser salvo a no ser que deposite su fe en la obra del Señor Jesucristo. 

Pero la pregunta que habría que lanzar a un romano es: ¿es la falta de fe un pecado? ¿Es la incredulidad pecado? 

Evidentemente, la incredulidad es un pecado –el pecado más grande de todos según Lutero- porque nos condena. Entonces, si Cristo no ha muerto por nuestro pecado de incredulidad, el católico coherente tiene que abrazar la tercera postura. Y como ya hemos destacado, la tercera postura es un anti-evangelio porque convierte la salvación en una imposibilidad.

Es por esta razón que el Vaticano apela a conceptos tales como la penitencia, la intercesión de los santos y las vírgenes y el purgatorio para que el creyente sea perfectamente justo ante Dios.

 

Postura #2

La postura del protestantismo clásico o de la fe reformada es la segunda respuesta, esto es, que Cristo ha muerto por todos los pecados de algunos hombres.

¿Quiénes son aquellos hombres? ¡Las ovejas, los escogidos, la iglesia, el pueblo de Dios! Cristo pagó por el pecado de incredulidad de los suyos, comprando su fe y arrepentimiento en la cruz  del Calvario para que fuesen salvados eternamente.

Un verdadero protestante, pues, puede descansar enteramente en la perfecta justicia de Jesucristo para estar en paz delante de Dios. No tiene que recurrir a su propio mérito para apaciguar la santa ira de Dios porque Cristo ya pagó por él. 

La segunda postura, gracias a Dios, ofrece a todos los cristianos la plena seguridad de la salvación.

 

Conclusión

Haríamos bien como pastores y creyentes evangélicos en volver a estudiar el asunto de la obra sacerdotal de Jesucristo para que nuestro Señor sea grandemente glorificado de nuevo en medio del pueblo protestante y que los corazones de su amado pueblo sea consolado con el beso de su gracia salvadora.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Brisa fresca - ¿Por quién(es) murió Cristo?