Sabores y saberes de la vida

Sé que me podrás decir a través de mi destartalada existencia que ¿quién eres tú para analizar tantos sinsabores y saberes de la vida? pero sepas que quiero ser como dócil barro que se pone en las manos del Alfarero mayor.

04 DE AGOSTO DE 2018 · 21:45

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Me he propuesto, Dios mío, escribirte unas cartas en este mes de Agosto. Atrevimiento de mi imaginación e irresponsabilidad por asumirlo. Y tratando de justificar mi plan para este mes, me he dicho: también tengo que descansar de mi “aprendizaje como escribidor” y simplemente escribir lo que se me vaya ocurriendo entre los SABORES Y SABERES DE LA VIDA. Y aquí estoy alarmado y sorprendido preguntándome si tengo el derecho de decirte cosas a Ti, o decir de Ti para mí y los demás. Te supongo, muy bien conocido por mí y, por tanto, me supongo muy autorizado para presentarte… Repaso lo dicho y me digo que se trata de un grave síntoma de arrogancia teológica y de años de Pastoral.

Perdóname. Pero no quiero en estos meses vacacionales que me pongas en estado de silencio aunque sí de escucha. Quiero usar un tiempo que, sin recurrir a léxicos, investigaciones, diccionarios bíblicos, lecturas especializadas, ni siquiera a Wikipedia, por medio de estas cartas me digas qué me dices a mí, de Ti. ¿Qué escribo de Ti? ¿Qué no debo escribir?; enséñame a escuchar todo de tus revelaciones: tus cartas y tus textos en la Naturaleza. Que pueda aprender más de lo que Tú ya me has dicho: por la vibración del ala de una mariposa, por el agua, que además de refrescarnos, nos alimenta, como a las plantas, y por medio de éstas a los animales de la tierra, siendo la base de sus jugos y fluidos, diluye los alimentos, apaga la sed y lleva flotando sus cargamentos. Y me río, como creo que Tú te ríes, de esas costosísimas inversiones para descubrir agua en Marte, ese planeta rojo en contraste con el azulado nuestro por la realidad de tan rico elemento, y no se invierte casi nada en la creación de nuevos empleos para los que están sin trabajo.

Y ya ves, ni siquiera he empezado la carta sabiendo cómo nombrarte, cómo dirigirme a Ti, que pueda resultar novedoso pero digno, amigable pero reverente: “¿Querido Invisible Evidente?” No, no me complace. Y me doy vueltas, y encuentro que en mi finitud no puedo encontrar una sola forma de empezar, pues creo que no hallaré la expresión humana que contenga tan innumerables identidades como las ricas y variadas de la tuya. Así que de momento me quedaré con:

Querido Dios:

Quiero compartir contigo sobre todo la gratitud de las cosas que ya me has enseñado, desde la perfecta revelación de Jesús, la hermosura de los poetas y místicos, también en las blasfemias enloquecidas de Friedrich Nietzsche; lo que de Ti dicen la Biblia, la Creación, y tantos testimonios de quienes saben dedicar sus vidas e incluso jugársela por Ti, o en la diaria hacendosa fidelidad de los trabajadores que realizan sus tareas como si fuesen para Ti, porque creen en Ti más que en sus vidas.

Sé que si te escucho humildemente, quizás podré decirte con sincera verosimilitud cosas y opiniones que sólo a Ti me atrevo a decirte y que trataré que sean en la buena hora. Te compartiré mis quejas sin altisonancias, con gestos de amistad, como unos interrogantes que no comprendo, y en ocasiones no asumo, pero como unos servicios para la reflexión y la esperanza de cálida acogida.

Sé que me podrás decir a través de mi destartalada existencia que ¿quién eres tú para analizar tantos sinsabores y saberes de la vida? pero sepas que quiero ser como dócil barro que se pone en las manos del Alfarero mayor.

Soy consciente que muchos ateísmos son casi siempre una reacción comprensible frente al dogmatismo irresoluto, o al fariseísmo, o a la idolatría. Como un señor que ahora es Registrador de la Propiedad, pero cuando tenía poder él solito provocó más independentistas que los propios seguidores de tal ideología. Como muchos políticos y juristas cuyas incoherencias entre ideas y acciones, producen multitudes de desafectos en la gente común, como esos candidatos de la gaviota que antes de ser uno de ellos elegido para presidir un partido, hablaban de unidad y ahora se reparten cargos a la gresca. Y debo decirte también que hay muchas confesiones de Fe en Ti que son tu negación.

Bien sé que Tú pides que cuidemos de tu Creación, pero trata de explicarme por qué me enfado yo, del hecho de que “Rin Ran”, una quebrantahuesos haya sido operada de cataratas en una clínica de Sevilla especializada en oftalmología, y en cuatro días, éxito total de la operación y consecución absoluta de medios económicos, los 2.300 euros necesarios, mientras tantos enfermos tienen que esperar meses para sus necesarias intervenciones y no son Gypaetus barbatus literalmente “buitres barbados”. Y no lo entiendo. Como no entiendo la flojera de tantas leyes que permiten que un asesino y violador, porque se portaba bien en la cárcel ¡faltaría más que se portase mal! se le dé permiso como un premio, y se fugue y se tengan que llorar posibles víctimas después. ¿Me dirás si las leyes están para cumplirlas o reírse de ellas?. En fin, no te enfades conmigo. Estoy como de antiguo niño, que en las largas vacaciones del verano, mi madre me imponía como deberes escribir cartas… y ahora me despido, hasta la próxima semana ¡si quieres!. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde el corazón - Sabores y saberes de la vida