¡Todo lo que Dios puede hacer con una iglesia de ‘poco poder’!

El énfasis del texto de la carta a Filadelfia no cae sobre el poco poder de ellos sino sobre su fidelidad y las grandes cosas que Cristo iba a hacer en ellos.

27 DE MAYO DE 2018 · 17:00

Karsten Würth / Unsplash,Molinos viento, energía eólica
Karsten Würth / Unsplash

Los casos de Esmirna y Filadelfia revelan toda la paradoja de la gracia y el poder de Dios.  La iglesia que Cristo describe como "pobre" de hecho es "rica" (2.9); pero Laodicea, que parece ser muy rica, Cristo la declara pobre y miserable (3.17).

Y a Filadelfia, que el mismo Cristo reconoce que "tiene poca dunamis" (3.8), se le extiende la serie de promesas más impresionantes, y se le anuncia la victoria más contundente (3.9), de todas las cartas.[9]  Ninguna otra carta tiene promesas comparables a las que Cristo extiende a la congregación de Filadelfia.

En contraste con su respuesta a Esmirna, Cristo no responde a Filadelfia con algo como "tienes poco poder -- pero mucho poder espiritual".  El "poco poder" no se califica ni se condiciona. 

Parece significar que esta congregación no tenía gran influencia social en su comunidad, ni grandes recursos económicos, ni miembros distinguidos para impresionar a la sociedad.

Seguramente tenían mucha fe y firmeza, para haber sido fieles a la Palabra.  Pero probablemente no eran "fuertes" en dones espirituales o milagros, pues Cristo tampoco contrastó su debilidad humana con el poder espiritual de ellos.  Simplemente tenían "poco poder", así como suena.

Sin embargo, el énfasis del texto no cae sobre el poco poder de ellos sino sobre su fidelidad y las grandes cosas que Cristo iba a hacer en ellos.  Aquí también la paradoja es dramática: los enemigos tenían mucho poder, pero cuando Cristo abre, ellos "no pueden (dunatai) cerrar" (3.7s); los creyentes tienen poco poder, pero en Cristo sí pueden, y nadie puede resistir (3.9). 

Como pasó también con San Pablo, la debilidad de ellos se transformó en motivo de gozo y su "poco poder" en el "mucho poder" de Dios (2Co 12.1-10), para que toda la gloria sea del Señor.

Nuestro mundo actual vive obsesionado por el poder: el poder nuclear, la fuerza exagerada del último modelo de automóvil, hasta el poder de bytes del disco duro de la computadora.  El poder físico del cuerpo musculoso, el poder económico, el poder ideológico de los medios de comunicación. la capacidad de los poderosos de lograr todo lo que quieren.

Nuestro mundo hoy no deja mucho lugar para el "poco poder".  Y lamentablemente, desde hace siglos atrás, la iglesia ha caído muchas veces en la misma trampaOlvidando que su Salvador se hizo siervo y se anonadó a sí mismo (Fil 2.6s), la iglesia a menudo aspira a ser "iglesia gran señora" en vez de la "Iglesia sierva".

Podríamos parafrasear aquí un texto que San Pablo cita también en 1Co 1.31: "No se gloríe la iglesia poderosa en su poder, ni la iglesia grande en su grandeza, ni la iglesia rica en su riqueza, sino gloríese cada iglesia en esto, de conocerme a mí y comprender que yo soy el Señor, que en la tierra establezco el derecho y la justicia, porque en eso me complazco... ¡Eso sí es conocerme a mí! (Jer 9.23s; 22.16).

Las circunstancias no parecían nada favorables para la iglesia de Filadelfia.  Es evidente del pasaje que ellos, como los de Esmirna, estaban atacados y calumniados por la sinagoga local (cf 2.9s). Tenían que confrontar también la fuerza hostil del imperio romano.  Fuerzas de idolatría les presionaban a renunciar al Nombre. Todo indicaría que estaban atrapados en una clara situación de "puertas cerradas".

San Pablo escribió desde Éfeso que "se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los enemigos son muchos" (1Co 16.9). En 1895 Alberto J. Díaz, gran pionero evangélico de Cuba, escribió un informe parecido a la Junta de Misiones de la Iglesia Bautista: "Una gran persecución se ha levantado contra la obra del Maestro en la Isla, y en consecuencia, los ministros y miembros de las iglesias trabajan muy activamente".[10]

¡Para nuestro Dios, el "poco poder" y los "muchos adversarios" no son más que puertas abiertas para manifestar su gloria!

 

NOTAS AL PIE

[9] Cuesta determinar si la promesa de la postración de los judíos debe entenderse como escatológica o intrahistórica.  El hecho de que se refiere explícitamente a la sinagoga de Filadelfia, y que aparece mucho antes de la promesa escatológica a los vencedores (3.21), favorece la interpretación histórica.

[10] carta al Dr. Tichener, 24 abril 1895, en Marco Antonio Ramos, Panorama del Protestantismo en Cuba (Miami:Caribe 1986:146).

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Bene studere - ¡Todo lo que Dios puede hacer con una iglesia de ‘poco poder’!