La misión pacificadora de toda iglesia local

“A vivir en paz nos llamó Dios” afirma el Apóstol Pablo. Aquel judío transformado por Cristo pasó de perseguir a los discípulos del Mesías, a anunciar al mundo el Evangelio de Paz.

20 DE MAYO DE 2018 · 11:00

Un instante durante los últimos enfrentamientos entre tropas israelíes y manifestantes palestinos. ,
Un instante durante los últimos enfrentamientos entre tropas israelíes y manifestantes palestinos.

Nuevamente, las poderosas fuerzas armadas israelíes (una de las más sofisticadas que hay) han dado muestra de su fuerza letal (01). Operaron en apoyo a la bilateral decisión de trasladar la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a Jerusalén, planificada por Trump y Netanyahu (02).

Contrariando todo consejo pacificador, repitiendo provocaciones que terminaron en conflictos, y merecieron resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU - a su vez ignoradas - EE.UU. e Israel buscaron fortalecerse mutuamente frente al repudio de la mayoría de naciones que señalan su insano e inhumano belicismo contra los palestinos. Estos, confinados en Gaza (03) - que nos hace recordar a los terribles campos de concentración nazi - decidieron manifestarse a lo largo del muro que impiden su paso a Israel. Denunciaban esa nueva transgresión a los acuerdos de paz sellados por la mayoría de la comunidad internacional en la ONU (04).

Sin embargo, entre todos lo que leemos hay los que opinan que el Ejército israelí actuó ‘en defensa propia’ ante la agresión palestina. Esto demuestra hasta dónde opera el padre de mentira, el engañador, que siempre pone a los victimarios en el papel de víctimas (05). Sorprende la ignorancia que se tiene aun hoy en muchas iglesias sobre este tema. Al estudiar la misión como razón de ser de la iglesia local, veíamos en el artículo anterior que el Señor envió a los suyos a dar testimonio de Él como salvador del mundo, no de una nación terrenal.

Los primeros seguidores de Jesucristo comenzaron a ser perseguidos por los judíos ya desde Jerusalén. No toleraban que los no judíos pudiesen ser parte de una promesa hecha por Dios al ‘padre Abraham’. Esos despreciables paganos de ninguna manera podrían usurpar su exclusivo privilegio. Por eso, dos mil años después, siguen insistiendo en la restitución a ellos del Reino. Entiéndase: el reino terrenal, el Estado de Israel, y su capital Jerusalén. Como se ve no superaron enterarse que Jesucristo, recibido por sus antepasados con palmas y loas al entrar a Jerusalén, iba allí a morir, no a fundar un reino temporal. Lo mataron con tal saña fratricida, que ni se les ocurre dar crédito a que resucitó al tercer día, inauguró este inmerecido tiempo de gracia y trabaja para asegurarnos la entrada plena a su Reino eterno de gloria.

Con nuestra natural tendencia a aburguesarnos en el lugar en el que nos sentimos bien, no estaría demás preguntarnos qué hubiese sido de la iglesia en Jerusalén si sus miembros no hubiesen sido perseguidos. ¿Habrían salido de la ciudad? ¿Hubiesen cumplido todos con el mandato del Señor y el empoderamiento del Espíritu Santo? ¿Creyeron, quizás, que esa misión era solo asignada a los Apóstoles? El hecho es que los judíos fueron los más encarnizados perseguidores de los primeros creyentes en Jesucristo. De verles como a gente sana y ejemplar, pasaron a odiarles a muerte. El Señor ya les había advertido a los suyos:

“Acordaos de la palabra que yo os he dicho: ‘El siervo no es mayor que su señor’. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (06)

La persecución externa no sería la única; y, sobre ella podemos informarnos lo que padecen miles de hermanos y hermanas en Cristo, hoy en todo el mundo (07). Pero, también hay otra persecución incluida en la advertencia del apóstol. Es la que no se nota pero existe en cada iglesia local internamente. Pablo la exhibe en una de las iglesias que él y sus colaboradores, entre ellos mujeres ejemplares, establecían con los convertidos para discipular, bautizar y enseñar. En Corinto, de ella se trata, las costumbres paganas ya causaban daño en la comunidad de fe. Enterado de todo lo que ocurría en esa populosa ciudad, ocho veces más grande que Jerusalén, Pablo les escribe a los creyentes para ayudarles a razonar, darse cuenta de su situación y cambiar para bien, en obediencia a Dios.

Estos son algunos de los problemas que, con la guía del Espíritu, el apóstol debía ayudar a resolver en la iglesia en Corinto:

01. Divisiones que creaban grupos enfrentados:

Había contiendas dentro de la congregación. No hablaban ‘una misma cosa’ dándose a entender que tenían posiciones tomadas sobre distintos pareceres. Esto causaba división, y la formación de grupos que preferían a distintos ‘lideres’: Pablo, Apolos, Cefas o el mismo Cristo. El Apóstol les insta a ser de una misma mente; y los reta: ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (08)

02. Carnalidad, en oposición a la vida virtuosa en el espíritu:

Había “celos, contiendas y disensiones”, todos signos de inmadurez espiritual; de seguir arraigados a la vieja naturaleza humana que impide crecer. Y para explicarles por qué no puede enseñarles cosas más profundas les plantea “Pues cuando uno dice: ‘Yo ciertamente soy de Pablo’, y el otro: ‘Yo soy de Apolos’, ¿no sois carnales?” (09)

03. Inmoralidad que incluye la fornicación y el incesto:

Algunos habían llegado a envanecerse de su posición dentro de la iglesia. Se jactaban de ser libres de hacer lo que quisiesen. El apóstol les informa: “Se ha sabido que hay entre vosotros fornicación, y fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; a tal extremo que alguno tiene a la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos.” Les pregunta: “¿No debierais más bien lamentarlo y haber quitado de en medio de vosotros al que cometió tal acción?”  

Les deja en claro que no se trata de apartarse de los pecadores que hay en el mundo, sino de expulsar a aquellos que contaminan la iglesia. “No me refiero en general a todos los fornicarios de este mundo, ni a todos los avaros, ladrones, o idólatras, pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.  Más bien os escribí para que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con el tal ni aun comáis,  porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?  A los que están fuera, Dios los juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.” (10)

04. Abusos en la Cena del Señor

Los corintios tenían otra mala costumbre. Habían transformado la mesa del pan y del vino, instituida por el Señor la noche que fue entregado, en una comilona en la que parece no había límites para lo que se comía, o conversaba. “Cuando, pues, os reunís vosotros, eso no es comer la cena del Señor. Al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y mientras uno tiene hambre, otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.” (11)

05. El varón y la mujer no respetaban el diseño divino en el culto

Está claro que los corintios habían creado confusión en la iglesia adoptando modas judías y paganas. Como sabemos los judíos ortodoxos varones, aún hoy, se cubren la cabeza. Y las mujeres, estaban obligadas a conducirse cubiertas de la cabeza a los pies. Es evidente que los corintios no respetaban el diseño divino; necesitaban ser corregidos. Pablo les enseña la manera que deben respetar tanto varones como mujeres cuando profetizan y oran:

“Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza”.

Entonces, les invita a reflexionar y decidir, por medio de una pregunta; “¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso, porque en lugar de velo le es dado el cabello.” Y a los que no quedaban satisfechos les dice: “Con todo, si alguno quiere discutir, sepa que ni nosotros ni las iglesias de Dios tenemos tal costumbre.” (12)

06. La sabiduría e inteligencia del mundo les había permeado la mente

Se jactaban los corintios de estar bien en todo, y no tener necesidad de nada. Vivían en la ciudad más rica y grande de Grecia, por entonces. A ellos se les recuerda la palabra profética:

“Destruiré la sabiduría de los sabios y frustraré la inteligencia de los inteligentes.” Dios declara que accionará de esa manera frente a la posición errónea tanto de judíos como de griegos:

“Los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura. En cambio para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder y sabiduría de Dios, porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.”

Conclusiones

Estas son solo algunas de las decisiones tomadas por la iglesia en Corinto, que trajeron grandes problemas a la vida de la comunidad de fe. Había muchas más. El sistema mundano había vencido sus defensas, entrado con malignidad, dividido y debilitado la vida y misión de esa iglesia. El apóstol cierra su largo sermón recordándoles a los que quisieran oír:

“Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.” (13)

A la hora de tener que comentar sobre políticas de estado, debe advertirse que no son pocos los líderes mundiales que imitan al feroz imperio romano. Este invadía, anexaba pueblos, arrasaba todo y al desierto que dejaba tras su paso llamaba ‘Pax Romana’ (14).

Quiera Dios en su Gracia obrar en su iglesia, para que sus miembros:

1) no pidan ‘señales’, como aquellos judíos que rechazan a Jesucristo, abusan de la historia y emplean la violencia para hacer de todo ello un vil negocio;

2) no corrompan Su Revelación, como los malos que se creen dueños de la verdad y usan su sabiduría e inteligencia para aprovecharse de los demás; (15) y

3) despierten y recuerden que son sal y luz en la tierra, que tienen la mente de Cristo, que su misión es una misión de paz garantizada por su cabeza: Jesucristo, Rey de paz según el orden de Melquisedec (16).

 

Notas

Ilustración: manifestantes gazatíes bajo fuego del ejército israelí dentro de la Franja de Gaza, foto: elcomercio.com.

01. http://www.lavanguardia.com/internacional/20180514/443578812686/palestinos-muertos-500-heridos-protestas-gaza-embajada-eeuu.html

https://elpais.com/internacional/2018/05/14/actualidad/1526289755_311465.html

02. La opinión de la BBC de Londres. http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44112858

03. La Franja de Gaza tiene 41 kilómetros de largo y entre 6 y 12 kilómetros de ancho, con un total de 360 kilómetros cuadrados. Con una población de 1.943.398 habitantes en 2017, siendo la tercera entidad política más densamente poblada del mundo, por detrás solamente de Singapur y Hong Kong. Con los numerosos problemas de abastecimiento e infraestructuras derivados del bloqueo israelí y egipcio, un informe de la ONU afirma que, para el año 2020, Gaza se tornará "inhabitable". Debido al bloqueo, la población no tiene la capacidad de entrar o salir de ella cuando lo deseen, como tampoco se puede importar o exportar productos libremente. La mayor parte de la población de este enclave es de religión musulmana suní y hay entre dos y tres mil cristianos. Israel mantiene el control directo de su frontera con Gaza y un control indirecto de la vida de los gazatíes. Además, controla los espacios aéreo y marítimo, y seis de los siete pasos fronterizos gazatíes; reservándose el derecho de entrar Gaza cuando lo considere oportuno. El ejército israelí mantiene una tierra de nadie dentro del propio territorio gazatí. La vida en Gaza depende de Israel en términos de agua corriente, electricidad, telecomunicaciones y otros servicios.

04. Este autor trató en varios artículos el tema de la creación del Estado de Israel y sus consecuencias, en el 2014. Desde entonces hubo otras cruentas acciones entre el ejército israelí y Hamás, en perjuicio de civiles palestinos.

http://protestantedigital.com/magacin/14632/iquestIsrael_de_Dios_o_de_los_hombres

http://protestantedigital.com/magacin/14655/El_hogar_nacional_judio

http://protestantedigital.com/magacin/14668/Israel_del_Holocausto_al_sionismo

http://protestantedigital.com/magacin/14690/Israel_el_Sionismo_al_poder

http://protestantedigital.com/magacin/14704/Fundacion_secular_del_Estado_de_Israel

http://protestantedigital.com/magacin/14717/Tregua_arabeisraeli_iquesttiempo_de_esperanza

05. Los israelíes, antes de expulsarlos de sus hogares, envían avisos a los palestinos. Así - dicen ellos - se cumple con la ‘obligación moral’ de permitirles buscarse otro sitio. Este claro ejemplo de hipocresía nos remonta a los días de Jesús cuando, frente a quienes querían librarse del molesto ‘galileo’, conociendo sus intenciones. Jesús les dijo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, pues es mentiroso y padre de mentira.” Juan 8:44; véase: 1ª Timoteo 4:1; 2ª Timoteo 3:13; Tito 1:10; 2ª Juan 1:7.

06. Juan 15:20a.

07. Para citar solo uno de ellos: https://www.puertasabiertas.org/

08. 1ª Corintios 1:10-13.

09. Ibíd. 3:1-4.

10. Ibíd. 5:1-13; 6:15 - 20.

11. Ibíd. 11:20-34.

12. Ibíd.11:1-17.

13. Ibíd. 1:17-2:16.

14. En castellano: Paz Romana. Expresión utilizada para referirse al largo periodo de estabilidad que vivió el Imperio romano entre el 70 y el 192 de nuestra era. La ‘Historia Antigua de Cambridge’ la refiere como el período de calma interior y de seguridad exterior tras alcanzar su máximo desarrollo económico y mayor expansión territorial.

15. El salmista invoca a Dios para que le salve de los hombres violentos, en Salmos 17:4; 54:3; 86:14; 140:1; el profeta alaba a Dios por librar al pobre y afligido de la mano de los violentos, en Isaías 25:4; Jesús enseña a los judíos lo que ocurre con el Reino que Él trae a la tierra, y es rechazado y atacado por los rebeldes que no quieren arrepentirse, en Mateo 11:12. Este texto es interpretado de dos maneras opuestas; una, (quizás la más usual) toma el texto en forma alegórica traduciendo del griego ‘violento’ como ‘valiente’, justificando así el uso de la fuerza y la violencia como medio para entrar al Reino; otra, respeta el contexto y situación en la que Jesús está hablando a los judíos. Este autor se inclina por esta última. Cita: “Partiendo por el contexto, el pasaje se localiza en las palabras de Jesús como reacción a las noticias sobre el encarcelamiento de Juan el Bautista, es decir se dan en un contexto de violencia injusta hacia el profeta. Considerando este factor, es preferible interpretar el pasaje identificando la violencia (βιάζεται, biádsetai) y a los violentos (βιασταὶ, biastai) que "arrebatan" (ἁρπάζουσιν αὐτήν, harpádsusin autén) como enemigos del Reino que intentan destruirlo. Tal cosa ya había comenzado desde "los días de Juan el Bautista", contra el que se ejerció violencia pues fue encarcelado y posteriormente decapitado. En Mateo 13:19 se dice que "cuando alguno oye la Palabra del reino, viene el malo y arrebata [ἁρπάζει, harpádsei] lo que fue sembrado..." En ambos pasajes se usa el mismo verbo griego "harpadso", que se traduce correctamente como arrebatar o asaltar. Desde esta perspectiva, este pasaje no tiene nada que ver con la salvación del creyente o con su relación con el reino de Dios, sino con los enemigos que el Reino enfrenta y que afecta la vida de los que están en él. Considerando lo ya expuesto una buena traducción del pasaje sería también la de la versión Dios Habla Hoy: "el reino de los cielos sufre violencia, y los que usan la fuerza pretenden acabar con él." El intentar interpretar este pasaje identificando a los "violentos" con los creyentes que tienen que "arrebatar" el reino de Dios choca contra el contexto, y demanda una elaborada argumentación para ver positivamente la violencia en el reino.” Tomado de ‘Exégesis y Hermenéutica Bíblica’ página en Facebook.

16. Mateo 5:13 -16; 43 - 48; la misión de la iglesia es de paz; para eso fue hecha sal y luz en la tierra. La llegada del Mesías fue anunciada con un coro de ángeles que cantaban: “¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz,
buena voluntad para con los hombres!”, Lucas 2:14; Jesús impartió su paz a los discípulos, en Juan 14:27 y es el único que puede guiarnos a la paz, por ser nuestro sumo sacerdote, Hebreos 7. El autor recomienda leer “LA PAZ Y LA MISION DE LA IGLESIA” (Hacia una Teología Bíblica de la Paz–IV), por los ‘Hermanos Menonitas’ de Colombia, de la que cita en su introducción: “De acuerdo con Justino, los cristianos se habían acercado a Jesús para aprender a vivir como él. ‘Nosotros, los que estábamos antes llenos de guerra y de muertes mutuas y de toda maldad, hemos renunciado en toda la tierra a los instrumentos guerreros y hemos cambiado las espadas en arados y las lanzas en útiles de cultivo de la tierra y cultivamos la piedad, la justicia, la caridad, la fe, la esperanza, que nos viene de Dios Padre por su Hijo crucificado’ (Diálogo con Trifón, 110:3). Efectivamente, mediante la obra de un Salvador crucificado las naciones se sentían atraídas hacia Jesús, el nuevo Sión, de donde surgía una nueva visión de convivencia. Ex enemigos fueron reconciliados para convivir en paz. Pueblos beligerantes de diversas naciones y tribus fueron transformados en un nuevo pueblo de paz. Los que antes se odiaban a muerte, ahora se amaban mutuamente. Las estructuras que los dividían fueron desmanteladas y se dedicaban a cultivar la justicia y la paz en la nueva familia de Dios. La mera existencia de esta nueva comunidad transnacional era prueba, para Justino, que la visión profética se había cumplido. En esto Justino no era único. Ireneo, Tertuliano, Orígenes y otros, entre los líderes de la iglesia primitiva, pensaban y escribían lo mismo. En realidad, estos textos proféticos de la paz mesiánica fueron los textos más citados por los padres de la iglesia durante los primeros tres siglos.” Más en: http://anabaptistwiki.org/mediawiki/images/f/f5/Lapazylamisiondelaiglesia.pdf

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - La misión pacificadora de toda iglesia local