Muñequita linda

En medio de todo conoció al Dios verdadero, Aquel cuyos planes, pruebas y demás, en ocasiones, se nos hacen muy difíciles de comprender.

13 DE MAYO DE 2018 · 07:00

,

“El viento me encanta, sobre todo cuando ando en su contra, ya que es como si borrase cosas, y yo quiero borrar mucho de mi”. Mario Benedetti

Hace ya tiempo que conocí a una mujer muy especial; nada más verla, me atrapó algo de ella; la observaba sin que se diera cuenta, miraba su cara, el modo de ordenar o desordenar su cabello, su modo de hablar y las cosas que decía… Todo era como algo que me hacía confundir, pero al mismo tiempo, la historia que se escondía detrás de su rostro y sus modos, eran algo que me atraían como un imán. Intuía que detrás había una historia muy fuerte, y elevé mi oración al cielo, pidiendo que si, el Dios al que sirvo me necesitaba de algún modo para con ella, que me lo pusiera todo en bandeja.

Fue pasando el tiempo, y yo seguía callada, observando, y orando, hasta que del modo menos pensado, alguien me habló sin preguntar con verdadero cariño hacia ella, el resto lo hizo ella misma.

Cuando comencé a conversar con ella, le dije… Eres muy guapa, estoy segura que tu madre fue guapísima también, tuviste que ser una muñequita linda. ¡Y tanto! Me respondió, mi madre era un cromo de guapa que era… Entonces paró como para tomar aire y comenzó a contarme su historia.

“Muñequita linda” había nacido de una madre soltera, preciosa y muy joven; desconozco todo lo que rodeó aquella historia, sólo sé que su madre la abandono en un portal, y sigo desconozciendo muchos datos, pero sé que terminó en un orfanato. Su madre, cuando tenía la niña 6 años, se acordó que había abandonado a su hija en un portal, y fue a recogerla. No se lo que pasó por la mente de aquella niñita, pero intuyo que tuvo que ser una mezcla de sentimientos muy fuertes. Cuando tenía 7 años, alguien la violó. Me hierve la sangre con sólo pensar en una vida tan horrible. Desconozco muchas cosas que casi prefiero ignorar; sólo sé que siendo muy joven tuvo un hijito, al que ella sí quería. Imagino como pasaban por su mente todos los recuerdos dolorosos de su pasado… Como por arte de magia, su bebé desapareció; le dieron mil explicaciones, con el tiempo descubrió que su propia madre lo había robado por dinero. Hasta el día de hoy, no sabe nada de aquel bebé. Cuando escuché esto, creí que el corazón se me rompía.

Pasando el tiempo, a través de un amigo común, conoció a un chico que parecía ser un sueño, un encanto… Y tragó el anzuelo, pensó que al fin la vida le ofrecía una oportunidad de ser feliz, y poder borrar todo su terrible pasado. Aquel muchacho estaba muy bien considerado por todos los que le conocían, pertenecía a una iglesia, y no sólo era miembro de ella, estaba muy involucrado, bien aceptado, incluso tenía el valor de tomar la Palabra de Dios y hablar de ella. 

Muñequita linda, no cabía dentro de si misma a causa de la alegría, la ilusión… Hasta que todo terminó en boda. ¿Vivieron felices y comieron perdices? ¡No por mucho tiempo! Comenzaron las voces y cosas, más o menos “suaves”, terminó en maltrato de todo tipo; el sicológico es el que más duele, sin lugar a ninguna duda, pero era acompañado de terribles palizas y demás para con ella y para con sus hijos.

No estaba y no lo vi, pero sucedió como suele suceder, cuando decidió abrir la boca, ir a junto de gente querida y buena, el doble perfil de semejante persona, les impedía creerla, ¡aquello no podía ser cierto! Pasó tiempo hasta que todo fue sabido y demostrado, y pudo sentir el amor y el cariño, además de toda la ayuda que pudieron darle personas muy buenas que la querían. Me pierdo por partes de la historia de Muñequita linda, sólo sé que el Espíritu Santo dentro de mí, me dio una percepción verdadera y sentí mucho cariño por aquella Muñequita linda, que a pesar de una historia como si fuera maldita desde su nacimiento, y abandono en un portal, la pérdida total de aquel bebé del que nunca supo más y todo lo terrible que vendría después que terminó en un divorcio difícil, dejaron en su rostro bello marcas, unas cuantas marcas fáciles de detectar; pero no lograron apagar el brillo de sus preciosos ojos, ni su bella sonrisa, y hasta risa como catarata de agua fresca. No sé como hubiera reaccionado yo ante una vida semejante, con muchas más cosas que me he dejado por el camino. Sólo sé que ella en, no sé si decir la peor parte de su vida, pensando que llegaba por fin la luz a su existencia, a través de quien sería lo que ella menos esperaba, conoció al Dios de su vida, irónico ¿no? ¡Pero así fue! En ocasiones me pregunto como puede seguir en pie, sonreír, o no terminando en negar a Dios.

He escrito muchas cosas que contiene una historia muy triste, abandono de una madre, vida en un orfanato, violación con 7 años, un bebé robado, un matrimonio que resultó en el mayor de los dolores y desilusiones… Porque estas cosas pasan, siguen pasando y lo seguirán haciendo. Y estamos hablando del primer mundo. Cada una de las cosas citadas, daría para analizarlas por separado y seguirían siendo absolutamente brutales. ¡Si! Muñequita linda consiguió demostrar su historia, que la creyeran y ayudaran. Pero me sigue partiendo el corazón una historia semejante y como pudo sobrevivir a todo esto. Evidentemente, en un momento de su vida, conoció al Dios verdadero, Aquel cuyos planes, pruebas y demás, en ocasiones se nos hacen muy difíciles de comprender y aceptar. Sólo sé que algún día entenderemos con toda claridad todo lo que ahora nos desconcierta demasiado. Hoy puedo ver a Muñequita linda, con esa sonrisa tan especial, muy comunicativa y alegre, ilusionada con toda su preciosa descendencia… Pero hay un secreto en ella, pertenecer a un Dios que dice…

 “El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza”.

                               Salmos 34: 18.

 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.  

                              Mateo 11:28-30

¿Estás pasando por alguna situación parecida? Evidentemente hay que armarse de coraje y tomar las decisiones adecuadas, encontrar a gente buena, que te pueda ayudar; pero sobre todo, echarte con toda tu alma en los brazos del Eterno… ¡Él nunca te fallará!

Dedicado, con todo cariño, a “Muñequita linda”.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Muñequita linda