Cristianos yemeníes: atrapados entre la guerra y la persecución

La opresión y el aislamiento por parte de familiares ha motivado a varios creyentes yemeníes de trasfondo musulmán a huir del país.

29 DE ABRIL DE 2018 · 15:00

A pesar de la crisis y la persecución, los cristianos conversos del islam son cada vez más en Yemen.  / Puertas Abiertas,
A pesar de la crisis y la persecución, los cristianos conversos del islam son cada vez más en Yemen. / Puertas Abiertas

La población de Yemen sigue inmersa en una de las mayores crisis humanitarias que vive nuestro planeta en estos momentos. Según el último informe de la OCHA del 28 de enero de 2018, 22 de los 28 millones de habitantes de Yemen necesitan asistencia humanitaria y, de estos, 8,4 millones están en riesgo de hambruna y muerte por falta de alimentos.

La guerra ya ha obligado al 10% de yemeníes a huir de sus hogares. La situación de inseguridad es todavía mayor para los cristianos yemeníes que, además de las penurias de la guerra y de la crisis, se ven frecuentemente obligados a trasladarse de lugar por razones de su fe, algunos escapando literalmente de la muerte. El acceso a la ayuda humanitaria es también un cúmulo de obstáculos para los creyentes. Las ayudas de emergencia se distribuyen sobre todo a través de organizaciones islámicas y mezquitas locales que a menudo discriminan a quienes no consideran musulmanes piadosos. Esto ha supuesto una grave amenaza para la supervivencia de los cristianos y otras minorías del país. Por su parte, los agentes de seguridad estatales tampoco ayudan, siguiendo directrices estrictas de tratar como musulmanes a todos los ciudadanos del país.

Los cristianos que quedan en Yemen son solo unos pocos miles, aunque es imposible saber números exactos. La mayoría de ellos, desde que estalló la guerra civil, son cristianos de trasfondo musulmán, los “apóstatas” según los imanes locales que instan desde sus púlpitos a atacarles. Estos son los que mayor persecución sufren cuando se descubre su fe en Cristo, bien por parte de su clan familiar, por los líderes tribales, por los grupos yihadistas o por las autoridades. Muchos de ellos se ven obligados a vivir su fe en secreto, pero incluso eso es especialmente arriesgado tanto en las zonas controladas por los musulmanes radicales como en las zonas "liberadas" por las fuerzas suníes apoyadas por Arabia Saudí y sus aliados occidentales.

También los cristianos inmigrantes de África y Asia, aunque muchos han huido debido a la guerra, son objeto de persecución y discriminación tanto a nivel local como nacional, así como de violencia por parte de movimientos islamistas radicales. Grupos como Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) o ISIS, que operan con total libertad en amplias zonas del país donde se han creado vacíos de poder, y que amenazan con la muerte a los conversos del islam si no se retractan de su nueva fe, como ya ha ocurrido tanto con cristianos yemeníes como con extranjeros. También han llevado a cabo secuestros motivados por fines económicos y sentimientos anticristianos, como el que sufrió el líder religioso Tom Uzhunnalil, secuestrado por ISIS durante un ataque a una residencia de ancianos y discapacitados en Adén en marzo de 2016, pero liberado en septiembre de 2017.

Puertas Abiertas no ha podido obtener datos verificados sobre asesinatos y otros incidentes violentos contra cristianos en el último año debido a la situación de guerra civil. Sí sabemos de 20 creyentes que han sufrido maltrato físico o psicológico grave, así como de al menos 10 familias cristianas que tuvieron que dejar sus casas y trasladarse a otras zonas del país por motivos relacionados con su fe. La opresión y el aislamiento por parte de familiares ha motivado a varios creyentes yemeníes de trasfondo musulmán a huir del país.


DIOS NO SE OLVIDA DE YEMEN

Este panorama puede parecer desolador e incluso llevarnos a pensar que Dios está ausente en la difícil situación que atraviesa Yemen. Pero, aunque lo primero es cierto y la crisis actual es devastadora, lo segundo no es tan cierto y Dios sí está presente en Yemen. No lo digo yo, sino los testimonios que recibimos en Puertas Abiertas de creyentes en el país. Y es que parece mentira que, a pesar de la guerra, la crisis humanitaria y la persecución, el número de “apóstatas” del islam siga aumentando en el país.

Recientemente, un contacto local en Yemen nos transmitió varias oraciones de cristianos yemeníes de trasfondo musulmán para tener una idea de por qué oran nuestros hermanos en la fe ahí. Estas son dos de ellas y te animo a que también hagas tuyas, en oración, estas palabras:

“Querido Señor, gracias por tu presencia en nuestras vidas y por tu maravilloso trabajo en nuestro país, Yemen. Gracias por tantos corazones que brillan con tu luz. Te agradecemos por aquellos que buscan tu rostro ya que sus almas están sedientas de agua viva y hambrientas de tu palabra de verdad y conocimiento.

Te agradecemos, oh Señor, porque has venido y salvaste a las almas de la muerte y la destrucción y les has dado vida en Jesucristo. Te agradecemos porque eres un Dios bueno y fiel que, independientemente de nuestros desafíos, nos ayuda a mantener nuestra fe. Permaneces fiel y nunca cambias. Estamos agradecidos porque has respondido nuestras oraciones y has traído nuevos creyentes en Cristo.

Danos una mente buena y pensamientos buenos. Protégenos de cualquier pensamiento que pueda alejarnos de ti, Dios. En nuestras circunstancias de guerra, violencia y pérdida, ayúdanos a meditar en tu palabra, Señor, día y noche. Y danos canciones de liberación en nuestros corazones.

Te agradecemos por tu amor infinito. Nos amaste cuando aún éramos pecadores e indignos. Tu sangre ha pagado el precio por nosotros. Amén".

“Señor, creador del cielo y de la tierra, protege a tu iglesia en Yemen. Protégenos de cada plan del enemigo contra nuestras familias, matrimonios e hijos. Coloca un escudo de protección alrededor de cada creyente y cada hogar. Elimina cada obstáculo que se interponga a tu plan para nuestras vidas. Oramos para que nos des las estrategias para acercarnos a los demás y llevarlos a ti.

Que se cumpla en cada creyente Tu voluntad para sus vidas. Que una nueva generación de creyentes hable con valentía y sin temor la Palabra de Verdad. Oramos para que se vea mucho fruto en esta generación. Oramos por todos los creyentes, para que te teman y amen más que a los hombres y a cualquier otra alternativa en el mundo.

Oramos contra el miedo y la ansiedad y te pedimos que en lugar de eso, les des un espíritu de poder y amor que gobierne en el corazón de cada creyente yemení. En el nombre de Cristo Jesús. Amén”.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - En Tierra Hostil - Cristianos yemeníes: atrapados entre la guerra y la persecución