La elaboración inconsciente onírica guiada por el Espíritu.

Cuando se dice “no os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu”, se hace una invitación a la elaboración onírica inconsciente guiada por el Espíritu de Dios.

21 DE ABRIL DE 2018 · 20:00

Simon Matzinger / Unsplash,Arbol horizonte, campo irreal
Simon Matzinger / Unsplash

En este artículo insistiremos en la actividad inconsciente de la Iglesia basándonos en otros pasajes de la Escritura distintos al libro de Cantar de los Cantares.

Romanos 8:26-27: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad (literalmente: flaqueza); pues qué hemos de pedir como conviene (literalmente: oremos conforme es menester),  no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (literal: inexpresables). Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención (griego fronema = manera de pensar) del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios (literal: de acuerdo con Dios) intercede por los santos”.

Estos textos hablan de la actividad del Espíritu y de la actividad espiritual desde lo más profundo de la esfera de nuestra intimidad. Aquí se habla en plural, con referencia –sin duda– a la actividad de la Iglesia, sin menoscabo de que esta actividad dinámico-espiritual pueda ser aplicable al individuo.

Se nos está revelando claramente, la actividad inconsciente de la Iglesia: ¿Hemos pensado alguna vez que desde la esfera de la intimidad colectiva de la iglesia, como esposa de Cristo, se genera constantemente una comunicación con Dios? Comunicación que conlleva unos contenidos que no se encuentran a nivel de nuestra esfera consciente, es decir, a nivel de nuestro Yo. Esta comunicación constituye la base y la infraestructura de nuestra salvación eterna. Y ésta es la razón teológica fundamental para afirmar que ningún creyente se puede perder, porque la salvación “no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”. (Rom. 9:16) 

En los textos arriba señalados del capítulo 8 de Romanos, nos encontramos que es Dios el que pide por nosotros ante el mismo Dios: es el “Sí Mismo”, que intercede ante “Yo soy el que Soy”, como diría el mismo C. G. Jung. Es decir, aunque conscientemente no estemos pidiendo a Dios conforme a su voluntad, desde otra dimensión de nuestra interioridad el Espíritu de Dios (que es Dios) intercede por nosotros conforme a la voluntad de Aquel que nos ama con amor inalterable. A mi entender, en todos los seres humanos, existe una imagen de Dios reprimida. En la conversión, el Espíritu de Dios aplica la Palabra a los estratos más profundos de nuestro corazón y esa Imago Dei reprimida asciende a nuestra esfera consciente, a nuestro Yo, y nos convertimos en Templo del Espíritu Santo.

Efesios 5:13-20: “Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”

La traducción literal del texto paulino, reza así: “Mas todas las cosas son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas, porque todo lo que es manifestado luz es”. Aquí tenemos la clave hermenéutica: todo lo que es manifestado luz es. Para la esposa, luz son sus sueños. La luz reprimida emerge desde las tinieblas (zonas oscuras de la mente) para iluminar el Yo y la conciencia de la persona individual o colectiva.

Por el contexto de este texto, el sujeto al que se refiere es (la Iglesia como Persona Colectiva) alguien que duerme, según se nos revela en Efesios 5:14: “Por lo cual dice: Despiértate tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia (es decir, con precisión, con esmero) como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando (redimiendo) bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor”.

El término “insensatos” hace referencia a un estado de salud mental: “no andéis como locos” El escritor novotestamentario   Marcos, recoge en el capítulo 7 de su Evangelio los contenidos del corazón (esfera de la intimidad) del ser humano. Entre ellos se encuentran la insensatez. Los vocablos “necios” o “insensatos” corresponden a la traducción del mismo término griego y tienen el sentido de “no actuéis como locos” Marcos habla de la enseñanza de Jesús sobre todo aquello que nace del “fondo del ser” (corazón) y desestructura el equilibrio interior del alma contaminando la conducta de las personas. Las locuras son la expresión más clara de la alienación de los seres humanos.

Hoy sabemos que la mayor parte de los trastornos mentales tienen su génesis en la esfera subliminal del ser. “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” (Efesios 5:17-18).

Recordemos cómo los místicos describen su experiencia. Cuando se habla del vino y de la embriaguez “en lo cual hay disolución”, se está hablando del funcionamiento del inconsciente bajo los efectos del alcohol etílico.

El término disolución significa: libertinaje, desenfreno, quitar el freno. ¿De qué manera quita el freno psico-somático y ético-moral la intoxicación alcohólica? El alcohol “quita el freno”, porque al actuar sobre la estructuras cerebrales-especialmente al incidir sobre el sistema límbico y alterar su funcionamiento emocional favorece que se abra la puerta que comunica los contenidos del inconsciente con la esfera consciente, y que asciendan al campo yoico: emociones, deseos y tendencias instintivas que permanecían reprimidas en el estrato más profundo del corazón.

Hay un adagio que dice: “los locos y los borrachos dicen la verdad” Muchas veces cuando habla alguien que está borracho, decimos: “no le hagas caso, que no sabe lo que dice”. Pero lo que está haciendo es sacar a la luz lo que ha tenido reprimido, a nivel subconsciente, durante mucho tiempo. Estos sentimientos constituyen su auténtica verdad, y descubre realidades que habitaban reprimidas en el fondo de su corazón.

Muchas de las enfermedades mentales, en sus manifestaciones psicopatológicas, expresan la verdad de la protesta de aquellos que han sido alienados por el Sistema en el que viven inmersos. Desde el punto de vista neo testamentario los llamados “endemoniados” (clínica y fenomenológicamente   enfermos mentales), eran los únicos que tenían conciencia de la verdadera identidad de Jesús de Nazaret como el Cristo.

Cuando se dice “no os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu”, se está haciendo una invitación a la elaboración onírica inconsciente guiada por el Espíritu de Dios.

Y continua el texto bíblico diciendo: “hablando entre vosotros (Gr = a vosotros mismos) con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efe 5:19). La última parte del versículo, dice: “cantando y entonando salmos en el corazón de vosotros al Señor”. Se trata, entonces, de una actividad inconsciente. Puede haber una realidad onírico-dinámica en lo más profundo del ser que esté dando alabanza a Dios guiada por el Espíritu Santo, aunque nosotros funcionemos, en los demás aspectos de la vida, de otra manera. Lo más importante es que los contenidos de esta realidad que se deviene en la Iglesia y en el individuo no permanezcan reprimidos, sino que asciendan al campo de nuestra conciencia y la inunden de trascendencia.

Un último ejemplo referente a la actividad inconsciente de la Iglesia lo encontramos en la carta del apóstol Pablo a los Filipenses (Filipenses 2:12-13): “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”

Dios actúa en la esfera de nuestra intimidad para inducirnos a devenir nuestra existencia conforme a su voluntad. Por la acción dinámico-divina la “Imago Dei” asciende a nuestra esfera consciente abocándonos a una realización plena en “Aquel” que es nuestra “Esperanza”. La voluntad de Dios puede estar reprimida en la vida interior de un creyente o de la Iglesia por otros intereses que se oponen a nuestra realización salvífica. Intereses que en Cantares vienen alegóricamente representados por “las zorras pequeñas” que echan a perder las viñas, que comen el fruto que debería ser para el “Amado” que desde las montañas del Líbano, llama a nuestra puerta para fundirse con nosotros en un abrazo trascendente de eterna realización.

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