Otra masacre, más dolor, más parálisis

Es tiempo de arrepentirnos y reconocer que urgen cambios – De parte de todos.

17 DE FEBRERO DE 2018 · 21:45

Foto: David Leveque Unsplash.,
Foto: David Leveque Unsplash.

Nuestro país está de luto, de nuevo, por otra masacre escolar el jueves pasado. Se han hecho tan comunes estos desastres que sólo resaltan, si son muchos los heridos o muertos.

Tristemente, ya podemos anticipar las reacciones. Ya se dieron las primeras palabras de apoyo por nuestros líderes nacionales y ya comenzó el debate sobre la realidad de la violencia y el acceso a armas en este país.

Todos dirán que se necesita hacer algo. Pero, siendo que ya pasamos por muchas masacres, podemos anticipar que las acciones reales serán pocas o ningunas.

La única respuesta real parece ser preparar a nuestros niños para el siguiente desastre que ya podemos anticipar.

Seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes es la definición de locura, según Einstein. Pero para allá vamos, de nuevo. No podemos confrontar la realidad de que somos una sociedad violenta.

No podemos confrontar el hecho de que la disponibilidad de armas hace más fácil la violencia de este índole. No podemos confrontar el hecho de que somos una sociedad que glorifica la violencia.

No estamos dispuestos a admitir que esto no ocurre en ninguna otra parte del mundo desarrollado, donde hay más control de armas. No queremos confrontar que somos el país con más armas en manos de civiles en el mundo.

No estamos dispuestos a reconocer que somos el país desarrollado que sufre más muertes por armas en todo el mundo (más de 11,000 muertes por armas de fuego el año pasado).

Y por supuesto, no estaríamos dispuestos a confrontar el hecho de que tal vez la segunda enmienda de la constitución, la que garantiza el derecho de portar armas, no fue escrita para justificar lo que estamos viviendo hoy.

Lo más difícil es vernos y confesar nuestras propias debilidades. Unos le echan la culpa al número de armas, otros a los jóvenes minoritarios violentos, o el terrorismo. Algunos culpan la falta de seguridad y otros los problemas de la salud mental. Pero la culpa siempre está fuera de nosotros.

La gran mayoría de los ciudadanos de este país quisieran ver cambios en las leyes para que hubiera más control sobre quien puede comprar y portar armas. Pero los intereses políticos sobre el tema son tal que no es probable que se vea un cambio en las leyes sobre este tema aunque sigamos sufriendo un desastre tras otro.

Así que, seguimos llorando, seguimos diciendo que se tiene que hacer algo, seguimos echándole la culpa a otros y seguimos perdiendo a nuestros compatriotas a la violencia de mano armada.

El resto del mundo nos ve y dice que estamos locos. Pero nosotros no lo podemos ver. Así que, seguimos paralizados.

Que el Señor tenga misericordia de nosotros y nos ayude a ver que el problema está con nosotros. De no ser así, ya pronto tendremos que lamentar otra masacre.

Lo que podemos anticipar es que seguiremos viendo desastres como estos – Seguiremos llorando y seguiremos perdiendo a nuestros niños

Es tiempo de arrepentirnos y reconocer que urgen cambios – De parte de todos

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Otra masacre, más dolor, más parálisis