Fija tus ojos en Cristo...

Cuando osamos desviar nuestra mirada, aunque sea un poquito, de la diana que tenemos delante, cualquier proyecto que deseemos llevar a cabo se tambalea.

17 DE FEBRERO DE 2018 · 22:00

Compañía para el camino. Granada, Nicaragua. / Jacqueline Alencar,
Compañía para el camino. Granada, Nicaragua. / Jacqueline Alencar

y lo terrenal sin valor será… Así empieza una canción que tantas y tantas veces cantamos en nuestras reuniones.

Cuántas veces, y declaro mea culpa, no nos detenemos a pensar en lo serio de lo que estamos diciendo a través de los versos. Detenernos nos llevaría a evitar tantos tropiezos, a no desviarnos de la ruta trazada de antemano… A no desmayar porque al final está el gozo que nos espera, como nos lo ratifica Hebreos 12.2:  Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba… (NVI).

Por el gozo que nos espera… Es que si me pongo a reflexionar sobre la profundidad de lo que nos transmite la Palabra y la hacemos nuestra, bajo la dirección del Espíritu Santo, sin lugar a dudas nos sentiremos impulsados a seguir firmes, venciendo los dardos del enemigo.

Y no importa la magnitud de lo que estamos o vamos emprendiendo. El enemigo está siempre ahí, acechando como ave de rapiña para hacernos caer, dudar. Para hacernos temblar, a veces, de miedo, de tristeza, de decepción. Pero ¡no! Nuestro Dios no quiere cobardes, que se amilanan fácilmente, que dudan de su poderío, de su control.

No digo nada nuevo debajo del sol; sabido es que cuando osamos desviar nuestra mirada, aunque sea un poquito, de la diana que tenemos delante, de proseguir al blanco, cualquier proyecto que deseemos llevar a cabo se tambalea. Deja de ser viable.

Los indicadores que permiten evaluar su eficacia nos revelarán que no se han alcanzado las metas propuestas, que los plazos no se han cumplido, que no hemos sabido administrar los recursos que habían sido confiados a nosotros.

Y pienso y repienso. Me doy cuenta que pronto empezamos otro curso y flotan en el aire los nombres de actividades que tenemos en mente y en papel, para engrandecer la Obra […]  Y seguro que más.

Y se me enciende la pasión, me maravillo y entusiasmo ante la Bondad de mi Señor al ponernos tantos bienes a nuestro cuidado para que los multipliquemos; porque todas estas iniciativas que ya han salido o van a salir a la luz no han surgido por casualidad.

Entonces, me postro y le pido que nos ayude a ponernos bajo Su dirección, que no desviemos la mirada, que lo que nos mueva sea el gozo puesto delante. Que todo aquel que hoy está planificando para el nuevo curso lo haga para Él y para su prójimo, esté cerca o lejos, lo conozca o no, sea pobre o rico, le caiga bien o no. Y planifique conforme al modelo de Cristo.

Y si Cristo soportó la cruz por el gozo que le esperaba, ¿quién soy yo para no hacerlo? ¿Para no soportar las espinas que en mi peregrinaje se atraviesan? ¿Acaso quiero más privilegios que Él?

Pensaba ayer que quería empezar los proyectos para estos próximos meses con la garantía de tranquilidad, armonía, no ser víctima de nada… Pensaba incluso ponerme a mendigar por las esquinas facilidades para mí. Pero hoy me pongo a Su disposición, sean cuales sean los términos de Su contrato. Pero los de Él. Que no me falla. Que es Justo.

Trabajar en Su empresa exige 100% de compromiso, entrega y sacrificio. ¿Es que lo había olvidado? No. Quiero Su abrazo, gratis. Oír silbar al viento que sopla por donde quiere. “Que sea tomada por la Palabra y me vuelva una Agente de ella. Que la publique”.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - Fija tus ojos en Cristo...