Guarda tu corazón

Cuidar nuestro corazón es crear una atmósfera, un terreno saludable para que la Palabra de Dios y Su Espíritu entren y guarden nuestros pensamientos.

10 DE FEBRERO DE 2018 · 22:20

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Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida. Proverbios 4:23

El corazón es el centro de lo que somos, de lo que hacemos, pensamos y decimos. Está todo conectado. Es por eso que este versículo es clave. Todo fluye de él.

El término corazón usado en la Biblia (gr: kardia; heb: leb) se refiere a:

  • Centro de la vida física
  • Centro de la vida espiritual 
  • Sinónimo de mente 
  • Centro de la voluntad
  • Centro de las emociones
  • Lugar de la actividad del Espíritu

En definitiva, el corazón es la metáfora de la esencia como persona en su totalidad, por todo lo que implica. Y lo que es más, Dios puede intervenir e interviene en él, porque lo conoce.

Guardar el corazón, cuidarlo, protegerlo es nuestra responsabilidad, independientemente de las experiencias que hayamos vivido y vivamos diariamente.

Una de las cosas en tu larga lista de tareas del día debería ser la de ocuparte de lo que hay en tu corazón y cómo está. Llenarlo de una relación constante y floreciente con Dios, cuidarlo y protegerlo con la Palabra. Esta acción determinará cómo experimentas el día, cómo tomas decisiones, cómo respondes y reaccionas a las diferentes situaciones, y afectará a tus palabras.

Lo que hay en tu corazón es lo que reflejas a los demás (Lucas 6:45). 

Cuidar nuestro corazón es vivir por encima de esas circunstancias que nos duelen, esas situaciones por las que no podemos hacer nada.

Guardar nuestra mente (o corazón) es llenarla con aquello que la edifica, que le hace bien. Guardar nuestro corazón es vencer la duda, la incertidumbre y la negatividad con las promesas de Dios para nuestras vidas. Guardar nuestro corazón es desaparecer de ciertas conversaciones, poner distancia con aquellas personas o momentos que pueden ser tóxicos para nosotros.

Cuidar nuestro corazón es crear una atmósfera, un terreno saludable para que la Palabra de Dios y Su Espíritu entren y guarden nuestros pensamientos.

Lo que dejemos entrar en nuestro corazón es lo que nos hará ser como somos.

Cuando decidimos interiorizar en nuestra mente y grabar en nuestro corazón quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros, el fruto, el resultado será: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio (Gálatas 5:22-23).

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cerezas de temporada - Guarda tu corazón