Somos poema suyo, Lausana España 2017

¿Puedes imaginarte con cuanto amor te creó Dios para hacerte un hermoso poema?

02 DE DICIEMBRE DE 2017 · 22:00

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Amo a Dios y le siento

en los pequeños milagros de cada hora: 

en el fuego de la poesía, en el

dorado vuelo de la danza, en 

los latidos blancos de la música.

 

Amo a Dios y ausculto latidos 

de su pecho en el flujo y reflujo 

del mar sobre la playa, en la 

dulce marea de luz de las 

vidrieras, en el duro chasquido 

del relámpago, en las calientes

nanas de la lluvia.

 

Amo a Dios porque, a la luz 

del Crucificado, voy descifrando

rutas, atajos de salvación por 

las oscuras sendas 

del sufrimiento.

 

Amo a Dios y reconozco su 

Voz, su Presencia por los

íntimos claustros del corazón.

 

Amo a Dios porque si no es 

de Dios ¿de dónde me nace 

la dulcísima primavera de amor 

que estalla hoy por los 

jardines de mi vida?.

 

Amo a Dios y creo en Jesús

resucitado, de brazos 

abiertos, corazón en ascua 

y alas de Dios.

 

Amo a Dios y lo descubro 

en la mirada azul del niño, 

ventana pura por donde 

se asoma el Padre de la Vida 

y contempla con ternura su

creación.

 

Autor del poema: Nicolás de la Carrera

 

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” Efesios 2: 10

Hace tan solo unos días, el Señor me concedió el bellísimo privilegio de asistir al 7º Encuentro del Movimiento de Lausana España una vez más. Creo que todavía me dura el cansancio de un viaje relámpago, como de costumbre desde esta esquinita de Galicia, en lo más alto, y en un viaje que tuvo que ser decidido a última hora; Pero lo cierto es que lo disfruté a morir.

Elegí dos talleres con el máximo gusto:

- “Las artes en la evangelización”, a cargo de David Trujillo.         

- “ La Pobreza” a cargo de Esteban Muñoz.

Todo el día y su contenido me pareció buenísimo, y no es mi intención hacer lo que otros se encargarán de llevar a cabo. Simplemente quiero desarrollar brevemente alguna idea que me gustó mucho del taller de las artes en la evangelización.

Éramos un grupo muy variado, y me sentí muy a gusto en todos los sentidos. Había desde dos mujeres bien jóvenes, e íbamos en escala de edad, unas cuantas personas que teníamos que ver con el tema de algún modo, hasta llegar a alguien que me llenó de alegría ver sentado en aquel lugar. Me estoy refiriendo a Juan Blake. Era el decano y tenía mucho que decir al respecto.

Cuando pensamos en la evangelización como un arte, puede que a alguno le pueda sorprender; pero es la cosa más acertada y preciosa que existe.

¡Me encanta el arte en la mayoría de sus múltiples facetas! Yo sólo sé hacer arte en este sentido con los dones que Dios me regalo, pero si sé apreciarlo en toda su extensión.

En unos días tenemos Conferencias especiales en mi iglesia a cargo de Samuel Escobar, hace mucho frío y  entramos en el tiempo de Navidad. Nuestra casa se llenará de gente y me encantará recibirla. Pero siempre procuro preparar cada cosa con el máximo esmero, y hacer que todos se sientan a gusto. Os confieso que ya tengo puesto el arbolito de Navidad, y estoy preparando un bonito centro para la mesa en relación con el tiempo que estamos por vivir. ¡Por supuesto! Cuento con la inestimable e incomparable ayuda de mi madre, siempre ha tenido el gusto más exquisito para todo este tipo de cosas.

Alguien me puede preguntar, ¿cómo puedes estar hablando de este modo, cuando asististe en la tarde al taller de la pobreza?. No se trata de dinero, simplemente es cuestión de algo que se tocó en la mañana, algo que me encanta, es cuestión de excelencia.

En muchos viajes, siendo hospedada por hermanos en mi servicio al Señor, no siempre me he sentido más a gusto en la casa con mas dinero, los mejores manjares y demás. En diferentes ocasiones, donde más me he sentido tremendamente a gusto, ha sido en el lugar más insospechado que os podáis imaginar. Porque repito, no es cuestión de dinero u otro tipo de cosas que, evidentemente ayudan; es cuestión de excelencia en todo.

Mientras conversábamos de todo esto, me venía a la mente una frase que he escuchado demasiadas veces referente a trabajos hechos para el Señor en cualquier faceta… ¿Qué tal ha quedado?... Bueno… Da igual, a fin de cuentas ¡es para el Señor! Siempre me pareció de lo más penoso el llegar a semejante conclusión, precisamente por lo que hemos estado tocando antes. Nuestro Dios se merece la excelencia ¡la excelencia con mayúsculas en todo lo que conlleva la palabra! Y cuando estamos hablando de arte a la hora de llevar el gran mensaje, esto se aumenta de tamaño de un modo importante.

En aquel precioso grupo, había, desde una chica que hacía ilustraciones realmente muy buenas, otra que trabajaba de diferentes modos, incluso en interiorismo; y aquí lo hilo con nuestro árbol de Navidad, o el centro de la mesa. El hermano que llevaba el taller también tocaba unas cuantas cosas, aunque básicamente es músico, había  bastantes personas ligadas al mundo de la literatura en sus diferentes facetas, comunicación…. y como os he dicho al principio, alguien tan precioso como Juan Blake, que ha ingeniado mil modos, y que ha recorrido mucho mundo, países, pueblos y aldeas llevando el Evangelio.

En un momento, alguien bien de letras y de la Palabra, recordó lo que la mayoría sabemos; pero que nunca me canso de volver a escuchar. Me estoy refiriendo al texto puesto al principio de Efesios 2: 10. Sabemos que en el original griego, la palabra “hechura” es “poeima”, ¡Poema! ¡SOMOS POEMA SUYO! Siempre me pareció precioso esto. Hechura de Dios, poema de Dios… Un poema es algo que se hace con muchísimo amor y en lo que se vacía el corazón y se vierte todo lo mejor de nosotros; pues eso somos para nuestro Dios…. Me parece encantador.

Se tocaron muchas cosas que no me corresponde a mi recoger aquí. Se analizaron muchos temas, muchas formas de arte, incluso del séptimo, y algo tan precioso como la predicación, eso lleva arte queridos, se pueden decir las cosas de muchas maneras….

Para concluir, simplemente quiero volver al texto de Efesios, ¿Puedes imaginarte con cuanto amor te creó Dios para hacerte un hermoso poema? Hace mucho que he decidido corresponder a un amor tan grande que llegó hasta la muerte por mi, y le entregué mi vida de tal modo, que es el centro de todo lo que hago; es simplemente corresponder a ese amor con lo mejor de mi.

Hoy te invito a pensar en esto, eres su amado poema. ¡Acércate, escucha sus palabras en susurros, ríndete, y entrégate a Él! Será lo más precioso que puedas hacer nunca.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Somos poema suyo, Lausana España 2017