Muros hechos de papel

Quiero que mi país sea fuente de bendición de los pobres y necesitados del mundo.

15 DE OCTUBRE DE 2017 · 10:20

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De nuevo, el Presidente Trump ha cambiado su postura con relación a la ley DACA. Le había prometido a los líderes demócratas que trabajaría para regularizar el estado de los jóvenes Dreamers (Soñadores) sin ligar la legislación a su deseo de construir un muro entre Estados Unidos y México. Sin embargo, en esta semana anunció que sólo apoyará un proyecto de ley que incluya dinero para la construcción del muro, más dinero para agentes fronterizos y limitantes futuros en número de inmigrantes.

De nuevo, el presidente hace de los jóvenes una pieza de juego política. Sus acciones siguen poniendo en peligro las vidas de más de 800,000 jóvenes que están buscando desarrollar un futuro seguro para sí mismos y para sus familias. No sólo sigue insistiendo en un muro de concreto, sigue armando muros de papel.

El presidente Trump insiste en la construcción de un muro que la mayoría de analistas ha concluido que no tendría el efecto deseado. Pero sigue una lógica que busca culpar al inmigrante y criminalizarlo. ¿Y cuál es el pecado principal del inmigrante? Haber nacido en el país “incorrecto” y ser pobre con poca educación. Si fuera del país “correcto” sería bienvenido y si tuviera la educación que le conviene a nuestro país, entonces si queremos su presencia y su mano de obra.

Como han dicho muchos otros, son los que más podrían beneficiarse de mudarse a los que se les pone más trabas para poder escoger donde vivir. Si usted ya tiene educación y buena posición en su país de origen, es bienvenido. Pero si usted está luchando por salir de pobreza y opresión creados por intereses externos, entonces se le pone todo tipo de traba. Si llega indocumentado a los Estados Unidos puede conseguir empleo, pero sin mayores derechos y con la posibilidad de ser sancionado y deportado.

La realidad es que ya existen muchos muros de papel. Están construidos de certificados de nacimiento, de pasaportes y de visas. Los que quedan afectados por esos muros son los pobres de la tierra. Los Estados Unidos busca limitar el ingreso de personas de América Latina, pero insiste que esos países estén completamente abiertos a productos y servicios de los Estados Unidos. Esa apertura afecta adversamente las posibilidades de empleo de la misma gente contra las cuales se están construyendo los muros de papel.

Aunque el presidente Trump nunca consiga construir su muro de concreto, sigue construyendo muros de papel. Le sigue haciendo difícil a los indocumentados en este país, pero el país sigue dependiendo de su mano de obra para sostener la economía. Busca criminalizar el hecho de estar en el país sin documentación, pero no criminaliza a los que les dan el empleo.

Y los muros de papel tienen la misma lógica que los muros de concreto. Son parte de un sistema económico que sigue concentrando los bienes y el capital en los países ricos y limitando el acceso de los pobres a oportunidades reales en sus propios países o a la libertad de movimiento que tienen los ricos o los que somos de países poderosos.

Nuestro presidente quiere que los Estados Unidos sea primero. El está seguro que los muros de papel y de concreto podrán servir para cumplir esa meta. Yo también quiero que este país sea el primero; el primero en buscar bendecir a otros; el primero en buscar el bienestar de los pobres y refugiados; el primero en buscar un repartimiento más justo de los bienes de este mundo (que son de todos los humanos) y el primero en buscar el cuidado de este mundo para que no siga cambiando el clima, haciendo más difícil la vida de los que están en países pobres. 

En este país se canta la petición de que Dios bendiga a los Estados Unidos (God Bless America). Como cristiano mi petición es que Dios utilice a los Estados Unidos para bendecir al mundo. Para que eso pueda ocurrir se tienen que tumbar los muros de papel y construir puentes. Dios nos llama a ser fuentes de bendición. Yo quiero que mi país sea fuente de bendición de los pobres y necesitados del mundo. ¡A tumbar los muros de papel y a construir puentes de conexión, servicio y bendición!

(Algunas de las ideas de esta nota surgieron después de leer un artículo sobre el trabajo del Programa de la ONU para el Desarrollo.)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Muros hechos de papel