No todo es Boko Haram: 6 claves sobre la violencia fulani en Nigeria

En regiones más centrales del país, los ganaderos fulani, también musulmanes, provocan un sufrimiento cruel a los cristianos de la franja central.

16 DE SEPTIEMBRE DE 2017 · 19:30

Un pastor fulani pasea libremente con su ganado en el sur del estado de Kaduna / Foto: Puertas Abiertas.,
Un pastor fulani pasea libremente con su ganado en el sur del estado de Kaduna / Foto: Puertas Abiertas.

En el norte de Nigeria, país que ocupa el puesto 12º en la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas, la violencia contra los cristianos no solo proviene del grupo extremista islámico Boko Haram, el cual provoca el terror especialmente en los estados norteños. En regiones más centrales del país, los ganaderos fulani, también musulmanes, provocan un sufrimiento igual de cruel a los cristianos de la franja central. Por unas razones u otras, la atención mediática la han recibido generalmente los terroristas de Boko Haram, pero la violencia con la que actúan los miembros de la etnia fulani contra los cristianos no es, en absoluto, de menor rango. Aquí van seis aspectos que debes conocer sobre ellos para saber a qué se enfrentan nuestros hermanos de la franja central de Nigeria:  

 

1. Los Fulani son musulmanes a los que no se ha llegado con el Evangelio

Poco más de 38 millones de personas pertenecen a la etnia fulani o Hausa-fulani, el más grande de los grupos étnicos en los 19 países de África central y occidental. Hablan diferentes idiomas y es el grupo nómada más grande del mundo que ronda esta zona en busca de pasto para sus ganados. Aún no se ha llegado a ellos con el Evangelio y tan solo un porcentaje menor al 1 % son cristianos, mientras que el 99 % son musulmanes. 

 

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2. Están en conflicto con los agricultores de la estratégica franja central del norte de Nigeria

La franja central (Middle Belt o “Cinturón Central”, por su nombre en inglés) forma parte del norte de Nigeria, la parte del país dominada por la religión islámica. A diferencia de los estados más septentrionales, dominados por los musulmanes hausa, la franja central alberga una gran diversidad de personas y culturas. Es un crisol de grupos étnico-religiosos que coexisten desde hace tiempo. También es el centro de la presencia cristiana en el norte. Como los ganaderos fulani emigran cada vez más hacia el sur, han entrado en conflicto por los recursos con los agricultores de grano, que son principalmente cristianos.

 

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3. Aunque el conflicto se deriva de factores socioeconómicos, también es evidente su motivo religioso

La creciente desertización impulsa a los fulani a moverse hacia el sur, lo que intensifica la presión sobre unos recursos ya de por sí escasos. Los ganaderos han emigrado a esta zona sin prácticamente control alguno desde los países vecinos de África occidental (especialmente Níger), que sufren sequía. Pero el conflicto va más allá de estos factores socioeconómicos. Los objetivos de los ataques son los cristianos, mientras que los musulmanes apenas se ven implicados. Una investigación de Puertas Abiertas reveló que el 88% de las víctimas en el estado de Benue eran cristianos, así como el 70% en el estado de Taraba y el 75% en el estado de Nasarawa.

En las últimas décadas, los fulani se han vuelto más radicales debido a la llegada de las proclamaciones islámicas radicales de los misioneros musulmanes de Arabia Saudí e Irán. Los ataques pueden verse como una continuación de la yihad que pretende implantar un estado islámico en toda Nigeria. Según el principio expansionista del Dar al-Islam (casa del islam), todo pertenece a Alá directamente y a sus seguidores indirectamente, incluida la tierra donde quieren dejar apacentar a su ganado. “Creen que es correcto tomar esos recursos por la fuerza de las manos de los infieles y apóstatas”, explica el ex investigador para Puertas Abiertas en África occidental, Arne Mulders.

 

4. Los ataques hasta ahora han sido brutales y van en aumento

El Centro de Estudios Estratégicos de África (enlace en inglés) del Departamento de Defensa de Estados Unidos ha estimado que, solo en Nigeria, desde 2001 hasta enero de 2017, más de 60.000 personas han muerto por violencia relacionada con los ganaderos fulani. Miles han resultado heridos en los ataques y cientos de mujeres han sido secuestradas. Han destruido numerosas casas e iglesias y tomado grandes parcelas de tierra y propiedades. 

La investigación de Puertas Abiertas demuestra además que la violencia ha aumentado en el periodo previo a las elecciones presidenciales de 2015 y han persistido desde que el presidente Buhari, fulani él mismo, llegó a la presidencia. Calculamos que el grupo ha asesinado a unas 6.500 personas en estados como Kaduna, Plateau, Nasarawa, Benue y Taraba tan solo entre 2013 y 2015. Las zonas de gobierno local de Jama’a, Kachia, Kagarko, Kaura y Sanga en Kaduna han resultado muy afectadas. Fuentes de Puertas Abiertas indican que más de 50 aldeas han sido atacadas en los últimos 12 meses.

 

5. Los cristianos dicen que el Gobierno les está fallando

“Estamos consternados por la inacción del Gobierno federal ante la masacre y destrucción causadas por los ganaderos fulani contra los propietarios nativos legítimos de las tierras y los agricultores en el país. […] Durante años, los pastores fulani han estado asesinando impunemente a nigerianos inocentes. […] La respuesta del Gobierno a la amenaza de los pastores fulani hasta la fecha ha sido tibia e indiferente”, afirmó el Foro de Ancianos Cristianos en marzo de 2016.

“Si acaso, el gobierno ha mostrado auténtico partidismo a favor de los ganaderos […]”, manifestaron los obispos católicos de Kaduna, a lo que añadieron: “En la mayoría de estos ataques, el ejército permanece al margen y observa mientras nuestra gente es masacrada...”. Estas afirmaciones han sido confirmadas por los informes de Puertas Abiertas elaborados con testimonios de testigos recopilados tras los ataques.

 

ropiedades cristianas destruidas por ganaderos fulani en 2016. / Foto: Puertas Abiertas

 

6. Una pequeña ayuda que llega de lejos y llega muy lejos

Aunque esta situación puede resultar abrumadora, en Puertas Abiertas hemos visto repetidamente cómo el Señor utiliza soberanamente la ayuda que proveen organizaciones como la nuestra para llevar esperanza en el momento preciso a través de oraciones, donaciones y otros tipos de compromiso que sirven para recordar a nuestros hermanos que no han sido olvidados por el cuerpo de Cristo en todo el mundo.

“Mi casa fue quemada durante la crisis fulani. He estado yendo de casa en casa pidiendo un cuenco de maíz para alimentar a mis hijos, pero hoy me han dado 100 kilogramos de maíz solo para mí. Dios es verdaderamente fiel. Que Dios bendiga cada bolsillo que ha ofrendado para ayudarnos”, declaró una beneficiaria de la ayuda distribuida, Mary Lumumba.

De parte de nuestra familia en la fe de Nigeria, Puertas Abiertas da las gracias a cada persona que aporta su granito de arena para poder llevar esperanza de forma práctica a los afectados por la violencia fulani a través de distribución de alimentos, ayuda económica, apoyo postraumático, acompañamiento espiritual, formación, etc.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - En Tierra Hostil - No todo es Boko Haram: 6 claves sobre la violencia fulani en Nigeria