El precioso liderazgo de Dwight L. Moody

Vivía completamente rendido al Señor y a su Palabra. Eso, junto a sus rodillas dobladas, hicieron que su servicio a Dios brillara.

20 DE AGOSTO DE 2017 · 12:00

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Hay un proverbio árabe que reza, decía Moody:

“Al cuello lo dobla la espalda, pero al corazón, únicamente lo dobla otro corazón; el amor es irresistible”

Podría tomar cualquier otra frase propia y maravillosa de Moody para introducir este artículo, pero este proverbio que a él tanto le gustaba, me parece maravilloso.

 

D.L. Moody.

Intentaré tocar deliciosas facetas que caracterizaron el ministerio de este gran hombre de Dios; pero si todo ello no fuera bañado por el amor, simplemente quedaría en ”metal que resuena o címbalo que retiñe”.

Hace poco que recordé algo muy hermoso de la vida de Dwight L. Moody, y me volvió a prender tanto el corazón, que me movió a escribir del modo en el que lo estoy haciendo.

Cuentan que en una ocasión, un grupo de pastores europeos, asistieron a Estados Unidos a unas conferencias de este gran hombre de Dios. Pero estos hombres no conocían una de las costumbres que existían en aquel lugar, el dejar los zapatos fuera de la habitación, antes de ir a dormir, esperando a que fuesen limpiados por un empleado del hotel. Moody dijo lo que había que hacer, pero, pasaron bastante de sus palabras.

Cuando Moody pudo observar todo esto, él mismo recogió todos y cada uno de los zapatos, y betún y cepillo en mano los limpió uno a uno. Supongo que su tiempo en la zapatería de su tío cuando era muy jovencito, le sirvió de algo; pero muy por encima de esto, simplemente demostró un amor y una humildad como pocos. Cuando alguien le sorprendió sin querer, dejó correr la voz. El impacto de aquel ejemplo fue tan grande, que las noches siguientes, otros se turnaron para limpiar los zapatos.

Me encanta el precioso ministerio de Moody, un hombre de Dios humilde y lleno de amor, al que no le gustaban nada los títulos rimbombantes, los oradores de mucho “pico de oro” vacíos y huecos. Pero que vivía completamente rendido al Señor y a su Palabra. Eso, junto a sus rodillas dobladas, hicieron que su servicio a Dios brillara de un modo muy especial sin pretenderlo ni buscarlo.

En su libro “THE LIFE OF DWIGHT L. MOODY” Escrito por su hijo William R. Moody, Hay un párrafo que os transcribo literalmente, porque me parece bellísimo y creo que demuestra a la perfección por qué un ministerio como el de este hombre de Dios logró ser como fue:

 

LAS RAZONES POR LAS QUE USÓ DIOS A DWIGHT MOODY

1. Fue un hombre completamente rendido al Señor. Fue Moody quien escuchó las palabras ya tan conocidas, habladas por un predicador: "El mundo todavía no ha visto lo que Dios puede hacer con un solo hombre que sea totalmente rendido a Dios." Y, fue Moody quien dijo, —Por la gracia de Dios, yo seré ese hombre.

2. Fue un hombre de significativa oración. Dios escuchaba las oraciones de él y le dio respuestas de maneras notables. En Escocia, Moody, estando de corazón emblandecido y quebrantado, oró pidiendo que Dios le usara para traer avivamiento a Escocia. Respondiendo al momento, Dios visitó esa reunión y todos entraban en arrepentimiento.

3. Estudió profunda y abiertamente la Palabra de Dios. Este hombre humilde de poca educación estaba muchas horas estudiando la Biblia diariamente y la fe se acrecentó en su corazón continuamente.

4. Fue un hombre humilde. Dios le preparó el camino de esta humildad preparando las circunstancias de su crianza, en medio de condiciones pobres.

5. Tuvo una pasión tremenda por la salvación de las almas perdidas. Predicaba dondequiera que estuviera. Su vida como un evangelista fue más que predicar a multitudes. Uno por uno los ganaba en los trenes, en las naves y caminando en las calles.

6. Fue totalmente apartado del amor al dinero. La mayoría de la gente no imagina cuanto dinero pasa por las manos de un hombre que predica a miles de personas. Este dinero no movió a Moody. Lo regaló a otros y también lo usó para hacer avanzar el Reino.

7. Tuvo un encuentro evidente con el poder de Dios. Hubo un tiempo y un lugar cuando Moody se llenó y rebosó del Espíritu Santo. Esto fue el secreto de su potencia y la raíz de los seis puntos anteriores.”

 

Creo que muy pocos conocen mejor a nadie, que un hijo a un padre, y estas razones me parecen tan ciertas como deliciosas; simplemente desembocaron en un ministerio de los más admirados por mi. Pero quiero pararme de modo muy especial en el último punto:

“Tuvo un encuentro evidente con el poder de Dios. Hubo un tiempo y un lugar cuando Moody se llenó y rebosó del Espíritu Santo. Esto fue el secreto de su potencia y la raíz de los seis puntos anteriores”

Moody, que venía de una herencia Puritana, y hay quien dice que tuvo un tiempo en el que aceptó y predicó el Calvinismo; aunque posteriormente lo rechazó con fuerza, un día muy especial de su vida, y tras muchos años en el cristianismo más puro y servicio fiel al Señor, tuvo un encuentro de tal calibre con el Rey de la Gloria, que su hijo recoge de un modo bellísimo; como en un tiempo y en un lugar, este siervo de Dios se llenó y rebosó del Espíritu Santo… Este fue el secreto de su potencia y la raíz de todo lo demás. Os ruego que examinéis estas palabras con una lupa bien grande. No son mías, son de William, hijo de Moody, y me parecen extraordinarias. Algo así le sucedió a grandes hombres de Dios que muchos tienen por el ejemplo más impresionante de la “sana doctrina”, no voy a citarlos, ni los conozco a todos, pero sí a unos cuantos muy conocidos por muchos de vosotros.

Creo, y lo he dicho en muchas ocasiones, a expuestas de ser mal entendida y muchas más cosas que no quiero decir, que no hay nada mejor, que haber sido criado en los principios más bíblicos y tradicionales, conocer bien la Palabra y demás, y vivir tan cerca del Señor, que un día dejar que nos visite con una fuerza inmensa, nos de una llenura tremenda de Su persona y de Su Espíritu. El conocimiento profundo de la Palabra, no nos va a dejar caer en errores no bíblicos; pero sí nuestra vida y ministerio van a cambiar de un modo nunca soñado; ese será el secreto del Poder en nuestros ministerios. Digo esto con reverencia y humildad ante mi Señor y ante mis hermanos, y respetando a todo el mundo; pero de un modo muy fuerte que esto es así. No estoy hablando de NeoPentecostalismos o fuegos demasiado extraños y contrarios a la Palabra de Dios. Pero, en ocasiones, el legalismo, la cerrazón a muchas cosas, hacen que terminemos estancados en pura letra que mata y con muy poco Espíritu que vivifica, y esta sierva de Dios al menos, no está dispuesta a vivir en ese modo. 

Os dejo con la bendición del  Soberano de mi vida, y con una de las frases de Dwight L. Moody, que me llena el alma:

“La fe hace que todo sea posible... El amor hace todas las cosas fáciles”.

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