¡Libres por siempre!

Podemos vivir una vida plena y en abundancia, llena de gozo, que de nuestro interior salten ríos de agua viva.

13 DE AGOSTO DE 2017 · 14:20

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“Sería más fácil contar todas las estrellas en el cielo y todos los granos de arena en la tierra, que medir o describir el amor de Dios” — Paul Washer.

“Invoqué tu nombre, oh Señor, desde la cárcel profunda;

 Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.

 Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.

        Lamentaciones 3: 55-58

Todos sabemos que el elefante es el animal más grande sobre la faz de la tierra, da pavor ver a uno frente a frente; aunque sea en cautividad, a la vez que nos produce como una especie de cariño hacia él.

El elefante es uno de los animales más poderosos, tan sólo su presencia, su potencia… Pero pensemos en algo que me parece muy ilustrativo:

Simplemente hace falta una cuerda fuerte para controlarlo. Esto se logra cuando el elefante es joven; se le ata a un árbol grande durante semanas, entonces hará toda la fuerza posible, y tirará para poder liberarse; pero la cuerda lo mantiene totalmente inmóvil. Llega un momento, en que el pobrecito elefante desiste, sabe que no puede lograr nada.

Cuando pasan los años y el elefante se hace mayor, y logra todo su tamaño, fuerza, belleza y esplendor, sigue como cuando era chiquito; ya no lucha por liberarse. Simplemente sigue pensando y creyendo que sigue cautivo, y que no puede soltarse.

El enemigo de nuestras almas, es bien astuto, y conoce bien la naturaleza humana y como “jugar” con ella. Estoy convencida de que utiliza el mismo método que se utiliza con los elefantes con nosotros mismos; de este mismo modo, en muchas ocasiones siente que puede tenernos esclavizados, de hecho lo consigue muchas veces.

Cristo nos ha liberado en el mismo momento en el que caímos rendidos ante Él en la bendita Cruz del Calvario.

¡¡¡LIBRES POR SIEMPRE!!!... “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” ( Juan 8: 36) Lo sabemos, ¿No es cierto? Pero mientras estemos en esta vida, nuestro enemigo sigue creyendo que puede engañarnos, hacernos sentir que todavía somos esclavos… Cada vez que le fallamos al Señor, cada vez que nos encontramos en una prueba difícil, cada vez que, tantas cosas… Entonces es cuando viene sigilosamente y utiliza de nuevo “la treta del elefante”.

Cristo nos libertó, y lo hizo, no solamente para nuestra salvación, justificación, redención…. Sino para que podamos vivir una vida plena y en abundancia, llena de gozo, que de nuestro interior salten ríos de agua viva…. Y sabemos muy bien que “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús..”

¿Te sientes en estos momentos bien agarrado por el enemigo y su “treta del elefante”? pues repasa lo escrito anteriormente y disfruta de esta preciosa canción de Juan Carlos Alvarado….

¡¡LIBRE, YO SOY LIBRE!!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - ¡Libres por siempre!