Más tontos que Abundio

La influencia del materialismo y el ateísmo ha creado una sequía del alma que muchos quieren regar con el ocultismo y la superstición.

24 DE JUNIO DE 2017 · 20:52

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Para dar a este artículo el nombre que le he asignado, he tenido que averiguar sobre las distintas hipótesis del personaje que da origen al dicho “eres más tonto que Abundio”; desde un campesino cordobés o navarro a un capitán de fragata. De Abundio dicen “que vendió los zapatos para comprarse los cordones”; “que vendió el coche para comprar gasolina”; “que vendió la vaca para comprar leche” o “que fue a vendimiar y se llevó uvas de postre”. Así les ha tocado a muchos el nombre de origen latino que por el contrario significa “abundante”; “desbordante” o “copioso” y que llevan como nombre más de 600 españoles que se llaman Abundio y que a buen seguro no les hará ninguna gracia el dicho popular “ser más tonto que Abundio”. 

Y he querido suavemente definir como los “más tontos que Abundio” a la cantidad, cada día mayor, de seguidores encantados de ese mundo, que presenta tantos entretenimientos relacionados con el ocultismo y personajes del mundo de las ciencias ocultas que son perniciosos y contaminantes. Un mundo de adivinación y espiritismo que incluye la astrología, la numerología, la quiromancia y la hechicería, así como las supuestas comunicaciones con los muertos y el empleo de los maleficios. 

La casa puede ser una casa cualquiera, pero especialmente de la clase media. La ciudad, una cualquiera de nuestros países. El día puede ser uno cualquiera de la semana, pero los más eficaces Viernes y Sábados. La gente que se reúne allí, gente corriente que vive, trabaja, que tiene problemas como todos, y que desea verse libre de ellos. La hora de la reunión, es la noche, después de la cena, cuando todos tienen tiempo disponible. Los invitados no son muchos, ocho, diez, a lo sumo doce. Invita el dueño de la casa. Los invitados llegan a la hora, y se sientan en círculo en los sillones de la sala. En el medio una mesita que debe ser de tres patas. Se reducen las luces al mínimo y comienza la sesión.

Una de las personas, a la cual llaman el o la médium, según sea hombre o mujer, cierra los ojos, pone sus manos sobre la mesita, apoyando sólo los dedos, y tras unos minutos de suspense y misterio, comienza con voz extraña a invocar a los espíritus. ¿Qué es esto?; más o menos, una típica reunión espiritista o espiritualista, como también se ha comenzado a llamarlas. Después siguen otras cosas, tales como preguntas a los espíritus por medio del médium, respuestas de ellos a través del médium que por eso se le llama así, entrando en ese diabólico mundo, se trata con la astrología, los agüeros, la bola de cristal, la quiromancia, la lectura de la palma de la mano. Y un gran número de personas leen sus horóscopos diariamente antes de intentar hacer cualquier cosa. Otros, que dicen que no creen en la astrología, no obstante quieren divertirse con eso como de un pasatiempo. Siempre ha existido la superstición y la ignorancia. Pero, hoy en nuestros tiempos, parece que hay un vacío espiritual en la vida de tantas personas que tratan de llenar con cualquier idea rara menos la verdad. La influencia del materialismo y el ateísmo ha creado una sequía del alma que muchos quieren regar con el ocultismo y la superstición.

“Desde el Corazón” puedo observar y observo, que pese al desagradable, antiquísimo y extraño origen de toda esta parafernalia del satanismo, paganismo, brujería y potestades de las tinieblas, mucha gente juega, se distrae y practica tales confusiones. Libros, revistas y películas muestran el ocultismo como algo inofensivo y  hasta intrigante. Y pocas personas, se detienen a leer a especialistas, neurólogos y científicos de la comunicación cuando señalan que la proliferación de películas y programas televisivos, que presentan lo paranormal está influyendo muy negativamente en las creencias de la gente.

No obstante, la Biblia habla bien claro y rotundo acerca del espiritismo, de la invocación de los muertos, de la adivinación y de la hechicería. Y en abundancia. Interesada en la salud, paz, bendición y vida abundante, del ser humano, expresa en más de 28 versículos, admirables principios de protección, defensa y normas de verdadera sabiduría: desde Levítico 20:6: “y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo”. Miqueas advertía: “los videntes serán avergonzados, y confundidos los adivinos. Todos ellos se cubrirán la boca porque no hay respuesta de Dios”. En Deuteronomio 18:10-14, Moisés escribió: “no sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios”.

¿Por qué estas sanciones tan claras y severas? (analice el buen contable que mencioné 28 y apenas he descrito sólo cinco o seis), porque Dios quiere ser escuchado y obedecido a través de su Palabra, y Cristo es el Señor viviente, que puede consolar, enseñar, salvar, cambiar la vida y librar al hombre de todas sus miserias. Y dicho en tono de buen humor. Para que no seamos: “MÁS TONTOS QUE ABUNDIO”.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde el corazón - Más tontos que Abundio