Islas en medio de aguas turbulentas

Esas que nos ayudan en las crisis de dentro y de fuera, cuando estamos en medio de carne y sangre y de principados y potestades.

23 DE ABRIL DE 2017 · 10:20

,

En un artículo que leí hace un tiempo, se hablaba de que a nuestro alrededor hay personas que son "islas de anticipación histórica del Reino de Dios". Y paré y miré, pues a veces no paramos, ni miramos... y vi que es cierto, a mi alrededor pululan seres maravillosos que nos materializan la Esperanza que todos esperamos alcanzar, en el  grandioso momento cuando, como dice en Apocalipsis, cantaremos cántico nuevo los de todo linaje y lengua, y pueblo y nación.

Y aquí estamos, expectantes mas no quietos, pues no en vano esperamos el segundo "Consumado es" hasta la redención de la posesión adquirida. Mientras, andando en sintonía con el Espíritu Santo, con el que fuimos sellados habiendo creído en Cristo, iniciamos esa travesía que nos llevará a esa meta tan ansiada. Con las arras de nuestra herencia como, dice Pablo. Y si todos andamos así, sería "el no va más". Pero vivimos en un mundo caído, donde acosados por las decepciones, las circunstancias adversas, las injusticias de los otros y las nuestras, no faltan los momentos de caer en la desesperanza. Que alguien me diga que no ha pasado por situaciones similares. Lo felicito, no forma parte de esta realidad. Pero ¿quién dijo que sería fácil? Sólo oí que él iba a preparar morada en la casa de su padre. Mientras tanto, nos dejaba su paz, su modelo exacto para poder soportar. Y su cruz para que la tomásemos, pues si no, no podríamos seguirle. O sea que no íbamos a ir con un peso-pluma.

Y no dijo que nos iban a felicitar constantemente y a darnos el pan que exige el cada día porque su pan ya estaba servido de antemano, porque éramos los que primeramente esperábamos en él. Que yo recuerde no dijo que todos hablarían maravillas de nosotros. En cambio, nos habló de guerras, de persecución, de amor enfriado, de traiciones... ¿Y seguimos esperando la panacea? Si como leo en Efesios 2.6-7 dice: "el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres... ", ¿es que queda otra alternativa que no sea  tener el mismo sentir, el mismo amor... como de seguro lo pedía Pablo con un grito casi de impotencia porque no es fácil? Es fuerte, muy fuerte.

Y vuelvo a las islas de arriba. Esas que nos ayudan en las crisis de dentro y de fuera, cuando estamos en medio de carne y sangre y de principados y potestades. Esas islas que guiados por el Espíritu se posicionan al lado o incluso de lejos irradian su presencia que alienta, que aconseja, que carga como el Buen Pastor. Que abraza, que es discreta y escucha sin repetir y difundir. Esas islas que nos ayudan a perfeccionar nuestra misión. Pues sólo piensan en que todo redunda para la gloria de aquel que se la merece toda. Entonces, el caminar se torna soportable cuando tienes islas y tú mismo eres isla para otros. Imperfectas pero islas. Y Dios es el que da el don de serlo, sino el choque produce un sonido sordo, que chirría, rechina, resuena.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - Islas en medio de aguas turbulentas