La increíble belleza de lo auténtico

“Se puede engañar a alguien durante toda la vida, se puede engañar a algunos durante un tiempo; pero no se puede engañar a todos siempre.”

19 DE FEBRERO DE 2017 · 08:10

Me topé con un Salón de peluquería y estilismo  que era tremendamente estiloso y bonito.,
Me topé con un Salón de peluquería y estilismo que era tremendamente estiloso y bonito.

“Nunca olvides que la verdadera belleza es una actitud, y que eres increíblemente preciosa, cuando eres auténtica”

El verano pasado, teníamos que ir a la otra punta de España para tener ministerio por una semana. Lo cierto es que íbamos cansados y, en mi caso, sacudiéndome los últimos coletazos de una bronquitis.

Me apetecía muchísimo ir; porque la humedad, el viento y el frío de mi preciosa tierra, dan lugar a un sitio muy bello, pero a la que una especie de lagarto como yo, realmente la comen. Necesitaba sol ¡Sol y calor, por favor!... Creo que si en aquellos momentos permanezco un solo día más aquí, me salen escamas, y branquias, y no sé que más.

Nos tomamos una semanita para poder descansar un poco, muy cerquita del lugar al que íbamos; una preciosa tierra de mi país en la que he estado cientos de veces desde que era una niña, pero nunca en pleno verano, me parecía tan apetecible….

Y, aunque aún coleteaban algunas décimas de fiebre y las últimas pastillas de antibiótico, mi maleta iba repleta de ilusiones y al completo de todo.

Un mediodía, después de un buen rato de haber comido, me di cuenta de que necesitaba comprar algunas cosas; así que mientras todo el mundo descansaba o hacía cualquier otra cosa, me fui sola. Tomé carretera y manta…. Eso de manta es un hablar, porque ni sé los grados de calor que hacía, la humedad era increíble y junto al calor, resultaba un tanto insoportable. Pero en el fondo, estaba encantada ¡Por fin sol, calor, no tener que llevar chaqueta siempre!

Comencé a caminar ligerita y encantada, hasta que pude experimentar una especie de cansancio un tanto extraño, todo era lento a mi alrededor, y comencé a bajar mi ritmo de modo inconsciente.

Luego empecé a observar que casi no había nadie por las cales, las poquísimas personas que me cruzaban, llevaban sombreros, abanicos, caminaban muy despacio y llevaban cara de…¡No puedo más!

Yo quise pasar de todo y seguí a lo mío; pero es que a cada lugar al que iba, estaba cerrado, cuando en mi tierra haría dos horas que absolutamente todo estaría abierto. Yo, cuando pillaba a alguien, preguntaba. Aquello aún no había abierto, el otro lugar quedaba muy lejos, el de más allá estaba de vacaciones…. Terminé dando vueltas en redondo ya ni sé por donde y decidí buscar una farmacia, algo que llevaba buscando hacía días para comprar algo tan simple como unas ampollitas de suero.

Todo el mundo me mandaba a la misma farmacia, y cada vez que llegaba, estaba cerrada. Ya iba un poco calentita por dentro y por fuera y todo aquello era muy extraño para mi. Hasta que por fin me di cuenta de que, en un lugar como aquel, los horarios, las costumbres, y todo lo demás estaban adaptados al clima, la estación del año; hasta la cultura y la forma de comer, iban relacionado con ello.

Nunca pude pensar que aquel lugar en el que había estado en tantas ocasiones, pero en otras épocas del año, pudiera llegar a resultarme tan desquiciante en aquellos momentos.

Decidí que no volvía de vacío , me miré a mi misma y me vi la pinta que llevaba, agotada, sudando tinta china, con un ligero enfadillo por dentro y, en general… Una pinta…. No sé como, me topé con un Salón de peluquería y estilismo, justo al lado de la farmacia que siempre estaba cerrada, y hubo algo que me llamó muchísimo la atención, era tremendamente estiloso y bonito, sin ningún lujo estridente o apariencia de ser caro.

Me volví a mirar por dentro y por fuera, ya sabéis, pelo machacado de mar o piscina, unos shorts y una camiseta mona, unas chancletas ¡Eso sí! También monas; pero un poco desastre todo, de modo que decidí entrar.

A los pocos minutos de estar allí me di cuenta de lo bonito que era por dentro, el encantador estilo que llevaba el corte de pelo de la dueña del local, y el cuidado con el que trabajaban; así que le dije a la peluquera ¡Me encanta como llevas el pelo! Necesito un buen arreglo ¿Podrías ponerme algo parecido a lo tuyo adaptado a lo mío? Sonrió y me dijo ¡Seguro, lo intento! Y comenzó la operación. Estoy un tanto desastre, pensé; aquí la gente ni se mueve, voy a relajarme y a darme un gustillo.

Cuando me estaban lavando el cabello, me pude dar cuenta de que en unas paredes super bonitas, pintadas en un gris delicioso, había como una especie de frases rodeadas de unos adornos de yeso preciosos ¡De repente, mis ojos se fijaron en una! La frase que os puse al principio:

“Nunca olvides que la verdadera belleza es una actitud, y que eres increíblemente preciosa, cuando eres auténtica”

Me pareció bellísima y pregunté el porqué de las frases y el autor de esta, me dijeron que desconocían el autor, pero que era como el lema de aquel lugar. Lo cierto es que cuando volví a mirar todo lo que me rodeaba, aquello era muy cierto en aquel contexto.

Todo era sencillo, hasta la mujer que me estaba arreglando el cabello. Era bonita, pero real, y aquel corte de pelo un tanto irregular y estiloso, le daban un aire de preciosa autenticidad realmente bello e increíble.

 En un pis pas me arregló el pelo y me quedó realmente bien, hacía mucho que no me lo veía tan bonito; realmente me hacía falta pasar por allí y todo mi, digamos enfadillo y frustración interna, dieron lugar a un… ¡Ha valido la pena!

Cuando salí de allí, ya había gente por las calles y los comercios estaban abiertos. Con lo contenta que iba, me puse las pilas, y seguí tirando con mi carretera sin manta.

Antes de irme, le di las gracias y le dije que me había encantado, ella me dio una tarjeta con todo tipo de datos que aún conservo. Todo, menos el autor de la frase, que está por todos lados pero sin el autor. Pensé en ello durante mucho en esas palabras, nunca lo olvidé; pero hace unos días que la palabra “AUTÉNTICO” no me sale del pensamiento.

Muchas veces pensamos que la verdadera autenticidad consiste en ir hecho un desastre, dar una apariencia de sencillez fingida, en hablar con una naturalidad que raya en la mala educación….. Y, en demasiadas ocasiones, nos encontramos con personas que aparentan una autenticidad que no tienen en absoluto. Si somos capaces de ser buenos observadores. Se nota a las leguas, cuando lo auténtico es real o fingido.

Una de mis frases favoritas es la del increíble estadista y mucho más Winston Churchill:

“Se puede engañar a alguien durante toda la vida, se puede engañar a algunos durante un tiempo; pero no se puede engañar a todos siempre”

Siempre repito lo mismo, para disgusto de muchos que parecen no entenderme; que la falta de verdad, transparencia, autenticidad… Ocurran fuera de un pueblo que pertenece a Dios, en donde la Biblia es manual de vida y conducta, y Cristo el máximo exponente de todo esto, me parece totalmente normal. Qué ocurra dentro, simplemente ni lo entiendo ni lo acepto.

Virtudes como la simplicidad, transparencia, ser uno mismo, ir con la verdad por delante, ser auténtico…. Siempre me han parecido algo precioso, y han sido un lema de vida para mi.

Me encanta cuando alguien que creía conocerme y no me conocía para nada me dice….¡Eres auténtica! Pero si he de deciros la verdad, por ser así, he llevado muchos disgustos, muchísimos.

Dentro de donde jamás deberían vivir cosas tales como la falsa apariencia, las medias verdades, la falsedad y muchísimas otras cosas, me han hecho derramar demasiadas lágrimas en ocasiones, y todo lo que siempre consideré virtudes, llegaron a antojárseme defectos; porque en una primera mirada, siempre “gana” quien no va de frente, con sinceridad y lealtad.

¿Recordáis el Salmo 73? Me encanta esta preciosa porción de la Escritura, dice verdades como templos y ha consolado miles de veces mi corazón herido por todo el tipo de cosas que he escrito anteriormente. Habla del destino de todas las personas y la triste realidad de la apariencia de todas las cosas.

Casi siempre parece que el que va por libre, y no piensa ni obedece a Dios, todo le transcurre de maravilla. Mientras que la persona que sigue fielmente a su Señor… Es que parece que todo lo malo le sobreviene. Me han hecho saltar lágrimas profundas en distintas ocasiones, cuando llego a los versículos del 17 en adelante:

“Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos…. ¡Como han sido asolados de repente!.... Tan torpe era yo que no entendía….. Con todo, yo siempre estuve contigo, me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en Gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; más la roca de mi corazón y mi porción, es Dios para siempre”

¿Os acordáis de aquello que cantaba como los ángeles Donna Hightower? ….

“¡OH MI DIOS ES REAL, MUY REAL EN MI SER! ME HA LAVADO CON SU SANGRE CARMESÍ, SU DULCE AMOR, ES PARA MI ¡OH MI DIOS ES REAL, PORQUE LO SIENTO EN MI SER!”

¡Atrévete a pagar las consecuencias! Te aseguro que vale la pena. Yo tengo un Dios muy real, simplemente, quiero ser como Él . Nunca miente, nunca falla, y nadie como Él.

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