¡O te lo mandamos!

A veces, los animales irracionales son más inteligentes que nosotros.

04 DE FEBRERO DE 2017 · 22:13

,

Andy Andrews, en su libro, a punto de aparecer (HarperCollins), “Las pequeñas cosas” nos sugiere que a veces, los animales irracionales son más inteligentes que nosotros, los animales racionales y que, por tanto, no es mala idea imitarlos cuando se dé el caso. Y fundamenta su criterio demostrándonos la forma en que los monos pelan una banana y la forma en que lo hacemos nosotros. La banana, dice Andrews, tiene un extremo más grueso y otro más débil. La parte gruesa es para que pueda mantenerse firme colgando en el racimo. Por ahí, es difícil de pelar; por el otro extremo, no. Pues resulta que nosotros, los animales racionales, tenemos la tendencia de pelar una banana por la parte más gruesa, lo que a veces nos pone a sudar, en tanto que los monos lo hacen facilmente por la parte más delgada. “Si quiere comprobarlo” dice Andrews “vaya a un zoológico y observe”.

No es mala idea imitar (de vez en cuando) a los seres irracionales.

Un día de estos, leía en “El País” la noticia que unos chimpancés mataron a su jefe, un chimpancé tirano y después, algunos de ellos por lo menos, se lo comieron. El hecho, según el reporte ofrecido por el periodista Javier Salas, ocurrió en Senegal. Este incidente, a diferencia de la historia de la banana, como que se sale de la categoría de “imitemos a los irracionales”. Porque no sería buena idea andar por ahí matando jefes (aunque, de hecho, más de alguno —tirano o no— ha terminado sus días abruptamente, por la vía de la eliminación violenta o está a punto de inscribir su nombre en la categoría de eliminated.)

Charles Sheen, un actor hollywoodense, tomando como fundamento la reciente muerte por causas naturales de dos colegas suyos, dijo (cito de memoria): «Dios, por favor, que el próximo sea Trump». En el espíritu de estas palabras no hay señales de que Sheen quiera imitar a los chimpancés de Senegal, pero sí, que Dios, el dueño de la vida y de la muerte, se lo lleve. ¡Cuanto antes, mejor!

Cuando por los años de 1970 el pueblo nicaragüense, de la mano del Frente Sandinista de Liberación Nacional luchaba contra la tiranía de los Somoza, se dice que los cristianos oraban a Dios la siguiente frase: «¡O te lo llevas, o te lo mandamos!» Y, por decirlo de alguna manera, no se lo llevó, así es que se lo mandaron con un bazookazo en algún punto de Asunción, Paraguay, donde amparado por otro “colega” suyo, Alfredo Stroessner, se había refugiado. C’est fini!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El escribidor - ¡O te lo mandamos!