¿Un diablo en la Casa Blanca?

“Desde el Corazón” me proponga orar por estos políticos del poder, del desorden y sus élites.

19 DE NOVIEMBRE DE 2016 · 22:55

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¡Qué maravilla si los articulistas “yo aprendiz de escribidor” pudiésemos cada tarde seleccionar y publicar únicamente las buenas noticias!; ¡qué gusto si los lectores pudiesen acercarse a los diarios, seguros de que cada mañana les ofreciéramos únicamente un racimo de gozos, sin turbiedad alguna!; pero ¿serían entonces los artículos y los diarios un reflejo de este mundo o de… Babia?.

Porque ahí están los seguidores del diablo, la mentira, la violencia, la codicia, la avaricia, la lujuria, el orgullo, la ira y la gula de poder, empeñados en volver a enturbiar cada mañana nuestro espejo.

Y ahí están esas sorpresas que nos producen un cierto temblor, con el que nos acercamos a nuestros desayunos de papel, previendo, como mínimo, los desencantos y espantos, especialmente para los que no tienen la convicción de la soberanía y el poder de Dios, que nos esperan entre sus páginas.

Los de la mañana de un 9N, por ejemplo. Me levanté pensando emborronar mi página, aún en blanco, de apuntes pensando en alegría. Pero ¿cómo hacerlo tras escuchar, ver y leer que un diablillo ha sido elegido como Presidente de la Nación más poderosa del mundo?; ¿cómo esperanzarse cuando competentes analistas políticos y periodistas de casta titulan: “EEUU se asoma al precipicio populista”. “El crepúsculo del sueño americano”. “El desgarro social” y otros de peor calibre? y yo, hasta “Desde el Corazón” pienso que cuando USA tose, gran parte del mundo se constipa.

Y ¿cómo transformar mi visión del diablejo que ha entrado en la “Casa Blanca”, cuando otros, no sé si a corazón abierto describen: “sería irresponsable subestimar la capacidad de TRUMP para causar destrozos en los próximos cuatro años”; “¡a temblar!” y ¿cómo no, cuando llega al poder un claro producto de la publicidad bien pagada y quien, después de saber que un Bob DYLAN es “Premio Nobel” de Literatura, no pueda copiar a “Los Beatles” cuando afirmaron “somos más famosos que Cristo”, y TRUMP afirme “yo soy la verdad”?.

Sí, “Desde el Corazón” me impresiona que el Senador Pablo encomendara a su alumno Tito a testificar a los cretenses “gente malas bestias, mentirosos, glotones, ociosos…” ¡vaya rebaño!; pero no le dijo: “déjalos, son malos y todos lo saben”. No, le dijo: “anda y conviértelos”; evidencia del optimismo del evangelista y misionero cristiano que se niega a considerar a nadie como irremediable. Cuanto más evidente es el mal, mayor es el desafío.

Los cristianos estamos convencidos que no hay ningún pecado demasiado grande para que la Gracia de Jesús lo enfrente y lo conquiste. De ahí que “Desde el Corazón” me proponga, en aras de contribuir a mejorar este panorama y mundo, orar por estos políticos del poder, del desorden y sus élites y a recordarles cuáles deben ser las metas de unas vidas dispuestas a beneficiar genuinamente al pueblo.

Uno de los Secretarios del Senador Saulo de Tarso, recibió del excelente escritor las indicaciones de cómo debería ser un servidor público, y de esta hoja de ruta, escojo las incomparables características de cómo debe ser un ciudadano, máxime si ha de ser un ejemplo y referencia para una nación.

Así que, “Desde el Corazón”, le escribo “Presidente TRUMP”, unos consejos que de aplicarlos, le ayudarán a ser un Presidente como Dios manda. Escrito que también sirve para los muchos “TRUMP’s” que en España tenemos políticamente instalados. “Un buen ciudadano está sujeto a la ley. No le voy a recordar la Ley de Dios, porque me imagino, que usted, habiendo asistido a algunas Iglesias Evangélicas –Washington, bien vale una misa  conoce los insuperables mandamientos de Dios, pero sí principios de sentido común, que en las sanas Constituciones de Estados son bien relevantes.

Sí, un buen dirigente está sujeto a las leyes, reconociendo que si no se preservan, la vida se convierte en un caos. El respeto a las reglas establecidas otorga el respeto correspondiente a aquellos que ejercen autoridad, y  ¡vaya que usted la ha adquirido  además muestra una ejemplaridad que estimula a los demás ciudadanos a seguir la obediencia.

Un buen ciudadano que preside a otros ciudadanos es una persona activa en servir a los otros, no servirse de los otros. Está listo para toda obra, siempre que sea correcta. Uno de los virus que políticas del ficticio buenismo han inoculado en la sociedad, es el aburrimiento y el aburrimiento es vitamina negativa y resultado de egoísmo. Mientras sigamos y azucemos una política del mínimo esfuerzo, con el germen “¿por qué tengo que hacerlo yo?, que lo haga otro, el hombre está condenado a aburrirse, y las políticas ofrecen enjambres de divertimentos, como en la antigüedad “pan y circo”.

El interés de la vida está en el servicio. Y sepa, que en mis elucubraciones, hasta he pensado que usted, señor TRUMP, se ha metido en política por aburrimiento y divertimento. Pues no me explico que siendo riquísimo, pudiendo comprar lo que se le antoje, una familia y mujeres para su singular gusto, una vida de lujos sin fin y despotismo insensible, y sin sufrir la persecución de “paparazis” y salir en el cine y en las noticias cuando se le antoje y muchas otras veleidades ¿cómo se ha presentado a Presidente?... o aburrimiento o gula de poder.

En fin, termino sugiriéndole que sea sobrio, no pendenciero, amable no simplemente atento a la ley sino hacerse querible del pueblo, justo, irreprensible y honesto… será así que podrá ser positivo para la Nación. Viviendo así dejaré de pensar que “un diablillo entró en la Casa Blanca”.

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