Trump presidente

Bien se podría afirmar aquí que no fueron los republicanos los que ganaron sino que fueron los demócratas los que perdieron.

13 DE NOVIEMBRE DE 2016 · 11:20

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Hace un año, nadie se lo creía. Ahora, un año después, nadie se lo cree.

Hace un año, los líderes republicanos tomaron la aspiración de Trump como una broma; por eso lo dejaron ir e ir e ir e ir. Cuando se dieron cuenta que la cosa iba en serio y lo quisieron parar, no pudieron. Algunos le quitaron su apoyo pero la mayoría –me estoy refiriendo a los líderes republicanos—agacharon la cabeza y dijeron, sotto voce para que nadie los oyera pero los escucharon hasta en Rusia, «¡mande, jefe; lo que usted diga!»

Trump ya es presidente electo. Lo será efectivamente a partir del 20 de enero, fecha de la toma de posesión (si es que no sucede nada antes). Y Melania, su tercera esposa, la Primera Dama.

¿Cómo afectará esto a América Latina? ¿a Europa? ¿al Medio y Lejano Oriente? Nadie lo sabe. Lo que sí se sospecha es que muchas de las amenazas que lanzó durante la campaña, no pasarán de eso. Porque, como dice el refrán costarricense, «una cosa es verla venir y otra es bailar con ella».

Sin embargo, usando de nuevo un dicho costarricense como «por la víspera se saca el día», podemos suponer que la derecha y la extrema derecha político-económica se van a fortalecer con un gobierno como el de Trump. Y eso no son buenas noticias para los países tercermundistas. Seguramente los ricos seguirán siendo más ricos y los pobres seguirán siendo más pobres. ¡Es el mundo en que estamos!

Los que vivimos en Estados Unidos pudimos ver cómo el triunfo de Trump y su gente lo vinieron consolidando desde antes de la mitad del año. Los demócratas fueron engullidos por la publicidad de Trump. La señora Clinton se fue achicando poco a poco a medida que Trump se iba agrandando. Así es que, bien se podría afirmar aquí que no fueron los republicanos los que ganaron sino que fueron los demócratas los que perdieron.

Por lo demás, no hay que ignorar la teoría del péndulo. Al pueblo le encanta ir de un extremo a otro. Pallá y pacá, movido por la marea publicitaria que es la que consigue votos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El escribidor - Trump presidente