¡Que vean la imagen de Dios!

Hagamos lo que hagamos en la vida y ¡sí!, en algunas profesiones más que en otras, el tema del orgullo se muestra demasiado patente.

01 DE OCTUBRE DE 2016 · 20:50

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“La grandeza no consiste en una posición destacada, la grandeza pertenece al que rechaza esa posición”

        Khalil Gibran

“Cuando una persona inclina la cabeza ante Dios, Dios se la corona”

                Claudia Meraz

Desde siempre me impacto la parábola de Jesús con respecto a los convidados a las bodas. Que gran verdad es que Él, es el  gran Maestro en todo, de modo muy especial, a la hora de enseñar y comunicar.

Nos relata el Evangelio de Lucas en su capítulo 14, esta parábola de Jesús de un modo maravilloso…..

Se desprende que el Señor iba a una boda, y comenzó a observar el comportamiento de los invitados, ¡Me encanta! Todos querían tomar los primeros puestos. Intento imaginarme como sería aquello y también intento extrapolarlo a nuestros días, en una boda o en cualquier cosa parecida.

El caso es que Jesús, como quien no quiere la cosa….  Les comienza a hablar. ¡Mirad! ¡Por favor! Cuando seas convidado a una boda, evita ir corriendo a ocupar los primeros puestos, no sea que viniendo algún invitado más importante que tu, venga quien te invitó y te quite a ti para darle lugar a él. ….. Toma siempre el último lugar y espera si quizá puedas escuchar…”Amigo, sube más arriba”.

Es increíble lo que en pocas palabras nos quiere transmitir el Maestro y la gran actualidad que esto toma en nuestros días. La Biblia es un libro eterno, ¿no es cierto?

Cuando pienso en el tema de la humildad, no puedo evitar pensar en la vida de Moisés, El gran príncipe de Egipto, toda su historia, todo el trasfondo, toda su vida. Pero de modo especial su llamado por parte de Dios en la zarza ardiente.

La vida de Moisés ya había sido muy trabajada cuando Dios le llama desde una zarza que no se consume. Todos conocemos muy bien la historia, Moisés ni ve, ni entiende… Pero simplemente responde algo precioso; en Hebreo original sólo es una palabra, “hinaynee”, en nuestra lengua se traduce como “Heme aquí” o “Soy yo”.

Realmente era todo lo que el Señor quería escuchar, fuera todo el orgullo que había tenido encima por mucho tiempo y que le había llevado a cometer un error muy grande.

Cuando Dios nos llama para algo, no quiere nada que no tenga que ver con la humildad ¡la humildad! Simplemente pide de nosotros un… ¡Heme aquí Señor, a tu disposición!

Cuando el diablo quiere traerme a la cabeza algunas cosas, procuro no olvidar que es el padre de la mentira, muy sutil, y que su gran caída vino por el orgullo; no en vano, cuando el autor de texto del libro de los Proverbios habla de siete cosas que aborrece el Señor, en la primera de la lista está… El altivo de ojos….. Pero hay muchos tipos de orgullo, el bien manifiesto, ese es tan patente, que todo el mundo lo ve y, personalmente…. Es algo que me molesta mucho; pero no es el más peligroso. Ese es otro, el de la humildad afectada, humildad llena de orgullo por dentro.

Hace unos días pude disfrutar de un precioso además de delicioso Encuentro para comunicadores, y en un espléndido taller impartido por Daniel Hofkamp, ya en la parte del coloquio, tocó el tema de la vanidad, el orgullo y demás familia, que van demasiado implícitos en algunos trabajos, como es el de comunicar. No es la primera vez que pienso en este tema; pero, la verdad es que aquella tarde y a pesar del cansancio que llevaba encima, le di muchas vueltas al asunto….

Hagamos lo que hagamos en la vida y ¡sí! en algunas profesiones más que en otras, el tema del orgullo, la vanidad y todo lo que lleva implícito este tema, se muestran demasiado patentes.

Todo esto me lleva a mirarme a mi misma, a hacer un buen ejercicio de introspección y a pensar en mis motivaciones, en por qué hago lo que hago y para quien lo hago.

Esta mañana muy temprano, mi mente y mi corazón giraban mucho en torno a este complicado tema y el Señor me llevó a la parábola  de la que hablamos al principio. Desde niña, aún cuando no lo comprendía a la perfección, me llamaba poderosamente la atención aquello de…. “Amigo, sube más arriba” 

Existen personas que pasan por la vida simplemente por pasar, yo procuro aprender de cada minuto de vida, de cada segundo con mi Señor y su Palabra, y traer al corazón sabiduría con cada segundo de vida. Hay algo que todos sabemos; pero que no sé si todos creemos. Ya tengo edad para haberlo comprobado muchas veces, “Dios y el tiempo, se encargan de poner todo en su lugar correcto” Eso evita de un modo maravilloso que yo me afane en buscar algo que no venga de mi Señor.

También esta mañana bien temprano, volvió a mi mente una deliciosa canción De René González, “Detrás del telón” Tiene años, pero su mensaje me parece delicioso, abajo os pongo el enlace para que la podáis disfrutar y hacerla vuestra; pero permitidme que os escriba las palabras finales:

En el momento de abrirse la cortina, si alguno te admira… ¡Que vea la Gloria de Dios! Lo que tenemos lo tenemos por Gracia, por misericordia, por Su inmenso Amor…… En el momento de abrirse la cortina, si alguno te admira…¡Que vea la Gloria de Dios!

Señor, escribe René González, perdón si un aplauso o cualquier comentario, me haya movido a llevarme la gloria, mi Dios….. Me despojo de toda grandeza ¡Mi corona yo pongo a tus pies!

Preciosas palabras a las que, en este momento, y desde cualquier talento hecho don espiritual que mi Señor me haya regalado, me uno en alma y corazón profundamente. S. D. G.

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