¿Cómo se vive la vida cristiana? (VII)

En los primeros siglos del cristianismo, muchos pensaron que la mejor manera de alcanzar la comunión con Dios era alejarse de los hombres.

16 DE JULIO DE 2016 · 17:50

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8. Lo que la historia nos enseña

Simeón Estilita era un hombre admirado por sus contemporáneos. Los últimos treinta y seis años de su vida los vivió en una plataforma de un metro de ancho sobre una columna. En sus esfuerzos por demostrar su negación del yo y su devoción a Dios, Simeón Estilita (390 459) probó diferentes métodos. Pasó varios meses enterrado hasta el cuello, intentó vivir en una celda durante unos 10 años, y pasó tiempo en diferentes monasterios. Pero nada satisfizo sus deseos de mostrar devoción a Dios. Finalmente, Simeón tuvo otra idea: subió a una columna de tres metros de altura, haciendo de ella su hogar. Después de varias adiciones, la columna llegó a medir unos dieciocho metros. Aunque algunos se burlaban de él, esto no inmutó a Simeón. Estaba tratando de vivir una vida cristiana devota hasta donde pudiera. 

A lo largo de la historia, los cristianos han intentado comprender y lograr la semejanza a Cristo a la que nos llama la Biblia. Estas son algunas de las maneras en que personas del pasado han optado por vivir la vida cristiana. 

 

La vida en solitario: 

En los primeros siglos del cristianismo, muchos pensaron que la mejor manera de alcanzar la comunión con Dios era alejarse de los hombres. Simeón Estilita es un ejemplo. Un grupo conocido como los Bosci vivía por los campos y comía hierba como el ganado. Un ermitaño logró gran admiración (especialmente a favor del viento) porque nunca se bañaba ni se cambiaba de ropa. Y otro hombre anduvo desnudo por el desierto cerca del monte Sinaí durante 50 años. 

Algunos de los que decidieron aislarse del mundo pensaron que podrían escapar mejor de sus tentaciones conviviendo con otros que compartieran sus ideas. Se establecieron monasterios que vinieron a ser importantes centros de enseñanza y de actividad misionera. 

 

La vida legalista:

Siempre ha habido personas que han creído que la verdadera espiritualidad se encuentra en los ritos y las reglas. En la época del Nuevo Testamento, por ejemplo, había quienes creían que los cristianos debían seguir las exigencias de la ley del Antiguo Testamento (véanse Hechos 15, Gálatas, Colosenses). El legalismo exalta las apariencias externas y la actividad religiosa, descuidando las cualidades interiores de la vida cristiana. Son muchos los que en nuestro mundo actual creen que están bien con Dios por lo que hacen o dejan de hacer, no por su relación personal con Jesucristo. 

 

La vida sin ley:

Cuando los creyentes sobreenfatizan la gracia de Dios y descuidan su santidad, caen en la trampa de vivir sin ley. Los cristianos de épocas pasadas han dicho que, por cuanto Cristo satisfizo las exigencias de la ley de Dios, ya no tenemos que preocuparnos por comportarnos conforme a sus santos principios. Decían: “Podemos pecar cuanto queramos”. El apóstol Pablo previó esta clase de conducta en su carta a los cristianos en Roma (Romanos 6). 

 

La vida de perfección: 

Pelagio (c. 400) enseñó que la naturaleza básica del hombre no se corrompió por la caída. Y sobre esa base afirmó que podemos vivir sin pecado cuando la gracia de Dios nos ayuda. Un sistema religioso de nuestros tiempos destaca que, cuando una persona es bautizada para ser limpiada del pecado original, y recibe luego gracia adicional por medio de los otros sacramentos de la iglesia, tiene entonces la capacidad de actuar en perfecta obediencia a las leyes de Dios. 

Juan Wesley (1703–1791) tenía un concepto bien diferente de la vida de perfección. Él habló acerca de una segunda obra de la gracia de Dios (tras la salvación) en la que se erradica la raíz pecaminosa del hombre y se perfeccionan el motivo y la voluntad. 

 

La vida de lucha:

Agustín (354–430) enseñaba que la perfección escapa incluso a los más intensos esfuerzos humanos ayudados por la gracia de Dios. Su solución es que Dios obra para producir en nosotros todo lo que demanda de nosotros (“Dios da lo que exige”). Los reformadores protestantes edificaron sobre los principios básicos de Agustín, y los actuales maestros de las tradiciones luterana y reformada continúan ese énfasis.

La santidad de la vida de lucha destaca que, incluso aunque se pueda esperar la victoria sobre el pecado a lo largo del camino, estamos siempre en guerra contra Satanás. La vida cristiana debe ser un andar en el que el creyente dependa total y humildemente del Espíritu Santo mientras persigue activamente la meta de la semejanza a Cristo mediante la disciplina y la actividad espirituales. 

 

La vida de reposo: 

Desde el siglo pasado, hay un grupo que proclama que el secreto de la vida cristiana es “dejar de actuar y dejar a Dios actuar”. Por medio de la influencia de la Convención de Keswick, que se celebra anualmente en Gran Bretaña desde 1875, esta enseñanza ha conseguido muchos seguidores. Los grupos de Keswick mantienen que, mediante un apoyo consciente en el Espíritu Santo, y por medio de la invocación de su poder en toda tentación, el creyente puede elevarse por encima del pecado y vencer la naturaleza pecaminosa. Los cristianos son alentados a dejar de luchar para ser santos y a confiar en Jesús para que les dé la victoria sobre el pecado. En efecto, prometen la victoria sobre todo pecado conocido si el creyente se considera muerto al pecado y vivo para Dios (Romanos 6:11), y si reposa en Jesús y en el Espíritu.

Estos conceptos históricos de cómo se ha de vivir la vida cristiana son un reflejo del conflicto que el hombre siempre ha tenido contra el pecado. Algunos en la actualidad han abandonado la batalla; otros fingen que ya no existe. Nuestra oración es que estos artículos te hayan ayudado a encontrar la verdadera respuesta en la Palabra de Dios. 

 

(Continuaremos en próximos artículos.)

(Artículos extraídos y adaptados del librito How do you live the Christian Life, publicado por Ministerios Nuestro Pan Diario en su serie Tiempo de Buscar. Puedes encontrar este y otros libritos sobre diferentes temas en: http://nuestropandiario.org/2009/09/serie-tiempo-de-buscar/

El link para la descarga de este librito en concreto es: http://d38mwqd0l2astu.cloudfront.net/files/2011/01/SS702_VidaCristiana.pdf?7489a8

Si deseas más información, puedes escribirnos a [email protected].

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