Reseña personal de la influencia de misioneros ingleses en Galicia

Bendigo a mi Señor por estos maravillosos hombres y mujeres de los cuales soy fruto, por sus vidas y ejemplo.

21 DE MAYO DE 2016 · 17:30

Misioneros ingleses en Ares (A Coruña).,ares misioneros ingleses
Misioneros ingleses en Ares (A Coruña).

“SI CRISTO ES DIOS Y MURIÓ POR MI, ENTONCES NINGÚN SACRIFICIO PUEDE SER DEMASIADO PARA HACER POR ÉL”

                                      C. T. STUDD

“DIOS TUVO UN ÚNICO HIJO Y LO HIZO MISIONERO”

                                          ERIC BERMEJO

He nacido, me he criado y he crecido, bajo la más fuerte y bendita influencia de los misioneros ingleses en Galicia. A ellos les debo el haber conocido al Señor a través de mis ancestros, tres generaciones de creyentes por las dos partes. Y además….. Estoy casada desde que era muy jovencita, con uno de los nietos de Edmund Woodford, Tim F. Woodford.

El misionero Woodford, vino desde Londres con 25 años, desheredado y con una mano sobre la otra, sin nada, por obedecer a Su Señor y a Su llamado; pero lleno de Él y de Su Santo Espíritu. Aquí se dejó la piel, al lado de su Esposa Helen Barker. Quien había llegado a Galicia, en concreto a Marín, cuando tenía 18 años. Juntos y como matrimonio sufrieron de todo por el Dios que los había llamado a estas preciosas tierras, dejando incluso un bebé que se fue con el Señor, en Taboadela; cuya tumba fue profanada.

Aunque nací y siempre  he vivido en A Coruña, la familia de mi padre provenía de Ares, iglesia en donde era Anciano.. Allí me bauticé, me casé.. Es una bendita iglesia que siempre llevo muy entro del alma.

En muchas ocasiones me he preguntado el porqué de la ligazón, influencia y autentico amarre a los misioneros ingleses, el grato recuerdo y miles de cosas con el pueblo gallego.. Aún si hubieran sido escoceses, lo podría entender….. Por aquello de los celtas…  Desconozco el porqué; pero lo que puedo decir es que el amor de todos aquellos hombres y mujeres que dejaron su Inglaterra natal en el siglo XIX, para venir a un mundo muy lejano e inferior, en la mayoría de los casos, ha sido inmensamente bueno, simplemente venía de Dios.

Podría contar miles de cosas que recogen un sin fin de buenos libros sobre este tema; pero sólo quiero remitirme a mi más directa y profunda experiencia.

Cada vez que cuento mi testimonio, no puedo hacerlo sin referirme primero a mis padres y después a una bendita mujer de Dios, Elizabeth Pomeroy, para todos Dña. Isabel Davis, casada don D. Jorge Davis. Él me presentó al Señor en la iglesia de Ares, me bautizó y… No llegó a poder casarme.

Muchas veces he escuchado del fuerte carácter de Dña Isabel y demás. Yo sólo puedo decir algo, aquella mujer con cara preciosa de porcelana inglesa, hija de misioneros también ingleses en Nigeria, una mujer que en su más temprana juventud había rechazado ir al baile del príncipe de Inglaterra, como única súbdita británica en una región de Nigeria, simplemente por sus convicciones; pero que conservaba aquella tarjeta de invitación como oro en paño, ¡Era una auténtica mujer de Dios!

Pertenezco a las Asambleas de Hermanos y eso del don de discernimiento y en una mujer….. Entre otras cosas…….. Pues yo era una adolescente igual que las demás, pero por alguna razón puso sus ojos en mi, me regalaba libros y más libros y más libros… Me daba estudios y más estudios bíblicos que me corregía con una exactitud propia de una buena victoriana. Un libro que marcaría mi vida para siempre y que he leído miles de veces es la biografía de Mary Slessor, siempre me he sentido tremendamente identificada con la vida y modo en enfrentar el ministerio de esa increíble mujer.

 

Edmundo Woodford y Helen.

De la mano de Dña Isabel comencé a predicar a mujeres con 16 años y miles de cosas más. Todavía recuerdo cuando me preguntaba por la hora de mis exámenes, yo sabía que ella doblaba mis rodillas para orar por mi. 

En una ocasión me pregunto que quería estudiar en la Universidad, entonces me dijo…. Enfermera o Maestra hermana, son dos carreras que una mujer que quiere servir a Dios debería elegir….. Me hice Maestra; aunque terminaría sirviendo al Señor a todo tiempo y haciendo miles cosas en diferentes ámbitos… Pero jamás le dejaré de agradecer lo suficiente sus consejos, su amor y todo lo que hizo por mi.

Cuando ya era muy mayor y su esposo había muerto, regresó a Galicia. En una ocasión la invité a Coruña para tener ministerio con mujeres. No permitió que la fuéramos a buscar o a traer, vino ella sola en autobús desde Ferrol, cuando vivía en la calle Canido, en un  quinto piso sin ascensor. No quiso recibir ningún donativo, me dijo que tenía lo suficiente y sé perfectamente que ayudaba lo que podía a misioneros más jóvenes. No tengo palabras para tal clase de mujer de Dios.

Soy muy gallega ¡Mucho! Pero también tengo mucho de latina por parte de mi madre. ¿Cómo se puede entender que esté diciendo esto de una mujer al más puro estilo victoriano con la que, en una primera mirada ,no tenía nada que ver?. Pues lo digo y lo redigo, fue mi más grande mentora y maestra en los caminos del Señor; aunque siempre se molestaba conmigo cuando me veía los labios maquillados o cosas por el estilo…..

Al día de hoy, en  la Villa marinera de Ares, la gente mayor todavía recuerda a D. Arturo Ginnins y su esposa Dña Eloisa. Mi abuela hablaba de ellos a todas horas… Nadie puede olvidar como ella atendía a todos los partos del pueblo, fueran o no evangélicos (Era comadrona y provenía de una familia muy renombrada en su país) O como el coche de D. Arturo estaba siempre para cualquier necesidad. 

 En Soaserra, un precioso lugar en lo alto de la Fraga del Eume, siempre recuerdan con cariño y gratitud cuando D. Arturo llegaba hasta allí subido en un carro de vacas por las “corredoiras” lleno de frío, viento y lluvia, barro…. Llegó a implicarse tanto en nuestra cultura que siempre decía.. “A mi que me llamen lo que sea…… Pero que me siempre me llamen para la hora de comer”

Hay mil historias recogidas en multitud de libros de la influencia y amor de los misioneros ingleses en Galicia, las escuelas de Marín y demás.. Como ponían la bandera inglesa en las iglesias durante la guerra civil para que no las cerraran, como ayudaban económicamente a los más desfavorecidos, como traían un pan de molde desconocido por aquí en aquellos años y regalaban chocolate a los niños.

Cuando se encontraban con alguien de una clase social elevada, sabían valorarlo, respetarlo, y disfrutarlo. Cuando, como era la mayoría de las veces, se topaban con personas vestidas de negro, analfabetas y que desconocían el uso del pañuelo, se sentaban  a su mesa y les rodeaban del Amor de Dios. ¿Cómo no recordarlos con el más poderoso cariño y respeto?

Bendigo a mi Señor por estos maravillosos hombres y mujeres de los cuales soy fruto, por sus vidas y ejemplo y por muchísimas cosas más.

También bendigo a Dios por haberme criado en las Asambleas de Hermanos, donde pude aprender las Escrituras con una bendita centralidad. 

Con el transcurso del tiempo, han cambiado muchas cosas, se venera a unas personas que no quisieran ser veneradas de ese modo y, todo aquello que enseñaron, fue luego, tal vez torciéndose un tanto, y se han elevado costumbres y tradiciones muy buenas en su momento, a la categoría de Doctrina fundamental. Esto es un gran problema hoy para mi delante de mi Señor. Pero Aquel Dios que llamó en su momento a aquellos hombres y mujeres que dejaron su vida por traernos el Evangelio, es el mismo Dios al que sirvo con toda mi alma. Y ese Dios no ha permitido que me quedara entre las filas de los que quieren perpetuar una serie de historias que no son perpetuables, y he permitido que mi Padre me abriera los ojos a muchas otras cosas que nadie me enseñó y que desconocía. Porque el Señor de la Mies es uno, perfecto, inmutable, inconmesurable y eterno.

Pues .. ¡Gloria a Dios! Y mi más profundo agradecimiento por aquellos benditos misioneros, que vinieron a nuestras tierras gallegas y me  mostraron del mejor modo posible el Amor de Dios, con sus vidas y con su ejemplo ejemplo.

--El primer inglés que visitó tierras gallegas fue George Borrow, quien recorrió Galicia trayendo la Palabra de Dios.                

--El segundo fue Robert Chapman, quien visito por tiempo la ciudad de Vigo y a su regreso, tuvo la visión de enviar muchos misioneros a Galicia.

--Quienes establecieron iglesias por primera vez  en tierras gallegas, en A Coruña, fueron Thomas Blamire y  Jaime Wigston.

--En la actualidad, existen 40 lugares de culto y testimonio esparcidas por toda Galicia, pertenecientes a las Asambleas de Hermanos.

 

“Ayúdame , mi Señor, a seguir las pisadas de semejantes hombres y mujeres, que tuvieron en poco dejar lo que hubiera que dejar y renunciar a lo que hubiera que renunciar, por seguirte y servirte, hasta llegar a Tu presencia”

Tu sierva, Beatriz.

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