La mazmorra oscura y el trono triste

2 Crónicas 16 y 1 Reyes 15, novelados.

03 DE ABRIL DE 2016 · 10:20

Todo el pueblo alaba la habilidad del rey y como sin derramar una gota de sangre el país se ha salvado.,
Todo el pueblo alaba la habilidad del rey y como sin derramar una gota de sangre el país se ha salvado.

- Alteza: Acaba de llegar un correo del rey de Siria.

- ¡Que pase inmediatamente! - ordena el rey Asa.

El monarca toma el documento que le alcanza el mensajero. Se lo entrega a uno de los secretarios y le ordena que lo lea.

- “Estimado amigo y muy estimado rey Asa”… sigue un largo saludo protocolar aludiendo a la amistad y tratados entre vuestros padres y continúa diciendo: “Con mucho gusto acepto su propuesta con todos los detalles que hemos previamente estipulado y ya he ordenado que mis generales ataquen el territorio de Israel. Tras una extensa despedida a Su Majestad, firma: Ben Hadad rey de Siria”.

Baasa, rey del reino del norte (Israel) al verse atacado abandona las construcciones y preparaciones militares en Ramá y otras partes de Judá.

De inmediato moviliza sus ejércitos para defender el territorio del norte que está siendo atacado por los sirios.

La ciudad de Jerusalén tiene grandes festejos.

- ¡Viva el rey Asa! ¡Viva nuestro libertador!

En los días siguientes grandes multitudes se dirigen a Ramá y deshacen las estructuras que Baassa estaba construyendo. Con los mismos materiales reedifican Geba y Mizpa (v.5).

Todo el pueblo alaba la habilidad del rey y como sin derramar una gota de sangre el país se ha salvado. Los ancianos no están tan contentos. Saben que un gran precio se ha pagado.

El monarca está en su palacio haciendo una gran fiesta por la “victoria”. Nuevamente los ministros, generales y cortesanos están presentes para esta gran festividad. El general de la “brillante idea” está que no puede contener su orgullo.

- Yo fui el de la idea - murmura a oídos de sus amigos - y el rey sirio la aceptó.

Al día siguiente el rey se ha levantado con dolor de cabeza por los efectos de la recepción y sus libaciones.

- Su alteza: Acaba de llegar el vidente Hanani y quiere hablar con Vd.

- Dígale que no me siento bien, que me duele la cabeza y que venga mañana.

Vuelve el criado del rey:

- Mi rey, yo le informé lo que Vd. expresó pero el profeta insiste e indica que tiene un mensaje urgente del SEÑOR.

- Bueno, que pase - dice el rey - pero avísele que sea breve pues estoy muy ocupado.

Hanani camina lentamente y con seguridad. Tiene unos sesenta y pocos años. Sus cabellos y barba ya son canosos. Sus ojos son negros y chispeantes.

- Majestad, tengo un comunicado del SEÑOR.

- ¡Hable! - responde el rey.

- “Por haberte apoyado en el rey de Siria y no haberte apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria se ha escapado de tu mano”.

El rey escucha con inquietud. Su rostro se mantiene inexpresivo pero sus manos muestran un ligero temblor. Se da cuenta que ha perdido la oportunidad de obtener una victoria histórica.

El profeta continúa:

- ¿No eran los etíopes y los libios un ejército numerosísimo, con muchos carros y jinetes?

La cara del rey se ha tornado roja como un tomate maduro. Se produce un tenso silencio. Se espera una respuesta y el rey ha enmudecido. El vidente prosigue con su voz grave, implacable y cada frase parece una estocada al corazón de Asa:

- “Con todo, porque te apoyaste en el SEÑOR, él los entregó en tu mano. Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen un corazón íntegro con él” (v.8,9).

El enviado de Dios recorre ahora con sus ojos uno por uno a cada ministro y militar de alto rango. Muchos bajan sus ojos ante esa mirada escudriñadora.

Los cortesanos se ponen nerviosos. Los ministros se observan los unos a los otros. El monarca ahora ha empalidecido. Su frente está fruncida. Sus ojos parecen los chorros de fuego de un soplete de plomero.

- ¡Usted! ¿Quién se cree que soy yo para hablarme así? Yo soy el rey, ¡nunca nadie en mi vida me ha hablado de manera tan insolente! Yo he sido un ejemplo de fidelidad al SEÑOR. Yo limpié la tierra, yo deshice los ídolos, yo rompí los lugares altos yo… yo….

El monarca cierra sus manos con fuerza. Espera una disculpa del vidente pero no la obtiene.

Hanani levanta su mano y señala al rey y con voz fuerte y clara dice:

- “Locamente has actuado en esto y de ahora en adelante habrá guerras contra tí” (v.9b

El rey se levanta y sentencia:

- ¡A la cárcel! Por “desacato y ofensa a la autoridad pública”. ¡Al calabozo más sucio y oscuro, a pan y agua!

El profeta de Dios saluda como si no hubiera pasado nada. Dos fuertes soldados se lanzan contra él como toros al ruedo. Antes que se dé cuenta lo están sacando en vilo de la sala.

El rey se seca el sudor de su frente. Sale a caminar por los jardines del palacio. Cuando ha recorrido unos 200 codos (100 metros) siente como un calambre en las pantorrillas que le obliga a detenerse. Después de unos minutos se recobra y empieza a caminar de nuevo. A la misma distancia le vuelve un contracción dolorosa que le obliga a parar la marcha.

Mientras tanto allí en la mazmorra el vidente no puede caminar porque el lugar es muy reducido. Sin embargo, esboza una sonrisa en sus labios y lo mismo que otros fieles hombres de Dios lo alaba con su canto (Hch.16:25).

A la otra mañana el rey llama a sus ministros y dice:

- Decreto que cualquiera que critique o dé un comentario negativo a lo que yo hecho o digo sea arrestado de inmediato. Especialmente debemos callar las voces de los sacerdotes que públicamente han criticado mis “acciones de emergencia”.

- No se preocupe, Majestad, - dice uno de los capitanes - ninguno de esos que los conocemos muy bien lo va a desprestigiar de nuevo.

Una sonrisa perversa se dibuja en su rostro. “En aquel tiempo también maltrató a algunos del pueblo” (2 Crón.16:10).

Los meses van pasando. El rey observa que ahora puede caminar solo unos 100 codos (50 mts.) antes que se le acalambren las piernas. Los cortesanos llegan y se dan cuenta que el monarca tiene un serio problema.

- Majestad: con todo respeto nosotros creemos que Vd. tiene que hacer algo para mejorarse de este problema de los pies.

- No es nada serio, estoy seguro que se va a pasar.

En las sucesivas semanas la situación empeora. Los mismos hidalgos vienen con la misma sugerencia. El rey responde:

- Tráiganme los mejores médicos de todo el país a ver que dicen, y si es necesario háganlos venir de Egipto.

Uno de los viejos criados que teme al SEÑOR le susurra a otro:

- ¿Por qué el rey no busca al Señor? Él es el “que sana todas tus dolencias” (Sal.103:3).

Unos meses después solo puede caminar 40 codos (20 metros) y le viene un “calambre” terrible en las pantorrillas. De noche no puede dormir por el dolor en las piernas. Las tiene que colgar fuera de su cama para tener un poco de alivio. Los dedos de sus pies se han tornado de color violáceo. Ha consultado a los mejores médicos egipcios. Le han dado remedios y ungüentos que no le han hecho ningún bien.

En los meses posteriores sigue el deterioro de la enfermedad. Las piernas con sus pies están fríos como un mármol. El dolor es insoportable aún en reposo.

Unos días después las trompetas y flautas hacen sonar sus tristes notas haciendo saber que el rey ha muerto.

“Lo recostaron en un féretro, el cual llenaron de especias aromáticas y de todo tipo de ungüentos y mezclas de ungüentos, e hicieron una gran hoguera en su honor” (2 Crón.16:14).

 

Historia Bíblica y Nosotros

Cuando el Juez de toda la Tierra mira en su totalidad la vida de Asa no resalta los negros nubarrones de su falta de fe ni de su ira contra el siervo de Dios. El dictamen divino fue: Hizo lo bueno ante los ojos del SEÑOR su Dios. Solamente hubo una persona en este mundo que fue “santo, inocente, puro”. (Heb. 7:26)

La ayuda del rey de Siria Ben-Hadad no era necesaria. El vidente le dice claramente que con la ayuda de Dios él podría haber vencido a Baasa (rey de Israel) tanto como a su importuno aliado el rey Ben-Hadad de Siria.

Asa, como nosotros, no creyó que Dios podría darle la victoria contra un enemigo que el veía tan grande. ¡Cuánto menos contra dos enemigos! Quizás había algo en su vida que le hacia suponer que Dios no lo iba a escuchar.

Dios está continuamente observando nuestras vidas (2 Crón.16:9). Si tenemos un corazón íntegro Él nos va a fortalecer.

Asa, al ordenar la cárcel para Hanani tiene la triste distinción de ser el primer rey de Judá que encarcela a un siervo del SEÑOR. (Saúl había matado a los sacerdotes de Nob. (1 Sam.22:18).

En su enfermedad Asa no busca la ayuda del SEÑOR. ¿Pensaría que los médicos de Egipto eran mejores o más eficaces? ¿Creía que por su pecado de encarcelar a Hanani, Dios no lo escucharía? Uno de sus descendientes, el rey Ezequías, cuando se encuentra muy enfermo ora al Señor y le prolonga la vida. Tiempo después Jeremías lo expresa de una manera que se ha hecho célebre: “¿Acaso no hay bálsamo en Galaad? ¿Acaso no hay allí médico? (Jer.8:22).

El Señor no nos condena por ir a ver un médico cuando estamos enfermos. El mismo dijo “los sanos no tienen necesidad de médico sino los enfermos” (Mar. 2:17). Pero el creyente pone su confianza en el Señor y ruega a Dios que le dé sabiduría y utilice ese profesional que va a consultar.

Nos preguntamos por qué este hombre que empezó tan bien no terminó de la misma manera.

No debemos olvidar que este rey gobernó por 41 años. En este tiempo cualquiera de nuestros presidentes o nosotros mismos sin duda que hubiéramos cometido muchos errores. Por eso la advertencia “el que piensa que está firme mire que no caiga” (1 Cor.10:12) sigue teniendo todo su valor.

Algunos comentaristas de peso (Jamiesson, Fausset y Brown) sugieren que hacia el final de su vida Asa volvió al Señor con todo su corazón. El hecho que su hijo fue un buen rey y temeroso del SEÑOR estaría a favor de esa hipótesis.

Dios mira y evalúa nuestra vida desde una perspectiva y usando una regla de medir muy distinta que nosotros.

Los grandes honores que se describen sugieren que Asa era un rey muy querido por su pueblo. El hecho que su cuerpo fue preparado cuidadosamente, utilizando especias aromáticas, todo tipo de ungüentos y mezclas de ungüentos” (v.14) apunta a que fue preparado para que una gran multitud le rindiera los últimos honores. El cuerpo fue sepultado en el sepulcro que él mismo había cavado en Jerusalén, hecho que en las Escrituras en general es una señal de aprobación divina.

Me adhiero a la posición que Asa retornó al Señor

El monarca en el pasado ha sido un conductor brillante en lo espiritual y en lo militar.

Cómo el rey Asa comete varios errores al pedir la ayuda del monarca de Siria:

1) Muestra su falta de confianza que el SEÑOR pueda darle la victoria.

2) Toma los tesoros que pertenecen al SEÑOR y se los entrega a una nación que ha sido su enemigo tradicional y lo seguirá siendo.

3) Se une en un “yugo desigual” con un incrédulo (2 Cor.6:14).

4) Da un mal ejemplo a todo el pueblo de su falta de confianza en Aquel que promete “Clama a mí, y te revelaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces” (Jer.33:3)*

5) Induce al rey de Siria a romper una promesa.

Hanani, en la mazmorra oscura y nauseabunda es el dirigente espiritual de una nación (2 Tim. 2:12). El tenebroso calabozo es el lugar de donde emana luz espiritual para el pueblo. El rey sentado en su trono de oro y adorno de plata ha perdido la posición del adalid espiritual del país. A pesar de todos los candelabros que hay en el palacio real la tristeza de la oscuridad espiritual se puede palpar con los dedos. Creemos que todo no terminó aquí.

Como se ha visto antes suponemos que Asa retorna al Señor.

Matthew Henry nos enseña con su profundidad habitual:

“ La piedad eminente y las bondades de algunos hombres deben de ser recordadas para su alabanza, aunque también hayan tenido sus faltas. Dejemos que sus faltas sean enterradas en sus tumbas, mientras que sus (buenos) servicios sean recordados sobre sus sepulcros”.

Alabamos al Señor por su promesa que “el que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús” (Fil.1:6).

El veredicto final sobre la totalidad de la vida de Asa con los altos y bajos, con los triunfos y derrotas, con las oraciones de fe y los precipicios tenebrosos de la duda es: “ hizo lo bueno ante los ojos del SEÑOR su Dios”

¡Asa aprobó el último examen!

Tú y yo podemos también aprobar nuestra “prueba de fin de curso”.

En las palabras del apóstol: “olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:13,14).

 

Notas sobre liderazgo

El utilizar el oro y la plata que había sido consagrada al SEÑOR, para un uso “secular”, no se justifica. Si bien el mismo rey Asa ( y su padre) había dado oro y plata para el templo de Dios, el principio que se manifiesta es que lo que ha sido dado para el Señor no es más nuestro. Los líderes tienen que ser cuidadosos con el dinero que ha sido ofrendado. Esto ha sido hecho muchas veces con sacrificio para el Señor y no debe utilizarse para uso personal.

Aquí tenemos el caso de los peligros que suceden cuando los líderes se equivocan y se tornan autoritarios. (Briner y Pritchard) A veces pueden llegar a auto convencerse que son infalibles.

Debemos notar que el éxito “diplomático” de su acción en cuanto a librarse de Baasa no fue una victoria verdadera. Fue muy costosa.

¿Qué hacer cuando los líderes hacen malas decisiones?

El dirigente maduro escuchará con humildad las correcciones y sugerencias de los hermanos espirituales y de experiencia y actuará de acuerdo. El líder que no tiene autoridades sobre él a quienes ser responsable, es como una bomba de tiempo que va a estallar y hacer mucho daño.

En realidad, el verdadero líder en esta historia es el vidente Hanani.

Sin duda hay muchos que lo siguen y por eso el rey empieza a “maltratar a algunos del pueblo”. Para hacer lo que hizo Hanani se requieren todas las características de un líder con coraje; hombre que no tiene miedo a la represalia y una fidelidad completa al Señor.

 

Notas al margen

El padecimiento del rey no era gota como dicen muchos de los Comentarios. La gota de por sí no provoca la muerte como en este caso. El diagnóstico que planteamos lo consideramos altamente probable.

La enfermedad que tiene el rey Asa desgraciadamente no es rara. Se llama enfermedad arterial periférica o arterioesclerosis de las extremidades inferiores.

Del mismo modo que las cañerías de las casas se pueden tapar debido al uso, el proceso de arteriosclerosis de las arterias que van a las piernas y pies, las van tapando por colesterol y otros materiales.

Podemos imaginar exactamente cual fue la evolución clínica del rey Asa. La  enfermedad si no se interviene con cirugía de “puentes” ( by pass) o angioplastía lleva a la gangrena primero de los dedos de los pies que se tornan negros y luego a los mismos pies. Luego esto se extiende abarcando las piernas. Cuando se llega a esta situación muchas veces la única solución es la amputación.

El hecho que se utilizara tantos perfumes y ungüentos estaría de acuerdo con lo descrito dado que en esta condición cuando se produce la gangrena (necrosis o muerte de los tejidos de los pies y piernas) el mal olor es muy intenso. “Su enfermedad fue muy grave” (16:12) puede traducirse mejor “se extendió hacia arriba” (Jamiesson y col.) . El cuerpo de Asa no fue cremado sino que se hizo una gran hoguera en su honor.

De la misma manera en el día de hoy en ciertas universidades se hacen enormes hogueras para celebrar eventos deportivo (Texas A&M ). Seria una versión simplificada de lo que nosotros hacemos con los fuegos artificiales.

No creemos que la enfermedad del rey fue el resultado directo de su pecado contra el vidente. Los médicos egipcios utilizaban artes mágicas e invocaciones a sus dioses para  hacer las curaciones.

 

Discusión y preguntas

- Mencionar algunas de las razones por las que Asa estuvo equivocado en buscar la ayuda de Ben-Hadad.

- ¿ Hizo mal Asa en consultar a los médicos?

- ¿Cuáles fueron los grandes locuras de la vida de Asa?

1) Pedir ayuda al enemigo

2) Poner en la cárcel a un siervo del Señor

3) Maltratar a algunos del pueblo

4) Buscar a los médicos en vez del Señor

Los que actuaron locamente en las Escrituras:

Asa (2 Crón.14:9)

Jacob - en relación a actuar imprudentemente (Gen.31:28)

María - cuando quedó leprosa ( Num.12:11)

Saúl - en relación a desobediencia (1Sam.13:13)

David - en relación al censo (1 Cron. 21:8)

 

* Esta cita de Jeremías es por supuesto posterior a los hechos que se están narrando.

 

Bibliografía

Jamiesson, Fausset y Brown Bible Commentary vol. 1 pag. 537 Hendrickson

Bob Briner y Ray Pritchard Jesús El Líder Modelo tomo 1 Mundo Hispano pag 21m (1997)

Mathew Henry Commentary vol 2 pag. 740 Hendrickson

 

Tomado del libro "La Lucha entre lo bueno y lo malo" del Dr. Roberto Estévez publicado por la Editorial Mundo Hispano Casa Bautista de Publicaciones.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ahondar y discernir - La mazmorra oscura y el trono triste