¿Es correcta la desobediencia civil?

Francis Schaeffer, en plena Guerra Fría, lanzó un libro que cambió la mentalidad política de muchos en plena época electoral del coloso país del Norte.

07 DE FEBRERO DE 2016 · 07:10

Manifestación popular en las calles de Brasil contra la corrupción de Estado.,
Manifestación popular en las calles de Brasil contra la corrupción de Estado.

El seguidor de Cristo se mueve y sufre dentro del caos del sistema mundano. En el célebre libro ‘Manifiesto Cristiano’ Francis Schaeffer responde, Biblia en mano, a la cuestión del título.

Mientras en EE.UU. acaba de comenzar el proceso electoral reputado como el ‘más democrático’ de la tierra, y en España continúan las laberínticas negociaciones para lograr una gobernabilidad aceptable, esta costosa realidad cultural es informada a los ciudadanos por medios que responden a visiones diferentes.

No es fácil entender cabalmente por qué intereses ocultos en juego deban demorar las largamente esperadas respuestas gubernamentales a numerosos problemas que afectan nuestra vida diaria.

Entonces, muchos reaccionan protestando abiertamente, reclamando en las calles lo que no parece ser escuchado en los escritorios de funcionarios públicos.

Por nuestra parte, presentamos hoy en nuestra serie un cuarto libro de autores que han dado valor a aspectos poco estimados en nuestra vida de fe. En este caso recordaremos al autor evangélico Francis Schaeffer 1 cuando, en plena Guerra Fría lanzó un libro que cambió la mentalidad política de muchos en plena época electoral del coloso país del Norte 2.

Ese libro también sacudió el predominante pensamiento ‘evangélico’ de varias generaciones pues confronta el sistema imperante con la certeza bíblica en esas áreas donde lo legítimo no siempre conviene. De él analizaremos una sola de sus punzantes manifestaciones: cuándo deben los creyentes en Cristo obedecer o desobedecer civilmente.

Puesto que no hay doble estándar para el seguidor de Jesucristo, la ética cristiana no es canjeable con la secular. Inocentemente o a sabiendas, podemos caer en enseñanzas que no vienen del Creador ni respetan el el consejo divino 3, aferrándonos a lo material y palpable como a ‘lo único que hay’.

 

Francis Schaeffer

Con su característica manera de esclarecer conceptos aún difusos, Schaeffer hizo frente a esa cruda realidad en su país natal y propuso de manera valiente y pedagógica:

1. Los Límites de la Obediencia Civil

- Ahora, como personas que entienden la existencia a la luz de la creación de Dios, debemos preguntarnos: ¿Cuál es nuestra relación y responsabilidad con el gobierno?

Apelando a los opuestos, afirma:

- Los humanistas no están obligados por tales preguntas, pues no tienen ninguna responsabilidad de obedecer al Estado; solo le temen a lo que el Estado pudiera hacerles. Todo lo que necesitaría gran parte del mundo occidental es la ilusión de 'mejores cifras económicas' para aceptar alguna forma de élite que provea al menos la ilusión de esos números.

Schaeffer recurre a las Escrituras para decir:

- Dios ha ordenado al Estado como un delegado de la autoridad; no es autónomo. El Estado está como agente de la justicia; para refrenar el mal mediante el castigo del malhechor, y para proteger el bien en la sociedad. Cuando practica la inversa, no tiene autoridad competente.

2. Los Límites de la Desobediencia Civil 4

La habilidad para introducir aspectos históricos en su reflexión teológica, le permite introducirnos en nuestra propia historia como movimiento de fe. Así es como nos recuerda que:

- John Knox, que predicó contra los excesos de la Iglesia Católica romana, fue perseguido y expulsado de su país. Durante doce años desarrolló en su Escocia natal una teología de la resistencia a la tiranía y empezó a promoverla.

Se esforzó por la resolución pacífica de las diferencias que no fuesen esenciales, pero en las que lo eran fue mucho más allá que otros; en efecto, sostuvo que los cristianos tenían la responsabilidad de desobedecer al gobierno cuando este iba en contra de la ley de Dios; y que hacer lo contrario constituía desobediencia a Dios.

No es casual la cita del patriota escocés a quien se le reconoce como ‘padre de la Reforma’ en su país. Cuando su patria era regenteada por franceses católicos no dejó de predicar el Evangelio, debiendo huir por su vida en más de una oportunidad.

Gracias al propósito divino Knox recaló en Ginebra, donde se relacionó con Calvino. Juntos, produjeron la primera versión inglesa de la Biblia; la que los peregrinos del Mayflower 5 llevaron consigo en su migración a América.

Hubo también otra importante influencia en el pensamiento de Knox. Así la define Schaeffer:

- Por último, está Samuel Rutherford, el autor de Lex Rex. La tesis de Lex Rex es que la ley es el rey, y si los reyes o los gobiernos dejan la ley de lado, deben ser desobedecidos. Su enseñanza fue prohibida tanto en Inglaterra como en Escocia, y el mismo Rutherford habría sido ejecutado por sus opiniones si no hubiera muerto primero.

Se comprende que el espíritu monárquico que se intentaba imponer y establecer, allá y entonces, se sintiese desafiado por una prédica molesta. Para evitar levantamientos populares a favor, los monarcas declaraban ‘herejes’ a personas como Knox o Rutherford. Su final era la hoguera. El autor concluye su cita del pensador británico:

- Definió a cualquier acto del Estado que se opusiera a la ley de Dios como un acto tanto ilegal como tiránico. Aclaró que solo habiendo un patrón de debilitamiento significativo de la confianza depositada en el gobierno de Dios bajo Su ley podría justificarse tal rebelión de la gente; y que cuando existe tal evidencia, oponerse a la tiranía trae honra a Dios.

3. El Uso de la Desobediencia civil
Me pasa, como a muchos otros, que sufro por los padecimientos de miles de seres humanos perseguidos, maltratados, violados y asesinados por los que abusan del poder. Me refiero a los que justifican abusos de género, etnia, ciudadanía, ideología, religión o economía.

Schaeffer debe haber sufrido de igual manera. Pero él es muy prudente al hablar de desobediencia civil:

- Abogar por la desobediencia civil es un paso sobrio, que debe ser tomado con sumo cuidado y precaución. Como cristianos, nosotros respetamos la regla de la ley y, como Rutherford, estamos en oposición a los anarquistas. Sin embargo, cuando el Estado de Derecho abandona su propia fundación es el momento en que el cristiano debe sopesar muy bien su respuesta. Rutherford explica tres diferentes niveles de resistencia adecuada para una persona particular.

El primer nivel es la protesta por incumplimiento de la ley de Dios; y puede implicar un litigio.

El segundo nivel es huir dentro de lo posible.

Cuando estos métodos fallan, él aboga por el uso de la fuerza en defensa propia, si es necesario.
Para una persona jurídica que aboga por la protesta y, de ser necesario, por el uso de la fuerza nunca debe ser una rebelión ilegal, pero sí con la fuerza adecuada para obligar o frenar. Tal resistencia siempre debe comenzar en el nivel adecuado y no por el nivel más alto; y siempre debe ser visto con el propósito correcto de reconstruir, en lugar de perturbar y destruir. Alguna forma de fuerza siempre será necesaria puesto que vivimos en un mundo caído.

La reacción de muchos creyentes que desconocen sus derechos y obligaciones ciudadanas es la de tener temor frente a cuestiones de la vida diaria. Por esa razón no desean involucrarse; no quieren ser tildados de ‘metidos en lo que no deben’. ¿Qué nos dice el teólogo al respecto?

- Cómo nunca, en este punto, los cristianos suelen abstenerse en asuntos de gobierno, sin saber que el uso de la fuerza no es sólo un derecho del Estado. Así que al defender esta posición, es necesario recordar que el uso de fuerza siempre debe ser legítimo en la razón y el ejercicio, y nunca debe llegar a cruzar la línea de la violencia injustificada 6. Como si se hubiese anticipado en treinta años a lo que ocurre con los creyentes en Cristo que son víctimas de estados corruptos, fundamentalistas o asesinos, Schaeffer insiste en este punto:

- De cara a un gobierno injusto, vale la pena repetir que la fuerza es la última opción. ¿Estamos dispuestos primero en sufrir injustamente, e incluso soportar sanciones civiles o aun la cárcel, por protestar contra el mal gobierno? Nos enfrentamos a estos desafíos en la medida que nuestro gobierno se vuelve más secular y más humanista, ya que la cosmovisión humanista es exclusiva; no tolera ningún punto de vista diferente al suyo, y termina deificando al estado.

En aquella época desenmascaró la tendencia idolátrica del materialismo ateísta:

-La cosmovisión humanista de la ‘’energía material’ y ‘el azar’ utilizan con intolerancia todas las formas de la fuerza disponibles para hacer que su exclusiva visión del mundo sea enseñada en las escuelas.

Los giros hacia políticas económicas globalizadoras han puesto sobre la mesa una realidad sentida también por los españoles actualmente. El Estado se vuelve cada vez menos federal a pesar del espíritu constitucional. Ya en la década de los 80 prevenía Schaeffer a los políticos norteamericanos:

- Otro desafío que va tomando forma plena en nuestro tiempo es la inversión de papeles con respecto al gobierno federal. Originalmente destinado a ser limitado en su alcance y poder, los padres fundadores concedieron la mayor autoridad gubernamental a los estados. Estos roles están ahora totalmente subvertidos, en nuestro tiempo. Por último, un lado ganará.

O reconocemos que Jesucristo es Señor y voluntariamente sometemos nuestra nación a la ley de Dios, o terminaremos doblando nuestra rodilla al César.

El humanismo defiende sin vacilar la soberanía del Estado, y los cristianos hasta ahora no han hecho mucho por promover la causa de Cristo como respuesta.

No es este el único libro del autor que podemos y debemos leer para reflexionar sobre qué creemos y por qué creemos lo que decimos creer. Porque en varios de sus libros mi amor por la Palabra viva de Dios fue incrementado y mi dependencia de ella incentivada, consideré válida la mención de estos pensamientos para este día y hora.

En momentos de gran politización social los cristianos hemos de aferrarnos a la brújula que es Jesucristo, su Evangelio, la promesa de su segunda venida. Necesitamos esa guía instrumental si realmente servimos como sal de la tierra y luz del mundo 7, como Él mismo nos definió.

El Señor nos ayude a ser como David, un hombre conforme al corazón de Dios 8, que sirvió a los de su generación hasta el día de su muerte.

 

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Notas

01. Francis Schaeffer (30 enero 1912-15 mayo 1984) fue un teólogo estadounidense cristiano evangélico, filósofo y pastor presbiteriano. Se lo recuerda por sus escritos y la fundación de la comunidad L'Abri en Suiza. En oposición al modernismo teológico, Schaeffer promovió una fe protestante más histórica y un enfoque de la apologética cristiana que elimina presupuestos comunes usados como única manera de responder a las preguntas de cada época. A ello denominó ‘sacarse el techo’, como un camino intermedio que combina elementos de evidencias y presuposiciones.

02. ‘El argumento de Schaeffer es simple’, opina la crítica literaria Sara Diamond. ‘Estados Unidos comenzó como una nación arraigada en los principios bíblicos. Pero a medida que la sociedad se volvió más plural, con cada nueva ola de inmigrantes, los defensores de una nueva filosofía de humanismo secular gradualmente llegaron a dominar el debate sobre cuestiones de política; cual los humanistas que colocan al progreso humano, no a Dios, en el centro de sus consideraciones, empujando a la cultura estadounidense en todo tipo de direcciones impías, los resultados más visibles de los cuales incluían la legalización del aborto y la secularización de las escuelas públicas. Al final de su Manifiesto Cristiano, Schaeffer llama a los cristianos a usar la desobediencia civil para restaurar la moralidad bíblica, lo que explica su popularidad’. Uno de los movimientos creados por su influencia es el popular ‘Operación Rescate’.

03. El evangelio de Cristo explica qué significa obedecer a Dios antes que a los hombres en Hechos 4:19; 5:29; compárese con la palabra de Jesús a Pilato en Juan 19:10,11; y con la enseñanza apostólica sobre la obediencia debida a las autoridades por Dios establecidas Romanos 13:1-8.

04. Desobediencia Civil es una obra de Henry David Thoreau (1817-1862), publicada en 1848. En este escrito Thoreau explica los principios básicos que él mismo puso en práctica: en el verano de 1846 se negó a pagar impuestos por lo que fue detenido y encerrado en la prisión de Concord. Él se justificó explicando que se negaba a colaborar con un Estado que mantenía el régimen de esclavitud y emprendía guerras injustificadas, en su caso concreto contra México. La obra critica al Estado y su repercusión fue muy grande, llegando a ser el libro de cabecera de Gandhi en su campaña de resistencia contra la ocupación británica de la India. También influyó en Martin Luther King y en su lucha no violenta en defensa de la no discriminación de la población negra en EEUU. Ha promovido y sigue inspirando la objeción fiscal, la objeción de conciencia contra el militarismo u otras formas de violencia, adoptados por movimientos ciudadanos en sus luchas contra lo que consideran abusivo.

05. Mayflower (Flor de mayo) es el nombre del barco que transportó de Plymouth al nuevo mundo, en 1620, a los primeros ingleses separatistas, conocidos al día de hoy como los Peregrinos. La nave tuvo que regresar dos veces por problemas y, en el tercer intento transportó a 102 personas sin contar la tripulación. Fueron los primeros colonos en establecerse en la costa de lo que es hoy el estado de Massachusetts, el 11 de noviembre de ese año.

06. ‘Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro’. 1ª Corintios 10:23,24. También: 1ª Tesalonicenses 5:15-22.

07. Mateo 5:13-16.

08. Hechos 13:22,36.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - ¿Es correcta la desobediencia civil?