Salomón: el ocaso de los dioses

I Reyes 10, novelado

22 DE NOVIEMBRE DE 2015 · 00:20

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El palacio real estaba profusamente iluminado. Las teas daban su vacilante luz. Los estandartes colgaban majestuosos de las paredes de los corredores y de las amplias salas de la regia residencia.

El rey Salomón va a contraer enlace con la hija del Faraón de Egipto (1 Rey. 3: 1).

Al sonido estridente de las trompetas aparece la princesa. Las joyas de piedras preciosas y oro resaltan la belleza de esa tez morena. Camina con la dignidad que ha aprendido desde niña en la corte imperial. Va acompañada por su séquito de damas.

A ambos lados, soldados egipcios levantan sus puntiagudas lanzas de las cuales lucían los colores de Faraón. El futuro esposo estaba vestido con ropas lujosas. El parecía bastante mayor que ella. Las bodas se celebraron con gran pompa. Los más altos dignatarios del imperio egipcio estaban presentes.

El sumo sacerdote preside la ceremonia representando a Israel

Al pasar de los años la primera dama pierde sus atractivos. Si bien el monarca le ha construido una magnífica casa con todas las comodidades que se puede imaginar, su esposo no la ve muy a menudo. En forma sucesiva aparece un largo desfile de bellezas de los reinos cercanos; al principio dos o tres bellezas al año; luego, docenas por mes.

Todas ellas son sin duda muy hermosas; todas han crecido en un ambiente pagano adorando a los dioses falsos. Una a una van apareciendo Miss Moab, Miss Amón, Miss Edóm, Miss Sidón, parecería que la lista no termina (v.1). Cualquiera de ellas podría ser hoy una candidata para Miss Universo.

- Majestad - le dice la hija de Faraón - ¿Vd. se ofendería si yo edifico un pequeño “altar ” para servir a mi dios principal? Lo extraño mucho, ¡él ha sido tan “cumplidor” conmigo! Todo lo que pido es permiso para hacer un templete “chiquito”…. Me haría feliz.

La reina insiste , presiona y finalmente Salomón lo acepta y responde:

- Está bien, pero que sea pequeño y que se coloque en un lugar que no sea muy visible

-Por supuesto – asiente la reina pagana con una gran sonrisa.

Un tiempo después la otra esposa princesa de los Amonitas ruega otra autorización:

-Majestad, Vd. le permitió a la hija de Faraón… Yo también como esposa solicito permiso para tener mi “altar privado”.

El proceso se repite docenas de veces y una y otra vez las estatuas de las divinidades paganas se van multiplicando. Curiosamente los ídolos van aumentando de tamaño. Es como si crecieran durante la noche. Se van corriendo desde un lugar que “nadie los veía” a otro prominente. Al pasar de los años acontece lo inconcebible. El mismo Salomón rinde culto a Astarte diosa de los sidonios y a Moloc , ídolo detestable de los amonitas (11:5) Luego edifica un lugar alto a Quemós ídolo detestable de Moab, en el monte que está enfrente a Jerusalén y a Moloc ídolo detestable de los hijos de Amón. (v.7)

Los años han transcurrido velozmente. El templo del Señor, el palacio real, la visita de la reina de Saba, todo ha pasado El rey acaba de cumplir 59 años. Las noches heladas del invierno parecen interminables. El viento y el frío parece que se filtraran por cada hendija. En vano tratan los braseros de calentar las grandes habitaciones. El rey está tendido en su majestuosa cama . Su cuerpo es corpulento pero su rostro se ve demacrado.

La vida pasa por su mente como una película de cine. Recuerda aquel sueño cuando El SEÑOR le habló por primera vez.

Se acuerda cómo si hubiera ocurrido el día anterior. El era joven; hacía poco que había sido coronado; y fue a Gabaón para ofrecer sacrificios. Eran los tiempos en que “él amaba al Señor y caminaba en los estatutos de su padre David” (1Rey.3:3) Es cuando andaba en su “primer amor” (Apoc.2:4).

Podría contarlo con todos los detalles. Aquella noche estaba profundamente dormido y sintió una voz. En su sueño se da cuenta que es el mismo SEÑOR que le está hablando y le dice : “Pide lo que quieres que yo te dé”. Recuerda su respuesta: “Da pues a tu siervo un corazón que sepa escuchar , para juzgar tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién podrá gobernar a este pueblo tan grande”? Nunca se olvidó de la respuesta del SEÑOR: “Y también te daré las cosas que no has pedido riqueza y gloria, tales que no ha habido antes de ti otro como tu, ni después de ti se levantará otro como tú (3:12)

En su sueño Salomón sigue escuchando cuidadosamente. La voz que no puede ser otra que la del SEÑOR agrega : “y también te daré las cosas que no has pedido: riquezas y gloria tales que no haya nadie como tú entre los reyes en todos tus días” (3:13). Hay una pausa y viene la condición “”y si andas en mis caminos guardando mis leyes y mis mandamientos como anduvo tu padre David, te prolongaré tus días” (3:14)

Años después, luego que el templo del SEÑOR ha sido dedicado, se le aparece el Señor nuevamente exactamente de la misma manera. Reconoce esa voz inconfundible que exclama: “He santificado esta casa que has edificado para que yo ponga allí mi nombre para siempre. Mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días”. (1 Rey.9:3)

Pero al final de la aparición la voz del Señor tiene un advertencia muy solemne: “si obstinadamente… os apartáis de mi… y os vais y servís a otros dioses y los adoráis, entonces eliminaré a Israel del suelo… “y la casa que he santificado a mi nombre la apartaré de mi presencia. Entonces Israel servirá de refrán y escarnio entre todos los pueblos” (1 Rey. 9: 6,7,)

El corazón del rey le palpita con fuerza. El SEÑOR lo ha hecho responsable no solamente por él sino por todo su pueblo.

El viento helado del invierno sigue rugiendo afuera colándose por las ranuras.

Las llamas de las antorchas parece que se van a apagar pero siguen sus vacilantes y arabescas danzas. En el suntuoso lecho real la llama de la vida se ha apagado…

Comentario

¿Cómo es posible que un hombre tan sabio abrace la idolatría? Una posibilidad a considerar es que al desviarse del Señor va perdiendo más y más esa sabiduría.

El mismo Josefo nos cuenta la historia de una situación de acertijo en que Salomón pierde contra el Hiram rey de Tiro al no saber la respuesta. En consecuencia tuvo que pagar una gran cantidad de dinero a Hiram (uno piensa que sería improbable que el historiador judío diera un detalle negativo del rey Salomón a favor de un monarca extranjero.)

No sabemos exactamente en que momento de su vida se produce la catástrofe. Suponemos que ha sido un proceso paulatino. Toda estas riquezas, este poder, terminan corrompiendo el corazón de Salomón. ¡Qué acertado estaba el profeta Jeremías al decir :“ Engañoso es el corazón, más que todas las cosas…” (17:9). !Aquel que empezó tan bien termina tan mal!

Su nombre no está registrado en el monumento a los héroes de la fe levantado en la plaza principal del capítulo 11 de Hebreos.

El hecho que Salomón tuvo dos visiones extraordinarias no evitó que se desplomara en idolatría. Las “experiencias” maravillosas no confieren de por sí una “inmunidad” contra la caída.

Algunos sugieren que al final de sus días Salomón se arrepintió. Sin embargo no hay pruebas que lo hizo. El hecho que los lugares de idolatría que él edificó persisten por trescientos años más hasta que el buen rey Josías los destruye, está en contra de un verdadero desistir de su pecado de idolatría (2 Rey.23:13).

Dios le había prometido prolongar su vida si le fuera obediente (I Rey.3:14) Salomón murió a los 59 años, es decir, sus días no fueron prolongados (Salm. 90:10 y Deut:17:20).

Parecería que el Señor desaprueba el casamiento de Salomón con la hija de Faraón. Nunca se nos dice ni siquiera su nombre. Se nos menciona no como la esposa principal de Salomón sino como la Hija de Faraón.(Esd.10:10, 2 Cor.6:14).

La historia de David termina con la lista de sus valientes.(2 Sam.23:18 al 39). La historia de Salomón concluye con los enemigos que Dios levantó contra él (I Rey 11:26-40). Observamos el contraste entre un reino que finaliza con la estabilidad de los “valientes” y otro que caduca con la inseguridad de los “enemigos”.En el Nuevo Testamento el mismo Señor Jesús menciona las glorias de Salomón y su sabiduría (Mat.6:29 y 12:42); pero el rey no es puesto como el ejemplo a seguir.

Nos podemos preguntar por qué Dios permitió que alguien que terminó tan mal escribiera 3 libros de las Escrituras. Aquí vemos una vez más la gracia del Señor. Creemos que los hizo cuando caminaba en los senderos de Dios.

Durante su reinado Jerusalén no es solamente un centro comercial de gran intercambio sino también un centro cultural. El tiene buenas conexiones con Egipto (su esposa es la hija de Faraón). Posee buenos enlaces con Tiro y otros reinos cercanos.

Salomón se convirtió al paganismo de sus mujeres olvidando la advertencia “¡Qué ellos se vuelvan a ti, pero tú no te vuelvas a ellos!” (Jer.15:19). Es interesante que las mujeres paganas le hicieron pecar (Neh.13:26). ¡Salomón creyó que podía controlar el cuerpo de esas mujeres pero ellas le controlaron el alma! (1 Cor.6:18)

Ellas mostraron más fervor en propagar su falsa religión que el que tuvo Salomón en dar testimonio a los extranjeros del Dios creador del universo.

Se resalta el hecho que el Señor se enojó contra Salomón que le había aparecido dos veces (cap.11 v.9). Se cumple el principio de “no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos juicio mas riguroso” (Stg.3:1).

Durante la segunda aparición del SEÑOR a Salomón se le hacen advertencias muy serias. Las palabras muestran la gravedad del castigo en que podría incurrir.

1)Si obstinadamente…os apartáis de mi

2 Y no guardáis mis mandamientos”

3) Servís a dioses ajenos y

4) los adoráis. (v.6)

Es lamentable que aquel que escribió el libro de Proverbios que está repleto de sabias enseñanzas tuvo un hijo que no las practicó.

El libro del Cantar de los Cantares es una joya literaria. Creo que expresa el amor de Dios hacia su esposa Israel y por extensión el Amor de Cristo por la Iglesia.

La hipótesis que es un tratado sobre el “amor matrimonial” me parece inverosímil. Me cuesta creer que el Señor va a utilizar como ejemplo de esposo a un hombre que tenia 700 esposas (más 300 concubinas). Sin duda que Salomón no nos puede enseñar nada en cuanto a ser fiel y amar a una sola esposa.

Del templo y el palacio de Salomón no queda nada.

Su gran legado para la posteridad son sus tres libros incluidos por el Espíritu de Dios en el Canon sagrado.

En el ocaso de su vida aquel reino que se había extendido tanto, que poseía riquezas innumerables y un gran poder militar va a debilitarse enormemente en unos pocos años.

Los creyentes en el Señor Jesucristo poseemos dos ayudas que no tuvo Salomón. Tener

Tenemos en primer lugar el Espíritu Santo morando en nosotros. Este Espíritu en el creyente intercede con “gemidos indecibles (Rom.8:26)), nos “guía a toda la verdad” (Juan 16:13), y nos “enseña todas las cosas” (Juan 14:16). Nos beneficiamos de la obra de intercesión del Señor Jesucristo “que vive siempre para interceder” a nuestro favor (Heb. 7:25).

La derrota frente a la tentación o prueba no es necesaria “Fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir” (I Cor.10 13).

 

Notas al margen

A pesar de todas las riquezas que Salomón posee él trata de de acumular más. El pueblo sufre y se le exigen tremendos impuestos. Los grandes proyectos de edificios que llaman la atención a los extranjeros no son de gran consuelo para muchos. Es así que tan pronto Salomón muere los diez reinos del norte se independizan. Sin duda veían a Jerusalén como “la capital” que consume todo el tesoro del país.

En los versos 14 al 28 (cap.10) se nos dice de algunas de las riquezas que Salomón poseía.

La cantidad de oro que recibía era de 666 talentos. O sea un equivalente a 22 toneladas (calculando a 34 kilos el talento) En precio actual (2007) seria equivalente a 50 millones de dólares.

El Pentateuco prohibía específicamente al rey el acumular caballos, mujeres, oro y plata. La ley de Dios dada a Moisés era terminante.

“Pero él no ha de acumular caballos. No hará volver al pueblo a Egipto para acumular caballos, porque el SEÑOR ha dicho “Jamás volveréis por ese camino”... Tampoco acumulará para sí mujeres, no sea que se desvíe su corazón. Tampoco acumulará para sí mucha plata y oro” (Deut.17:16,17).

La razón de la prohibición de acumular caballos era para que dependieran del Señor para su protección. Estas tres elementos que la ley específicamente prohibía Salomón los va a ignorar. La ejecución de Joab (comandante en jefe en tiempos de su padre), Adonía (su medio hermano) y de Simei nos perturba y alarma.

Aunque estos no eran personales intachables uno tiene la sensación que las ejecuciones se hacen apresuradamente-.“Estos hombres necesitaban la posibilidad de defenderse en un juicio aunque fueran culpables…Salomón tenía mucho poder sobre la vida de sus súbditos …era muy fácil “suavizar” disidentes… la manera en que Jeroboam es forzado a huir del país lo demuestra” (1 Rey.11:26-40) (G. H.Livingston).

Alguien podría preguntar jocosamente ¿qué tiene de malo tener 700 esposas? En primer lugar las Escrituras nos enseñan que hay que tener sólo una ( Mat 19:5 y 1 Tim.3:2).

¿Podemos imaginarnos la sensación de soledad de estas mujeres? En promedio pasaban un día con el rey cada dos años. Los hijos nacidos en el harem tenían el gran peligro de ser ejecutados para evitar que se convirtieran en opositores políticos. Por supuesto la amonestación que cientos de años después el apóstol va a hacer (“Maridos amad a vuestras esposas” Efe.5:25) era imposible de cumplir en esa circunstancia.

Aquella jovencita que soñó con tener un esposo y una familia en la realidad nunca lo iba a lograr. ¿No era esto una esclavitud? Es imposible leer el libro de Eclesiastés y no sentir esa pesadez y el cielo grisáceo de un alma que sabe lo que es la depresión emocional.

Nos parece que está hablando de su propia experiencia al decir “acuérdate de tu Criador en los días de tu juventud: antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas “No tengo en ellos contentamiento”(Eccl. 12:1) Uno tiene la impresión que el que habla sabe lo que está diciendo porque lo ha experimentado en su vida. Se está expresando como alguien que tiene una enfermedad debilitante crónica.

Salomón se comporta como un rey autoritario y en las palabras de su propio hijo, alguien que oprime al pueblo y que es aún cruel (“mi padre hizo pesado vuestro yugo y os castigó con látigos” 1 Rey.13:14).

 

El Líder que hay en cada uno

Una de las funciones primordiales del líder es formar otros líderes que lo puedan reemplazar. Cuando esto no sucede, por grande que sea el proyecto tiene sus días contados.

Salomón no preparó (o si lo trató no lo logró) a su hijo Roboam para que se evitara una guerra civil. Tampoco capacitó otros líderes. Al leer estos capítulos es interesante la falta completa de otros individuos a nivel de liderazgo. Parecería que Salomón los eclipsó o los intimidó a todos.

Si bien es cierto que tiene un general que se llama Benaía este solo aparece para ejecutar enemigos políticos y luego se desvanece. El sumo sacerdote es mencionado “de pasada”.

Salomón es un líder que vive aislado; quizás con la excepción de cierta relación con un brillante arquitecto e ingeniero llamado Hiram (1 Rey 7:13). Asimismo con el rey de Tiro del mismo nombre (1 Re 9: 10-14 y 26-28). David tenía al profeta Natán que cuando era necesario lo amonestó. Salomón al parecer no tenía a alguien con ese ministerio.

No es hasta que él muere que nos enteramos que en la corte ha funcionado un hombre muy dotado y que se llama Jeroboam que por supuesto es el futuro rey de Israel.

Salomón equivocadamente no supo mantener a Jeroboam “de su lado”

La sabiduría de por si no evita la caída si no está acompañada por la gracia de Dios (Luc.2:40)

 

Temas para considerar en grupo de estudio

  • El casarse con incrédulos (“yugo desigual”)
  • Modos y maneras por las cuales Dios habla al creyente hoy.
  • Los peligros de aceptar prácticas paganas en el Servicio del Señor
  • La tragedia de un hombre que empezó tan bien y podía haber terminado mejor
  • El riesgo de perder el galardón o recompensa (2 Juan 8)

Bibligrafia.

G.H. Livingston. En Pictorial Enciclopedia of the Bible. Vol.5. Merril C. Tenney pag.478. Zondervan Grand Rapids Mi. USA 1976

Josephus The Antiquities of the Jews. Book 5 parag.3 pag 223 Hendrickson 1987 USA.

 

Del libro LA LUCHA ENTRE LO BUENO Y LO MALO. Dr. Roberto Estévez Publicado por Editorial Mundo Hispano-Casa Bautista de Publicaciones

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