I+D+i ¿tiene algo que ver con nuestra fe?

No se trata de una fórmula aritmética; es la referencia abreviada de la tarea que combina la Investigación, el Desarrollo y la Innovación, tan requerida por el mundo actual  globalizado. ¿Ayuda o dificulta a nuestra fe?

08 DE NOVIEMBRE DE 2015 · 12:45

,

El título del artículo incluye la sigla I+D+i con que se conoce a la relación existente entre las áreas de investigación, desarrollo e innovación.1 Este concepto de reciente aparición en el contexto de los estudios de ciencia, tecnología y sociedad viene a ser el corazón de la información y la comunicación altamente tecnificadas.

Actualmente, debido a que un alto nivel de I+D+i implica una mayor fortaleza de los productos o procesos para contrastarlos positivamente con los de la competencia,  muchos países procuran, en la medida de sus posibilidades, potenciar las actividades ligadas a la I+D+i a través de políticas de apoyo (subvenciones, deducciones, préstamos bonificados y otras). Además, muchas de las actividades que se llevan adelante con este enfoque son potencialmente generadoras de avances sociales en forma de calidad de vida, mejora del medio ambiente, de la salud, etc.2

Desarrollo es un término proveniente del mundo de la economía, de allí que se emplee tanto desde distintos enfoques ideológicos, particularmente desde la aparición del Informe Brundtland (Nuestro Futuro Común) en 19873.

La investigación e innovación provienen respectivamente del mundo de la ciencia y la tecnología. Su relación dinámica se da en el contexto de la diferenciación entre ciencia pura y ciencia aplicada. Aquí es donde muchos no se involucran, dejando el tema a los científicos.

Propongo adentrarnos en esta temática que tiene mucho que ver con el mundo en ciernes. Saber de qué va y cómo puede beneficiarnos I+D+i es parte ineludible de nuestra capacitación como mensajeros de ‘la Buena Noticia’: “Examinadlo todo; retened lo bueno”.4

 

Aproximación bíblica a la ciencia

El riesgo de no aplicarnos a investigar la Palabra de Dios, origen de la fe y su insustituible alimento, es adquirir una visión dicotómica de la relación ciencia-revelación (conocimiento-fe). No por negar abiertamente valor a los avances científicos, sino porque no se les encuentre relación con el Plan de Redención. Es como si en uno de los hemisferios del cerebro depositásemos el conocimiento científico y el conocimiento doctrinal en el otro. Comencemos pues por emplear la primera fase del concepto I+D+i e investiguemos dónde se origina la ciencia y dónde la mencionada disociación.

Leyendo la maravillosa descripción de la obra creativa de Dios en los primeros capítulos del Génesis surgen algunas preguntas clave.

 

La primera pregunta: ¿Cómo era este árbol?

Corrijamos de arranque el error común de llamarle árbol del bien y del mal  en vez de de la ciencia del bien y del mal. Son dos cosas diferentes. Verlo como ‘del bien y del mal’ es caer en el terreno tan difundido de poner juntos a esos conceptos y ver al árbol como el origen del bien y del mal. El paganismo oriental trabaja sobre la premisa de la coexistencia íntima y mezclada de los opuestos5. Por su parte, la enseñanza rabínica ortodoxa y el Evangelio de Jesucristo –que también provienen de Oriente- sostienen el relato bíblico por el cual este árbol es bueno, y aún más que bueno:

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”.6

Este árbol estaba incluido en ese ‘todo’ creado; por lo tanto, no era malo sino más que bueno. Partiendo de la base de una naturaleza semejante, otro error común a corregir es decir que el fruto de este árbol era malo (al hablar de ‘la manzana de Adán y Eva’ como causal de la caída). Jesús destruyó este error cuando corrigió a sus detractores:

“Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.” 7

 

La segunda pregunta: ¿Qué significa el nombre del árbol?

Al referirse a este árbol Moisés habló de “ciencia” utilizando el vocablo hebreo da‘at, que refiere al conocimiento como discernimiento (capacidad de separar y conocer aquellas realidades ligadas de manera íntima). Según comentarios bíblicos las dos veces que se emplea este vocablo (da’at) en el Génesis son las referencias de Dios al árbol como de la ciencia del bien y del mal.

Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal (…) Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”.8

Pero Moisés también usa el vocablo hebreo ‘yada’ cuando refiere al discernimiento y a la relación íntima simultáneamente:

Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín,” 9

La diferencia entre estos dos términos (da’at y yada) nos ayuda a comprender que el nombre de ‘ciencia’ asignado al árbol de ninguna manera implica el mal o lo malo. El apologeta Moisés Pinedo aclara este punto al decir que (da’at): “no se basaba en la experiencia de lo bueno y lo malo, sino en la ampliación del entendimiento de la mente para diferenciar entre lo bueno y lo malo”. 10 Además, el comentarista bíblico hace una interesante comparación con la que concluyo:

“En una manera similar a la Biblia, la cual nos da a conocer lo bueno que debemos hacer y lo malo que debemos evitar (sin necesariamente inducirnos al mal), este árbol portaba este conocimiento.” 11

 

La tercera pregunta: ¿De dónde viene el conocimiento o la ciencia?

No estamos errados si afirmamos que Dios nos creó para que alcanzásemos pleno conocimiento de su Propósito eterno. Tampoco si decimos que, a pesar de haber transgredido su mandato, cayendo en pecado y condenación de muerte, Dios tuvo compasión de nosotros al proveernos el Camino a la Verdad y la Vida, en su Hijo Jesucristo. Para el creyente en Cristo, investigar es no solo un inmenso privilegio, sino una tarea beneficiosa que resulta en conocer mejor y compartir mucho más.

Dios le enseñó a Moisés quién es el que provee al hombre de conocimiento:

Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;  y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor.” 12

 

Sobre esta base:

Salomón clamó a Dios por conocimiento para reinar sobre un pueblo tan especial como era Israel: “Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque, quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?” 13

El salmista David razonó respecto de Aquél de quien viene todo conocimiento: “El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?” 14

El sabio Salomón preguntó a sus contemporáneos y nos pregunta a los seres humanos de todos los siglos:“¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?” 15

El Predicador confesó el sufrimiento que conlleva profundizar por uno mismo en el conocimiento, sin estar unido íntimamente al Señor: “Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.” 16

Daniel describió como pocos la manera en que actúa Dios: “El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.” 17 Al mismo profeta Dios le reveló lo que habrá de ocurrir en los tiempos finales de la era actual, previo al retorno de Jesucristo: “Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” 18

Jesús denunció públicamente a los intérpretes de la Ley por ser los religiosos que impiden a las gentes llegar a conocer al Padre: “¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.” 19

Pablo explicó lo dicho por Jesús a los que se jactaban de ser judíos entre los creyentes de Roma reveló que: “en la ley (tenemos) la forma de la ciencia y de la verdad.” 20 El mismo Pablo ora por los creyentes en Filipos sabiendo que el amor es clave para la vida fructífera y plena: “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,” 21 Pero, a Timoteo le advierte que debe conducirse “evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe.” 22

Ojalá investigásemos sin cansarnos las Escrituras, hasta comprender la voluntad de Dios para con cada uno de nosotros y como iglesia, para ser de influencia positiva en el medio donde Él nos puso.

Continuaremos en la próxima con el Desarrollo, investigaremos qué significado tiene hoy como parte del I+D+i y de qué manera podemos comprenderlo y emplearlo a la luz de las Escrituras.

Hasta entonces si el Señor lo permite.

 

-----ooooo0ooooo-----

 

Notas

Ilustración: Observatorio de I+D+i UPM  www.upm.es

01. También se escribe I+D+I.

02. El ex primer ministro de Finlandia Esko Aho definió de manera provocativa a la investigación como invertir dinero para obtener conocimiento, mientras que innovación sería invertir conocimiento para obtener dinero, dejando expuesto el proceso de retroalimentación que se produce con una estrategia exitosa de I+D+i.

03. Informe de la Comisión para el Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas (UNCED) coordinado por la ex Primer Ministro de Noruega, Harlem Grö Brundtland. Desde entonces, se critica que se relacione ‘desarrollo’ con la sostenibilidad, ya que la actividad económica es principal causa del deterioro bio-ambiental.

04. 1ª Tesalonicenses 5:21.

05. Por ejemplo la teoría del yin y el yang muy difundida en Occidente,

06. Génesis 1:31.

07. Mateo 7:17,18. 

08. Génesis 2:9,17.Sacado del Diccionario Expositivo Vine (citado también en 09).

09. Génesis 4:1. De este término Vine anota: “En esencia, ‘yada’ significa: (1) saber por observación y reflexión, y (2) saber por experiencia (Vine, 1999, p. 65). En el AT ‘conocer’ es el verbo usado para referirse a la unión matrimonial varón-mujer.

10. Moisés Pinedo, en: http://espanol.apologeticspress.org/espanol/articulos/654.

11. Ibíd. 10.

12. Éxodo 31:1-5. Para edificar el Tabernáculo Dios proveyó de una capacidad especial a los que emplearía en la tarea.

13. 2ª Crónicas 1:10. Y Dios le respondió: “sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.” (vers. 12).

14. Salmos 94:10.

15. Proverbios 1:22. Compárese con Romanos11:33;

16. Eclesiastés 1:18.

17. Daniel 2:21.

18. Ibíd. 12:4.En contraste, Pablo anticipa que llegará el día cuando la ciencia acabará, en 1ª Corintios 13:8.

19. Lucas 11:52.

20. Romanos 2:20b.Compárese con Romanos 10:2.

21. Filipenses 1:9.

22. 1ª Timoteo 6:20,21.

Nota del autor: las negritas en los textos bíblicos son énfasis, no están en el original.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - I+D+i ¿tiene algo que ver con nuestra fe?